El aumento en la expectativa de vida de la población genera nuevos desafíos en el campo de la salud: la comunidad médica advierte que crecerá el número de casos de osteoporosis. El estudio Latam Audit 2021: epidemiología, costo e impacto de la osteoporosis y las fracturas por fragilidad, publicado por la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF, sus siglas en inglés) señaló que “existe un aumento considerable en la población mayor de 50 años en todos los países de la región, lo cual se asociará con un aumento de la tasa de fracturas por fragilidad”.
En el marco del Día Mundial de la Osteoporosis se debe tener en cuenta que es una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres y se caracteriza por la pérdida de la masa ósea, la cual predispone a sufrir fracturas por fragilidad. Se estima que, a nivel mundial, por año, se producen más de 8,9 millones de fracturas a raíz de esta enfermedad. Si bien la cursan pacientes de ambos sexos, afecta principalmente a las mujeres, más aún en edad post menopáusica dados los cambios hormonales que el cuerpo atraviesa. Según la IOF, una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura causada por la osteoporosis.
“Se estima que, en Argentina, una de cada cuatro mujeres en edad post menopáusica tiene osteoporosis. Es una enfermedad cada vez más frecuente porque la población vive más y así como aumenta la expectativa de vida, aumenta la prevalencia de esta enfermedad. Si bien no contamos con un registro nacional de fracturas, se proyecta que ocurren 90 fracturas de cadera por día, es decir, más de 34 mil fracturas de cadera por año”, explicó la doctora María Belén Zanchetta (M.N 106.937), médica endocrinóloga y especialista en osteología quien se desempeña como directora médica y académica de IDIM.
La osteoporosis es una “enfermedad silenciosa” ya que no presenta síntomas hasta que se produce una fractura después de una caída desde su propia altura o un golpe leve. Ocurren con mayor frecuencia en las vértebras (columna), muñeca y cadera. Según indica la IOF, “se estima que aproximadamente entre el 20% y 24% de los pacientes con fractura de cadera mueren en el primer año tras ocurrida la fractura; mientras que la pérdida de funcionalidad y movilidad entre los supervivientes es considerable, ya que alrededor del 33% queda en una situación totalmente dependientes al año posterior a la fractura”.
“Es una enfermedad muy prevalente, que afecta la calidad de vida de los pacientes y que causa un gran costo para la salud pública porque las fracturas generan internaciones, cirugías, colocación de prótesis, rehabilitación. Se diagnostica a través de una densitometría, hay diversas opciones de tratamiento que son muy eficaces, no obstante, hay una brecha a nivel mundial que se da entre los pacientes que son diagnosticados y los que son tratados adecuadamente: de diez pacientes que se fracturan solo dos tratados por osteoporosis” graficó Zanchetta.
“Esto es muy significativo porque el paciente que ya se fracturó por osteoporosis tiene el doble de riesgo de volver a fracturarse. Entonces, es fundamental tratar a los pacientes para evitar una nueva fractura. No hay una conciencia de que se fractura a causa de una enfermedad. La fractura es un signo de alarma porque la enfermedad no presenta otros síntomas” aseguró la especialista.
Cómo diagnosticar la osteoporosis
Los profesionales de diversas especialidades —clínica, endocrinología, ginecología o reumatología— pueden inferir que una fractura es el primer síntoma de la osteoporosis. Para ello, en función de la historia clínica del paciente se realizan estudios simples (radiografía, densitometría ósea y estudios de laboratorio) que confirman rápidamente la enfermedad.
“En un trabajo científico que realizamos sobre pacientes con fracturas de muñeca nos encontramos que solo al 20% de los pacientes les habían hecho una densitometría, lo que muestra que ni médicos ni pacientes consideran que puede haber una condición subyacente detrás de una fractura —afirmó la doctora Zanchetta—. Una densitometría lleva 15 minutos y en seguida se ve el resultado, por lo que es relativamente sencillo llegar al diagnóstico de osteoporosis”.
En caso de no diagnosticarse y tratarse oportunamente, la osteoporosis es una enfermedad que puede resultar discapacitante y afectar severamente la calidad de vida de quienes la padecen. “Luego de una fractura, lamentablemente, muchos adultos mayores no recuperan su independencia y movilidad y pasan a depender de la familia para su cuidado. Suelen tener ansiedad por miedo a volver a caerse y limitaciones asociadas con la realización de las actividades cotidianas”, agregó la especialista.
Claves para su prevención
Además de las terapéuticas específicas para la enfermedad, existen algunas medidas que pueden ayudar a prevenir y combatir la osteoporosis.
1- Independientemente de su edad o del estado de su salud ósea, es fundamental garantizar hábitos saludables para los huesos. Una dieta balanceada, es decir, rica en calcio, vitamina D y proteínas, es esencial para preservar el esqueleto sano en la vida adulta.
2- La realización de actividad física es clave: priorizar los ejercicios con peso para fortalecer músculos y entrenar el equilibrio.
3- La prevención de las caídas es especialmente importante porque los huesos de los pacientes con osteoporosis son frágiles y pueden quebrarse fácilmente, incluso como resultado de un pequeño resbalón.
Recomendaciones que favorecen seguridad en el espacio doméstico
1- Por las noches, dejar una luz tenue encendida en baños y dormitorios
2- Fijar los bordes de las alfombras
3- Eliminar hilos o cables sobrantes en cortinas, teléfonos o lámparas
4- Evitar la colocación de felpudos y trapos de piso
5- No caminar sobre pisos mojados o encerados
6- Sentarse en la cama antes de levantarse e incorporarse lentamente
7- No caminar en chinelas, ojotas o medias
8- Evitar que las mascotas circulen de noche por la casa
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