El 10% de los casos de cáncer de mama se detecta antes de los 40 años: cómo se trata si ocurre durante el embarazo

La incidencia de esta patología en el mundo aumentó un 15% en una década. Expertos respondieron cuáles son los motivos y si es verdad que estos tumores son más agresivos en mujeres jóvenes

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La importancia de detectar el cáncer de mama de forma precoz radica en su pronóstico /
La importancia de detectar el cáncer de mama de forma precoz radica en su pronóstico /

El cáncer de mama es el tumor más prevalente a nivel mundial. Así lo indican los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señalan que, en 2020, se diagnosticaron 2,3 millones de cánceres de mama, y se produjeron 685.000 muertes.

Del total, 10,3% de los casos se presentaron en personas menores de 44 años. Estas estadísticas coinciden con un estudio realizado en Argentina con datos de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM), en 2018, que reportó que el 10% de las pacientes tienen hasta 40 años. Es decir, uno de cada 10 casos.

Habitualmente se asocia el cáncer de mama con mujeres mayores de 50 años porque es a partir de esa edad cuando se detecta la mayor cantidad de casos. Sin embargo, este tipo de tumores está presente también en pacientes más jóvenes. Las estadísticas muestran que en los últimos años creció su incidencia en las mujeres menores de 40.

“En este grupo etario, la incidencia aumentó de 21 casos cada 100 mil habitantes en 2010 a 24,3 casos cada 100 mil habitantes en 2019″, explicó el doctor Alexis Ostinelli (MN 152625), oncólogo clínico de Instituto Alexander Fleming (IAF). Esto representa un alza del 15% durante la última década de la que se tiene registro.

El cáncer de mama es la principal patología oncológica de las mujeres, aunque en la Argentina, el 1% de esta enfermedad afecta a hombres
El cáncer de mama es la principal patología oncológica de las mujeres, aunque en la Argentina, el 1% de esta enfermedad afecta a hombres

Respecto de este incremento, el especialista consideró: “Una de las posibles causas radica en la postergación de la maternidad. El embarazo actúa como factor protector en los cambios generados a nivel celular del tejido mamario”. En el marco del Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, el oncólogo señaló que, como contrapartida de este aumento, hay un dato positivo: la mortalidad global se redujo un 40% en los últimos 40 años, debido a la optimización de las herramientas de screening y las maniobras terapéuticas que hoy tienden a ser más personalizadas y efectivas.

Tumores tempranos y más agresivos

“El cáncer de mama en mujeres jóvenes se caracteriza por un comportamiento más agresivo, de crecimiento más rápido con una mayor proporción de enfermedad de alto grado”, explicó la doctora Laura Lapuchesky, (MN 166275) oncóloga, jefe de Residentes de Oncología Clínica del IAF. Sin embargo, el diagnóstico en mujeres jóvenes no implica un tratamiento distinto al de pacientes añosas y las estrategias terapéuticas dependerán del subtipo de cáncer de mama y del estadio inicial.

La mayoría de los casos se detecta en etapas más avanzadas —si se compara con los diagnósticos hechos a pacientes de mayor edad— debido a la falta de screening. De todas formas, incluso con estas dificultades, la doctora. Lapuchescky destaca que actualmente es posible acceder a esquemas de tratamiento con criterio curativo, que brindan mejores resultados en sobrevida libre de enfermedad y sobrevida global.

Según las estadísticas más recientes, aumentó la incidencia del cáncer de mama en mujeres menores de 40 años
Según las estadísticas más recientes, aumentó la incidencia del cáncer de mama en mujeres menores de 40 años

Como las mujeres jóvenes no tienen indicación de realizar mamografías de forma habitual, es más difícil detectar a tiempo esta patología oncológica. Esto tiene una explicación: diversos estudios han demostrado que la mamografía permite la reducción de la mortalidad por cáncer de mama en el rango de edad de 50 a 69 años. A edades menores, su beneficio puede verse condicionado por factores relacionados a la densidad del tejido mamario.

