El 4 de septiembre de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, una iniciativa promovida por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) desde 2010. La finalidad de esta fecha es concienciar acerca de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos. Asimismo, se trata de divulgar información acerca de los factores de riesgo, enfermedades de transmisión sexual y contagios, así como las precauciones pertinentes para una vida sexual saludable.
Sobre esto último hicieron hincapié en el último tiempo la mayoría de las sociedades médicas globales, alarmadas por el aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en la Argentina y en el mundo.
Las ITS no respetan raza, edad, ni sexo, ni nivel socio económico cultural. Y suponen un problema de salud global, de importancia creciente debido al aumento progresivo de su incidencia.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día más de un millón de personas contraen alguna infeccipon de transmisión sexual, lo que significa que anualmente unos 376 millones de personas contraen infecciones por Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae (gonorrea o blenorragia), Trichomonas vaginalis y Treponema pallidum (Sífilis).
Como ejemplos, más de 290 millones de mujeres están infectadas por el virus del papiloma humano (VPH), y el número de personas con infección genital por virus del herpes simple supera los 500 millones.
En cuanto a la sífilis, en Argentina, la tasa de casos reportados en varones y mujeres se cuadruplicó entre 2013 y 2018 (creció un 330%: pasó de 11,7 a 50,4 cada 100 mil habitantes), con un pico en el grupo de los jóvenes de 15 a 24 años. En 2018 se notificaron 22.428, casi un 16% más que en 2017. También crecen año a año los casos de sífilis congénita (transmitida de madre a hijo durante el embarazo).
La proporción de positividad en las pruebas que se les realizan a las mujeres embarazadas se duplicó de 2013 a 2018 (pasó del 2% al 3,8%). Desde 2010 la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional crecía de modo sostenido, muy marcadamente en los últimos cinco años, hasta su pico en 2019, con 56,12 personas por cada 100 mil habitantes para ambos sexos en todo el país.
Los datos de 2020 del Boletín sobre el VIH, sida e ITS en la Argentina N°38 muestran una fuerte caída en la notificación de todos los eventos de transmisión sexual tras la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19.
“Una rápida lectura sugiere que la principal causa se debe a una menor carga de notificaciones fruto de la tensión a que estuvieron sometidos los servicios de salud (en especial, los laboratorios) durante la pandemia. Si bien esta primera interpretación es en parte acertada, deja fuera una serie de factores e impide contemplar la complejidad de la situación”. El análisis realizado desde el Área de Vigilancia en Salud de la Dirección Nacional de Epidemiología e Información Estratégica insinúa que “las medidas de aislamiento sanitario, por un lado, y las nuevas prácticas de autocuidado adoptadas por gran parte de la población, sin duda, han transformado el escenario”.
Por un lado, según los especialistas de la cartera sanitaria, “en el plano médico sanitario, los servicios reorganizaron sus acciones centrándose en la atención del COVID-19; esto hizo que se suspendieran consultas, pausaran tratamientos y que personas que eran habituales usuarios y usuarias del sistema hayan accedido menos a los servicios de salud”. Esto mientras en el plano social, las personas redujeron sus espacios de vinculación, acotaron encuentros y extremaron medidas de cuidado y, en este sentido, evitaron transitar por los centros de atención, lo que también contribuyó a que se redujeran las consultas médicas y por ende los diagnósticos.
“Aun tomando en cuenta el contexto actual y los aspectos antes mencionados, consideramos que las ITS continúan siendo un problema de salud pública muy necesario de atender”, insistieron.
Consultado por Infobae acerca de cuáles son las ITS que más crecieron en el último tiempo en el país, el médico infectólogo Gustavo Cañete (MN 70820) observó que “en general se ve un aumento global de las ITS. La sífilis y la gonorrea son las que más han aumentado en su frecuencia en la última década”.
“Por otra parte, continuamos diagnosticando todos los días nuevas infecciones por VIH que se adquieren casi en un 100% a través de relaciones sexuales”, apuntó el jefe de Infectologia del Hospital Iriarte de Quilmes, quien agregó que “otras ITS, como herpes simple, clamidia y HPV son motivo de consulta frecuente”.
Sobre las causas de este fenómeno, analizó que “algunos factores que favorecen este problema son: el menor temor a infectarse con VIH, la baja utilización del preservativo, el inicio precoz de las relaciones sexuales y las múltiples parejas sexuales”.
