Cuidar el corazón desde la niñez ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares en la adultez

La alimentación saludable y la actividad física en la infancia son fundamentales para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Expertos del Hospital Garrahan explican las claves para tener un corazón sano desde la primera etapa de la vida

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La detección temprana de estas afecciones se logra manteniendo los controles periódicos necesarios en la infancia. Al comenzar el ciclo escolar o diferentes actividades físicas (EFE/ Sáshenka Gutiérrez)
La detección temprana de estas afecciones se logra manteniendo los controles periódicos necesarios en la infancia. Al comenzar el ciclo escolar o diferentes actividades físicas (EFE/ Sáshenka Gutiérrez)

En el Día Mundial del Corazón, el Hospital Garrahan recuerda que una alimentación saludable y hacer actividad física en la infancia es fundamental para prevenir las enfermedades cardiovasculares, que son las principales causas de muerte en Argentina y en el mundo.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la población adulta y pueden prevenirse desde la infancia. Para eso, es importante generar conciencia sobre la importancia de incorporar hábitos saludables y realizar los controles periódicos del corazón desde los primeros años de desarrollo, conocer cuáles son los factores de riesgo y procurar un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.

La prevención implica un abordaje integral en el cual la alimentación ocupa un lugar preponderante y es necesario que sea variada, nutritiva y balanceada.

“Además de los chequeos médicos periódicos y una dieta saludable, es importante controlar los factores de riesgo, realizar actividad física acorde a cada etapa del crecimiento, evitar el sedentarismo y, en caso de las y los adolescentes, que conozcan los daños que provocan el cigarrillo y el alcohol”, explicó Gladys Salgado, jefa del servicio de Cardiología.

“En la actualidad, el 90 por ciento de las cardiopatías tiene resolución quirúrgica y más del 85 por ciento de las niñas y niños portadores de enfermedades cardíacas congénitas llegan a la edad adulta”, indicó la profesional (Gettyimages)
“En la actualidad, el 90 por ciento de las cardiopatías tiene resolución quirúrgica y más del 85 por ciento de las niñas y niños portadores de enfermedades cardíacas congénitas llegan a la edad adulta”, indicó la profesional (Gettyimages)

“Las niñas y niños con hábitos saludables tendrán una vida sana al llegar a la adultez. Tenemos la responsabilidad de guiarlas y guiarlos para que aprendan esos comportamientos y adopten hábitos adecuados y responsables”, agregó la profesional, enfatizando en el rol de la familia, las y los pediatras y docentes.

El desarrollo de hábitos saludables mantiene un corazón sano y previene y disminuye las posibilidades de hipertensión arterial, obesidad, diabetes y colesterol elevado. Estos son los principales factores de riesgo detectables en adolescentes y adultos jóvenes que pueden producir enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, que son las principales causas de muerte a nivel mundial.

La detección temprana de estas afecciones se logra manteniendo los controles periódicos necesarios en la infancia. Al comenzar el ciclo escolar o diferentes actividades físicas, es importante realizar exámenes médicos que incluyen una evaluación cardiológica y permiten el diagnóstico y tratamiento oportuno de algunas afecciones cardíacas junto con la detección de factores de riesgo cardiovascular.

El servicio de Cardiología del Garrahan atiende por año alrededor de 10 mil consultas y realiza cerca de 500 cirugías cardiovasculares.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la población adulta y pueden prevenirse desde la infancia (Getty Images)
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la población adulta y pueden prevenirse desde la infancia (Getty Images)

Las cardiopatías congénitas, entre otras patologías que allí se atienden, son las más frecuentes en la infancia. Sin embargo, “los mecanismos de enfermedad del corazón no son atribuibles a los factores de riesgo antes enunciados”, explicó Salgado.

“En la actualidad, el 90 por ciento de las cardiopatías tiene resolución quirúrgica y más del 85 por ciento de las niñas y niños portadores de enfermedades cardíacas congénitas llegan a la edad adulta”, indicó la profesional.

“Es importante saber que las y los pacientes con corazones reparados e incluso trasplantados requieren una dieta saludable y pueden y deben realizar actividad física acorde a su condición cardiovascular, aunque muchas veces se los limita solo por haber sido operados o tratados y ese es uno de los peores errores”, explicó.

Por otra parte, un estudio internacional identificó cinco factores de riesgo en la infancia que predicen que una persona puede tener mala salud cardiovascular en la edad adulta. Los investigadores consiguieron analizar los datos de participantes durante medio siglo y elaboraron el mayor estudio internacional prospectivo sobre enfermedades cardiovasculares que comienza en la infancia. Los resultados se publicaron en la revista New England Journal of Medicine.

La prevención implica un abordaje integral en el cual la alimentación ocupa un lugar preponderante y es necesario que sea variada, nutritiva y balanceada
La prevención implica un abordaje integral en el cual la alimentación ocupa un lugar preponderante y es necesario que sea variada, nutritiva y balanceada

El estudio internacional llevado a cabo por el Consorcio Cardiovascular Internacional de la Infancia (i3C), descubrió que 5 factores en la en la primera infancia, estaban clínicamente relacionados con eventos cardiovasculares, como el ataque cardiovascular o ictus (ACV) y el infarto de miocardio, o la muerte, a partir de los 40 años de edad. Estos son las 5 circunstancias mencionadas:

1 - Índice de masa corporal (que puede indicar sobrepeso)

2 - La presión arterial

3 - El colesterol

4 - Los triglicéridos (un tipo de grasa que se encuentra en la sangre)

5 - El tabaquismo juvenil

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