“El seguimiento de una paciente menor de 40 años dependerá, principalmente, de sus antecedentes personales y familiares. Por ejemplo, una mujer que haya recibido radioterapia en el tórax por antecedente de un linfoma, debe realizar un seguimiento de alto riesgo. Lo mismo ocurre en pacientes con múltiples antecedentes familiares oncológicos, ya sea de cáncer de mama o de otros tumores en hombres o mujeres y de ambas ramas de la familia”, explicó Verónica Fabiano (MN 122874), médica ginecóloga y mastóloga del IAF.

De todas formas, hay caminos para mejorar la detección en esta etapa de la vida. “Las técnicas de ultrasonido son un buen complemento para la evaluación del tejido celular más denso. Por su parte, la resonancia magnética nuclear (RMN) permite la evaluación más detallada, en especial en aquellas pacientes que presentan riesgo aumentado de cáncer de mama, ya sea por factores hereditarios o ambientales (por ejemplo, radioterapia previa), en quienes existe la recomendación de screening con métodos como RMN”, detalló Lapuchesky.

Los expertos advierten la importancia de realizar estudios clínicos, como son las mamografías, para detectar tumores antes de que brinden síntomas
Los expertos advierten la importancia de realizar estudios clínicos, como son las mamografías, para detectar tumores antes de que brinden síntomas

En mujeres sin antecedentes ni síntomas, se indica iniciar el control mamográfico a partir de los 40 años. Es fundamental hacerse el autoexamen y realizar la consulta en caso de identificar alguna anomalía. En contexto de síntomas o algún tipo de anormalidad en las mamas, puede ser necesario comenzar antes la rutina de estudios con imágenes o realizar un seguimiento más continuo. Por último, es importante recordar que el autoexamen debe ir acompañado por el seguimiento y examen físico de un médico ginecólogo o mastólogo de referencia, el cual eventualmente sumará estudios específicos para cada caso en particular.

Embarazo y cuidado de la fertilidad

Los tumores en mujeres jóvenes plantean el desafío de cuidar la fertilidad de la paciente y pueden plantear un escenario distinto para su abordaje si coinciden con un embarazo. “Durante la gestación, el cáncer de mama representa el tumor más comúnmente diagnosticado. Lo que se hace es desarrollar un manejo multidisciplinario, con consideraciones especiales en el diagnóstico, estadificación, seguimiento obstétrico, tratamiento del cáncer y atención de apoyo. Las modalidades de imagen de elección son la ecografía mamaria, la mamografía y la resonancia magnética, reservando las imágenes con radiación ionizante por si condicionan un cambio de estrategia terapéutica”, explicó el doctor Ostinelli.

“La cirugía de cáncer de mama se puede realizar en los tres trimestres. La quimioterapia está contraindicada en el primer trimestre debido al alto riesgo de malformaciones fetales, pero es segura durante el segundo y tercer trimestre. La radioterapia, la terapia endocrina, la terapia dirigida contra HER2 y la inmunoterapia deben posponerse hasta después del parto”, detalló Lapuchescky.

Los expertos indicaron que las biopsias son necesarias para determinar con exactitud la patología oncológica y su tratamiento / (Gettyimages)
Los expertos indicaron que las biopsias son necesarias para determinar con exactitud la patología oncológica y su tratamiento / (Gettyimages)

Por otra parte, cuando se diagnostica un cáncer de mama durante el embarazo, el crecimiento fetal debe controlarse con mayor frecuencia y es necesario que el parto llegue lo más cerca posible del término para reducir los riesgos de parto prematuro.

En tanto, los especialistas recomiendan que aquellas pacientes que tengan el proyecto de quedar embarazadas en un futuro y deban iniciar terapia gonadotóxica o cirugía de extirpación de gónadas, discutan previamente las opciones de preservación de la fertilidad. “La edad de la primera gestación se ha retrasado por lo que muchas de las pacientes jóvenes diagnosticadas con cáncer de mama no han transitado un embarazo. Un equipo multidisciplinario acompaña a las pacientes en este proceso” para elegir la mejor opción, agregó la doctora Fabiano.

