La dislexia conmemora hoy 8 de octubre su día internacional. Y si bien la definición consensuada por la Asociación Internacional de Dislexia la presenta como “una Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA) de origen neurobiológico, caracterizada por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (escritas) y por un déficit en las habilidades de decodificación (lectora) y deletreo (ortografía)”, nueva evidencia científica iría en el sentido contrario.
Es que según investigadores de la Universidad de Strathclyde y la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, “la dislexia no es un trastorno, sino una ventaja evolutiva que hace que las personas estén más dispuestas a explorar”.
Lo cierto es que una de cada diez personas en el mundo conviven con esta condición, y los nuevos hallazgos podrían cambiar radicalmente la percepción que de ésta se tiene.
Caracterizada por tratarse de una dificultad que causa principalmente problemas de lectura, escritura y ortografía durante los primeros años de escolaridad -la edad promedio de diagnóstico es a los diez años-, según la nueva investigación, la dislexia es en realidad una herramienta vital que ha ayudado a la humanidad a adaptarse.
La doctora Helen Taylor, de la Universidad de Cambridge, dirigió el estudio, y en declaraciones posteriores aseguró que “la visión de la dislexia centrada en el déficit no cuenta toda la historia”. “La dislexia hasta ahora se consideraba un problema porque los sistemas educativos modernos se enfocaban en las cosas con las que luchaban los pacientes y descuidaban aquello en lo que sobresalían”, aseguró junto con su colega, el doctor Martin Vestergaard, de la Universidad de Cambridge.
Los expertos revisaron estudios anteriores sobre personas disléxicas y no estuvieron de acuerdo con la teoría predominante de que se trataba de un déficit cognitivo.
En ese sentido, Taylor destacó que “lograr el equilibrio entre explorar nuevas oportunidades y explotar los beneficios de una elección en particular es clave para la adaptación y la supervivencia y sustenta muchas de las decisiones que tomamos en nuestra vida diaria”.
En la revista Frontiers in Psychology, donde los investigadores publicaron las conclusiones de su trabajo, aseguraron que “la dislexia no debería considerarse un trastorno”.
Es que según descubrieron, las personas con dislexia tienen en realidad “habilidades mejoradas” en ciertas áreas, como el descubrimiento, la invención y la creatividad.
“Necesitamos urgentemente empezar a fomentar esta forma de pensar para que la humanidad pueda seguir adaptándose y resolviendo los principales retos”, afirma el autor principal, Taylor.
Los investigadores concluyeron que las personas con dislexia son especialistas en la exploración y la curiosidad. Este “sesgo exploratorio”, como lo describieron, desempeña un “papel crucial” en la supervivencia humana al ayudar a las personas a adaptarse a entornos cambiantes.
La inventiva y el pensamiento a largo plazo son algunas de las habilidades y puntos fuertes relacionados con estos comportamientos de exploración.
Los investigadores relacionan la dislexia con la evolución humana a lo largo de cientos de miles de años, en los que los humanos -y por ende sus cerebros- tuvieron que adaptarse a un cambio constante, en lugar de a un entorno fijo.
Los autores del nuevo artículo dijeron que la dislexia puede ser una ventaja similar a la de las personas más rápidas y fuertes que en otra época tendían éxito como cazadores, por ejemplo, porque tienen el llamado beneficio de aptitud física. En el caso de la dislexia, permite a las personas ser más flexibles y capaces de aprovechar al máximo los nuevos entornos.
Estudios anteriores ya apoyaban la redefinición de la dislexia como un punto fuerte y no como una debilidad.
“El valor de la dislexia”, un informe elaborado por la empresa de servicios profesionales EY y Made by Dyslexia, una organización benéfica que está redefiniendo la dislexia, sostiene que los puntos fuertes de los disléxicos pueden ayudar a los empresarios a desenvolverse en el cambiante mundo laboral.
Las personas disléxicas pueden mostrar un rendimiento “fuerte”, “muy fuerte” y “excepcional” en una serie de “habilidades cognitivas, habilidades de sistema, habilidades de resolución de problemas complejos, habilidades de contenido, habilidades de proceso y habilidades técnicas”, concluyeron los autores.
SEGUIR LEYENDO