La crianza que dan a sus hijos las madres y padres narcisistas van en contra de las cualidades básicas para una buena educación y acompañamiento de los niños que son la empatía, la compasión y la voluntad de hacer que algunas de las necesidades propias sean secundarias.
La doctora Ramani Durvasula, psicóloga especialista en el estudio de los impactos del narcisismo en las relaciones familiares ha detectado cómo impacta en las relaciones familiares la crianza que llevan adelante las personas con este rasgo de personalidad. Aseguró, incluso, que ha visto como este tipo de casos van en aumento.
Durvasula advirtió que una crianza narcisista no se trata de presumir en las redes sociales o de obligar a los hijos a realizar actividades extracurriculares rigurosas. “Va mucho más allá y es una de las formas más tóxicas de criar a tus hijos. Los padres narcisistas tienen dificultades para permitir que sus hijos se conviertan en su propia persona o que satisfagan sus propias necesidades”, aseguró en una nota para CNBC.
El problema de un adulto narcisista, cuando tiene hijos, es que los niños no ofrecen el tipo de retroalimentación positiva continua que ellos anhelan y estos padres egocéntricos tienden a reaccionar de dos formas distintas. Durvasula y Keith Campbell, profesor de psicología en la Universidad de Georgia y experto también en narcisismo, indicaron que, por un lado, algunos pierden interés por sus hijos al no encontrar esa aprobación y buscan otras fuentes de validación.
Por otro lado, otros narcisistas ven a sus hijos como un reflejo de sí mismos y se vuelven padres “helicóptero”: hiperactivos y controladores. En ambos casos, la desconexión es la el punto clave, porque incluso el padre narcisista demasiado involucrado está emocionalmente separado de su hijo y carece de calidez, según los expertos.
La especialista reunió en 7 puntos los rasgos más comunes de los padres y madres narcisistas:
1- Ven a su hijo como una fuente de validación
La experta lo explicó del siguiente modo: “Los narcisistas a menudo alardean en voz alta de sus hijos cuando marcan el gol de la victoria u obtienen el papel principal en la obra escolar. Es posible que se los vea fanfarronear constantemente en línea o mencionar la belleza o el talento de sus hijos en una conversación”.
Pero... cuando no se trata de los logros de su hijo, es un progenitor “desapegado y desinteresado”. Tiene, además, a avergonzar las necesidades de validación que tienen sus niños y, por el contrario, “los ven como una herramienta para satisfacer esas necesidades por sí mismos”.
2- Son emocionalmente reactivos, pero avergüenzan las emociones de sus hijos
Durvasula recordó un estudio de 2021 que analizó cómo “las personas con altos niveles de narcisismo son propensas a comportamientos agresivos y violentos, especialmente cuando son provocados”. Así, los padres y madres narcisistas suelen estar enojados y agresivos cuando se sienten decepcionados o frustrados. “Si creen que su hijo está siendo crítico o desafiante, pueden atacar. Estas reacciones pueden manifestarse como gritos, accesos repentinos de ira o, en casos más graves, violencia física”, remarcó la psicóloga.
Estas personas tienden a despreciar las emociones ajenas porque se sienten incómodos y, en ocasiones, llegan a avergonzar a sus hijos para que no compartan lo que sienten. “Supéralo, no fue tan grave” o “Deja de llorar y sé más fuerte”, son frases que puede que se les escuche decir.
3- Siempre anteponen sus propias necesidades
Es verdad que muchas veces se necesita anteponer los problemas cotidianos a las necesidades habituales de los niños, pero Durvasula señaló que los padres y madres narcisistas “esperan que sus hijos hagan sacrificios para poder hacer o tener lo que quieren”.
“Por ejemplo, si a los padres les gusta navegar, sus hijos deben navegar todos los fines de semana. O si el padre tiene un partido de tenis, nunca se lo perderá, ni siquiera para algo importante como una ceremonia de graduación”, asegura.
4- Tienen límites pobres
Tienden a ser irrespetuosos con sus hijos y transcurrir desde evitar interactuar con su hijo porque no tienen ganas, a interrumpirlos y pedirles que hagan lo que ellos necesitan como una forma de que “el niño los valide”, dijo.
En ocasiones hacen preguntas o critican abiertamente a sus hijos de una manera “intrusiva”, como comentar el peso, la apariencia u otros atributos que hacen que el niño se sienta incómodo.
5- Tienen favoritos entre sus hijos
Las madres y padres narcisistas cometen el error de exaltar a uno de sus hijos manipulando para mantener el poder. Así pueden tener un hijo favorito al que alaban en exceso mientras hablan mal del otro niño.
Esto, dijo la experta, “puede hacer que los niños se sientan incómodos, desleales y psicológicamente inseguros. Pueden creer que necesitan estar de acuerdo o impresionar al padre narcisista para evitar su ira y mantener una buena reputación en la unidad familiar”.
6- Le echan la culpa a sus hijos
Las personas narcisistas necesitan sentirse perfectos por lo que evitan asumir la responsabilidad de sus propios errores y muchas veces culpan a sus hijos. “Pueden ser crueles cuando se sienten criticados y sus comentarios suelen herir”, añadió.
Estas pueden ser algunas de sus frases típicas: “Es tu culpa que esté tan cansado” o “Podría haber tenido una gran carrera si no tuviera que lidiar contigo”.
Este tipo de comentario, a lo largo del tiempo, hará que los hijos los internalicen y se sientan culpables: “Cuando tengo necesidades, hago que todos los demás se sientan o se desempeñen peor”, pueden llegar a pensar.
7- Esperan que el niño sea el cuidador
Durvasula cree que los padres y madres narcisistas muchas veces siendo jóvenes tienden a enviar el mensaje a sus hijos que indica que tienen la obligación de cuidarlos.
Esto a menudo se extiende hasta bien entrada la edad adulta, cuando el padre o madre narcisista “puede ser bastante manipulador”, dijo la experta. Un comentario común podría ser: “Te alimenté y te vestí, así que ahora me debes”. Muchos narcisistas esperan que sus hijos les brinden atención y apoyo más adelante en la vida.
¿Puede haber un cambio?
La experta no se limitó a cargar las tintas en los rasgos nocivos típicos de un narcisista y aseguró que es posible un cambio. “Si te encuentras relacionado con alguno de los rasgos anteriores, no te preocupes, todos tenemos un cierto nivel de autoimplicación. Sin embargo, hay varias estrategias que puedes usar para cambiar tu forma de pensar y tus hábitos”, recomendó.
Y aportó estos datos para superarse
1- “No engañe a su hijo. Si dicen: ‘siempre estás enojado conmigo’, no digas: ‘ese no es el caso’. Esto solo los confundirá más. En lugar de eso, enfréntate al niño con empatía: ‘Lo siento mucho. ¿Quieres hablar de eso? ¿Cómo te sientes?’”, recomendó responder.
2- “Otra estrategia es evitar el perdón forzado. El perdón forzado beneficia al padre al esconder su mal comportamiento bajo la alfombra, pero solo fomenta la autoculpabilidad y la confusión en el niño. Deje que el niño tenga su experiencia”, dijo.
3- Por último, “considere la terapia, es uno de los mejores lugares para explorar sus actitudes y tendencias de crianza”, concluye.
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