Con la presentación de un revolucionario tratamiento para revertir un tipo de demencia, comienza el congreso SIMI2022

Con la presencia de destacados científicos y especialistas internacionales, comienza hoy en Buenos Aires la XXXI Semana del Intervencionismo Mínimamente Invasivo (SIMI2022), que se extenderá hasta este jueves, 6 de octubre. En este importante congreso internacional se presentarán las últimas novedades en las terapias médicas de diversas especialidades. Entre lo más destacado se encuentra un tratamiento que permite que un tipo de demencia sea reversible, que será expuesto ante sus colegas por el neurocirujano Pedro Lylyk, de Argentina.

El SIMI 2022, que preside Lylyk se realiza en el Alvear Icon Hotel de Puerto Madero. El reconocido congreso reúne a más de 1.000 asistentes de diversos países y que sigue las tendencias internacionales, propone sesiones ampliamente participativas donde los profesionales mediante estudio de casos clínicos, workshops, conferencias magistrales, simposios y cursos complementan la formación y mejoran sus habilidades. Desde 2020 se realiza tanto en la modalidad presencial como virtual y en el marco del mismo tiene lugar la Cumbre del ACV. Además, se dictan cursos especialmente dirigidos a técnicos, kinesiólogos y enfermeros y en actualización en Ecografía y Doppler.

Además del avance que presentará el doctor Lylyk, junto a sus colegas los doctores Adel Malek y Carl Heilman del Departamento de Neurocirugía de Tufts Medical Center de Estados Unidos, sobre un tratamiento para revertir un tipo de demencia que se produce por hidrocefalia, habrá especialistas que presentarán los últimos avances relacionados con el uso de la realidad virtual en el entrenamiento y docencia en neurocirugía.

Un grupo de investigadores de Argentina y Estados Unidos crearon un tratamiento que permite que un tipo de demencia sea reversible. Pérdida de memoria a corto plazo, dificultades para caminar o incontinencia urinaria en los adultos mayores no sólo podrían ser indicios de una enfermedad neurodegenerativa sino de una condición que se produce por la acumulación de líquido en el cerebro conocida como hidrocefalia.

El neurocirujano Lylyk presentará la investigación que fue recientemente publicada en Journal of Neuro Interventional Surgery y que contó con la coautoría de los doctores Malek y Heilman sobre tratamiento mínimamente invasivo para la hidrocefalia. “El tratamiento convencional para la hidrocefalia implica la abertura quirúrgica en el cráneo y suele reportar un 40% de fallas dentro de los dos primeros años, por lo tanto, nos propusimos estudiar una alternativa menos invasiva y más exitosa”, explicó Lylyk, director del Instituto Médico ENERI y Clínica La Sagrada Familia y detalló: “el resultado fue el implante en el cerebro de un dispositivo a través de un seno venosa cerebral al cual accedimos mediante una vena y guiamos mediante fusión de imágenes de rayos x y reconstrucciones 3D con simulaciones virtuales previas, y con él descomprimimos la acumulación anormal de líquido en el cerebro”.

Los investigadores aseguraron que el acceso venoso percutáneo al sistema nervioso central ofrece una nueva vía para el tratamiento no invasivo de la hidrocefalia, pero además, un potencial para la intervención de los trastornos neurológicos. Si bien el primer caso se probó en una mujer con hidrocefalia por la ruptura de un aneurisma, los médicos ya llevaron adelante la práctica y constataron su eficacia también en personas adultas con hidrocefalia normotensiva.

“Lo que muchas veces ocurre es una coexistencia de daño vascular crónico asociado, que en las personas con hidrocefalia normotensiva se ve agravado por esta acumulación de líquido anormal”, explicó Juan José Cirio, neurólogo de la Clínica La Sagrada Familia. La hidrocefalia normotensiva es una enfermedad común en las personas mayores de 70 años. “Se calcula que aproximadamente en Estados Unidos el 14% las personas que habitan en un geriátrico tienen demencia por hidrocefalia”, completó el doctor Lylyk.

