En lo que va del 2022, los incendios forestales han arrasado miles de hectáreas en la Argentina y al menos nueve provincias presentan focos de incendios activos en este momento: Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Salta, Jujuy, San Luis, La Rioja, San Juan, y Chaco, según el último reporte del Ministerio de Ambiente de la Nación.
El fuego avanza y, además de consumir y extinguir recursos naturales que tardarán muchos años en recuperarse, genera un alto impacto en la salud de las personas y los animales. La contaminación del aire agrava los cuadros respiratorios, provoca reacciones alérgicas y puede irritar la vista y la nariz.
La doctora Stella Maris Cuevas, otorrinolaringóloga y alergista especialista en olfato, advirtió en Infobae que “el humo tiene un impacto muy nocivo en nuestra salud. Más allá de la irritación ocular y la congestión nasal, también puede traer consecuencias en los pulmones, como broncoespasmo, y dolor de cabeza intenso”.
Exponerse al humo, “empeora el estado de las personas alérgicas y asmáticas y también puede afectar el sentido del olfato. Los grupos más vulnerables son los niños pequeños y los adultos mayores”, apuntó la ex presidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA).
Para mitigar el ingreso de aire con partículas de la quema de pastizales, los barbijos se convierten en una ayuda para evitar la entrada de los pólenes en la boca y en la nariz, son necesarios para evitar la inhalación de humo, y se le debe sumar el uso de anteojos protectores, para proteger también los ojos, apuntó la doctora Cuevas.
Por su parte, en Rosario, una de las ciudades más afectadas de Santa Fe por la quema de pastizales en la zona del Delta del Paraná, la Secretaría de Salud Pública pidió evitar la actividad física al aire libre para disminuir la exposición al aire contaminado por las partículas de los incendios.
Los animales también sufren las consecuencias de estas prácticas irresponsables, ya sea por quemaduras, lesiones o complicaciones respiratorias que provocan la muerte de distintas especies. De esta forma, se ve comprometido todo el ecosistema de la región.
En los últimos 5 años se vienen registrando los picos más altos de incendios forestales en el país y según el SNMF, el 95% del total de los focos fueron provocados por la acción humana. Existen varios factores que hoy se conjugan al mismo tiempo y que, sumados a la intervención humana, favorecen la propagación de las llamas y, con ella, la del humo:
- Las sequías
- La presencia de viento norte
- Las altas temperaturas
- La ausencia de lluvia
Cinco consejos para protegerse del humo
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, recomiendan seguir estas pautas para evitar respirar el humo de los incendios:
1 - Los barbijos contra el polvo no son suficientes para protegerlo. Utilizar mascarillas N95 brindará más protección cuando se usan adecuadamente que los barbijos comunes.
2 - Mantenga el aire interior tan limpio como sea posible. Cierre las puertas y las ventanas, a menos que haga mucho calor afuera, ya que esto podría hacer que haga mucho calor también adentro. Si tiene aire acondicionado, enciéndalo, pero cierre la entrada de aire de afuera y mantenga el filtro limpio para evitar que entre el humo.
3 - No aumente la contaminación del aire interior. Si las concentraciones de humo son altas, no encienda nada que entre en combustión como estufas o chimeneas. No pase la aspiradora porque esto mueve las partículas que ya hay en su casa. No fume tabaco ni ningún otro producto ya que con ello aumentará la contaminación del aire.
4 - Prestar atención a los informes locales sobre la calidad del aire. Cuando ocurra un incendio forestal en su zona, esté atento a las advertencias sobre los peligros del humo para la salud. Tome precauciones adicionales de seguridad como, por ejemplo, evitar estar al aire libre.
5 - Evite exponerse al humo cuando practique actividades recreativas al aire libre. Los incendios forestales pueden producir mucho humo. Es preferible posponer estas actividades o realizarlas en interior para evitar la inhalar aire contaminado.
Qué barbijos utilizar
“Recomendamos el uso del barbijo para las personas que estén en zonas donde hay humo provocado por incendios de pastizales”, dijo a Infobae el presidente saliente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, médico y especialista en alergias Pablo Moreno. “Por el tamaño de las partículas que circulan por los incendios, se aconseja un barbijo N95 o un doble barbijo quirúrgico. Ambos pueden ayudar”.
Por el polvo o por las cenizas que se generan tras los incendios, las personas que están cerca pueden quedar expuestas a partículas de diámetro menor a 10 micras. Esas partículas pueden llegar a los alveolos pulmonares, donde se realiza el intercambio gaseoso. Pueden pasar a la sangre y traer efectos secundarios en otros órganos, alertaron en la asociación médica.
El humo puede contribuir a una mayor exposición a la contaminación atmosférica a distancias más largas con efectos más a largo plazo: las partículas son capaces de penetrar profundamente en los conductos pulmonares y entrar en el torrente sanguíneo, lo que provoca principalmente impactos cardiovasculares y respiratorios.
¿Cómo influye el humo en las personas con síndrome de hipersensibilidad química?
“El síndrome de hipersensibilidad química es un enfermedad irritante y difícil de diagnosticar. Se presenta como una reacción exagerada del sistema nervioso a ciertos estímulos”, explicó la doctora Cuevas.
En el caso de la hipersensibilidad química se ven afectados el sistema nervioso, endocrino e inmunológico: la comunicación entre ellos presta múltiples alteraciones. El humo y la emisión de gases tóxicos son muy dañiños para los pacientes que tienen este síndrome.
Por razones aun no conocidas, en presencia de distintas sustancias, se inicia en estas personas un proceso de hipersensibilidad y de mala tolerancia, que finaliza con una reacción sobreexagerada del sistema inmunitario. En esta respuesta pueden participar las inmunoglobulinas A, E y G o las citocinas, que son mediadores inflamatorios que provocarían los síntomas y signos multisistémicos.
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