“El método mejor establecido es la criopreservación de embriones, seguido de la criopreservación de ovocitos. La criopreservación de tejido ovárico es factible en niñas y preadolescentes, y en aquellos casos donde no es posible retrasar el inicio de la terapia citotóxica a la espera de la estimulación ovárica. Por otro lado, deben considerarse medidas que permitan disminuir el riesgo de insuficiencia ovárica generado por el tratamiento, tales como la utilización de análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH)”, apuntó Lapuchescky.

En lo que respecta al embarazo, los expertos indicaron que, dependiendo del trimestre que se esté cursando, será el tratamiento indicado
En lo que respecta al embarazo, los expertos indicaron que, dependiendo del trimestre que se esté cursando, será el tratamiento indicado

Tratar primero, operar después: qué son las terapias neoadyuvantes

Una vez detectado un tumor de mama, muchas pacientes tienen apuro por agilizar los tiempos para su extracción. Sin embargo, en muchos casos la cirugía no es el paso inicial del tratamiento, sino que primero se realiza quimioterapia o terapias dirigidas (tratamientos que apuntan a blancos moleculares expresados por el tumor). Es lo que se conoce como terapia neoadyuvante o preoperatoria.

“Es especialmente útil en algunos tipos de cáncer de mama, que tienen muy buena respuesta a la quimioterapia o a las terapias dirigidas. No sólo se logra reducir el tamaño del tumor, sino que permite en muchos casos realizar cirugías conservando la mama y evitar la mastectomía. Además brinda la posibilidad de evaluar la respuesta del tumor al tratamiento y poder acceder a otras terapias luego de la cirugía”, explicó Luciana Sabatini (MN 153025), mastóloga y ginecóloga del IAF.

Los expertos del IAF destacan que este procedimiento es muy útil en los subtipos tumorales triple negativo y HER2 positivos, que suelen ser más frecuentes en pacientes jóvenes. Otro beneficio de la terapia neoadyuvante es que brinda información sobre la efectividad de la terapia sistémica. Y a la vez, da pautas de cómo podría comportarse a futuro la patología.

Según indicaron los expertos, la mortalidad global vinculada al cáncer de mama se redujo un 40% en los últimos 40 años
Según indicaron los expertos, la mortalidad global vinculada al cáncer de mama se redujo un 40% en los últimos 40 años

“La presencia o ausencia de tumor invasivo residual post neoadyuvante representa un factor pronóstico para el riesgo de recurrencia de la enfermedad”, resaltó Ostinelli y agregó que “diferir la cirugía mientras se realiza el tratamiento neoadyuvante permite el estudio de mutaciones germinales que potencialmente cambiarían la conducta quirúrgica, ofreciendo cirugías reductoras de riesgo”.

Uno de los obstáculos con los que se encuentran los médicos es la ansiedad de muchas pacientes de realizar la operación lo antes posible. “En muchos casos creen que postergar la cirugía es sinónimo de mayor gravedad de la enfermedad. Es de gran importancia explicarles los beneficios que pueden obtenerse: cirugías menos invasivas, tanto en la mama como en la axila, reduciendo así las complicaciones y el impacto psicológico de la intervención, poder evaluar la respuesta al tratamiento observando la progresiva disminución del tamaño del tumor, utilizar otras drogas luego de la cirugía que no podrían utilizarse en otros casos. En todos los casos es imprescindible dar información clara y completa a nuestros pacientes, de manera de que puedan aliviar sus dudas y temores”, manifestó Sabatini.

“Luego de ser informada sobre los beneficios de iniciar el tratamiento sistémico precoz, las pacientes logran gestionar su ansiedad, entendiendo a la neoadyuvancia como el enfoque terapéutico más apropiado”, aseguró Lapuchescky.

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