Se produce por la acumulación de líquido cefalorraquídeo por alguna anomalía que aún genera una incógnita para la ciencia y que, entre otras cosas, entorpece el adecuado flujo sanguíneo en la microcirculación cerebral. “Hay una serie de factores poco claros que generan esta acumulación, pero a ciencia cierta suele provocar síntomas que pueden confundirse con otras enfermedades propias de la tercera edad”, detalló Cirio.

“El impacto de este descubrimiento es enorme. Independientemente de tratar hidrocefalia normotensiva, este avance sería un vehículo de entrada directo al cerebro evitando la barrera hematoencefálica. Si bien el tratamiento fue diseñado para extraer liquido del cerebro y llevarlo a la sangre nada impide que se pueda utilizar esta vía al revés, es decir, para inyectar a través de este sistema y que vaya al líquido cefalorraquídeo”, comentó Lylyk, y aseguró que el descubrimiento prueba la efectividad de un nuevo concepto: “podríamos administrar medicamentos, facilitar tratamientos oncológicos o terapias con células madre y genes o hacer cirugía endovascular de esta manera”.

La imagen del médico que se formaba con la observación minuciosa del registro bibliográfico se está modernizando con los beneficios que aporta la tecnología y su formación pasa a ser clave bajo entornos de realidad virtual. Los diferentes dispositivos como gafas, cascos, vehículos, auriculares, guantes se ponen a disposición para hacer posible la recreación de un entorno que permite al usuario tener la sensación de estar inmerso en otra realidad. Ahora todo estos dispositivos se aplican también para la medicina.

En esta edición del SIMI se presentan los últimos avances relacionados con el uso de la realidad virtual en el entrenamiento y docencia en neurocirugía. “Actualmente, existen simuladores de realidad virtual que replican el sistema arterial humano en un modelo digital con el objetivo de capacitar a los profesionales en las técnicas más minuciosas para el tratamiento de patologías del sistema vascular cerebral y la médula espinal”, afirmó Lylyk.

Los especialistas aseguran que el uso de estas herramientas benefician también al paciente ya que pueden anticipar virtualmente el plan quirúrgico con una reconstrucción específica de su anatomía y probar la técnica: “la realidad virtual posibilita entrenar antes del procedimiento, planificando el enfoque que se tomará en el procedimiento real”, resaltó Gelson Koppe, neurorradiólogo intervencionista referente en Brasil en la aplicación de este tipo de tecnologías y quien presentará su experiencia en el SIMI.

“El año pasado, por ejemplo, gracias a la supervisión en línea automatizada conocida como proctoring pudimos capacitar a más de 20 hospitales en poco menos de 3 meses. El entrenamiento en línea facilitó la disponibilidad de los docentes, quienes pudieron dividir su tiempo enseñando y atendiendo sus rutinas normales, con todo el realismo, ya que siguieron todos los detalles del procedimiento”, comentó Koppe.

En la Argentina también se aplican estos avances y otros combinados con simulación e inteligencia artificial. En algunos casos, los equipos de hemodinamia se conectan con software específicos que permiten a los profesionales estar previamente formados en los tratamientos a realizar y, así, poder planificar el tratamiento más eficaz para el paciente.

“Con estos avances se puede entrenar sin poner en riesgo al paciente. Por ejemplo, hay software que basados en la lesión real simulan el tratamiento en la misma angiografía donde se está trabajando”, explicó Lylyk.

Los profesionales aseguran que la gran ventaja de la simulación virtual es poder entrenar en entornos realistas con materiales reales y escenarios que no ocurren todos los días, pudiendo entrenar complicaciones o anatomías complejas, o en casos urgentes, como el ACV donde la ventana terapéutica para actuar y decidir es muy acotada. “Lo que hacemos es trasladar las imágenes obtenidas mediante angiografía por tomografía computarizada al simulador, realizando previamente el tratamiento de forma virtual, probando la técnica y los materiales disponibles en el mundo actual y luego realizando el tratamiento sobre el paciente, minimizando los riesgos del procedimiento”, explica Lylyk.

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