En tanto desde la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) pusieron el foco en las aplicaciones de citas, el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas como los principales promotores de las prácticas sexuales sin protección, que aumentan el riesgo de enfermedades como la sífilis, la gonorrea, la clamidia, el virus del papiloma humano (VPH), el herpes genital, la tricomoniasis, hepatitis B y C, y el VIH; entre otras patologías que tienen manifestaciones dermatológicas en algún momento de su evolución.
Lo hicieron en el marco de su primera campaña de concientización sobre ITS para promover la prevención y detección temprana de estas enfermedades, cuyo aumento en la sociedad es considerado de “nivel pandémico”, según alertaron.
A la hora de analizar las causas detrás de este aumento de las ITS, los especialistas de la SAD evaluaron que “en los útimos años aumentaron las prácticas de riesgo, como el uso de aplicaciones para citas, el consumo de drogas legales e ilegales y, especialmente, la reducción de las medidas de protección durante las relaciones sexuales”.
“Este cambio de tendencias coincidió con la mejoría en el pronóstico de las personas con VIH tras la introducción del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), que parece haber llevado a una cierta relajación en las medidas de prevención”, afirmaron los responsables de la campaña.
Según perciben los médicos que reciben pacientes en los consultorios especializados en este tipo de patologías, es cada vez más común la referencia a las nuevas formas de tener encuentros sexuales entre las prácticas de riesgo para contraer enfermedades como la sífilis, la gonorrea, la clamidia o el herpes genital. Los especialistas advirtieron que las apps de citas, las parejas sexuales abiertas y el sexo grupal, están facilitando los contactos “de una vez” sin protección.
Acerca de si hay alguna práctica más riesgosa que otra, Cañete destacó que “mantener relaciones sexuales sin el uso correcto del preservativo, relaciones múltiples, grupales y a veces combinadas con alcohol o consumo de sustancias” son todas situaciones que tienden a poner más en riesgo la salud. Y consultado sobre si estas enfermedades se incrementaron más en alguna franja etaria o grupo social en particular, apuntó: “Cualquier persona que tenga relaciones sexuales sin cuidado puede tener una ITS. Sin embargo se observa un mayor aumento entre adolescentes y jóvenes, hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras o trabajadores sexuales y personas trans”.
Y pese a que muchas personas eligen relaciones sexuales “sin coito”, como el sexo oral, la masturbación mutua y el sexo anal para evitar el embarazo y reducir el riesgo de ITS, los especialistas aseguran que si no se usa preservativo correctamente, en todos esos actos existe la posibilidad de transmitir o contagiar alguna patología.
Señales de alarma y la importancia de consultar a tiempo
Es importante tener presente que este grupo de enfermedades puede no presentar síntomas, lo que genera que sólo puedan detectarse con un análisis de sangre u orina. Es por eso que “hacerse exámenes médicos periódicos también protege, permite saber con seguridad si se tiene una ITS y recibir el tratamiento adecuado para mantenerse saludable y evitar contagiar a otras personas”, informaron desde la SAD.
En caso de embarazo, ambos padres deben realizarse los análisis. Si no lo hicieron al inicio, deben realizarlo preferentemente durante el segundo y tercer trimestre de la gestación para -en caso de ser necesario- recibir tratamiento y evitar la transmisión al bebé.
La mayoría de estas infecciones son tratables y muchas de ellas pueden curarse si se detectan a tiempo. “Los tratamientos en general son de corta duración, eficaces y permiten interrumpir la cadena de contagios. No las curan los remedios caseros ni los que fueron recetados a un conocido o familiar”, advirtieron los referentes de la campaña.
En el caso de presentar síntomas, los más frecuentes son:
- Lastimaduras en la zona genital, anal u oral con o sin dolor
- Secreciones de pus en los genitales (vagina y pene) o el ano
- Ardor al orinar
- Flujo genital o anal diferente al habitual
- Manchas en la piel
- Verrugas en los genitales (vagina y pene) o el ano
- Inflamación de ganglios
En este punto, Cañete resaltó que “no siempre las personas consultan a tiempo”. “Si aparece secreción, una lesión genital o dolor es probable que se consulte más rápidamente. Sin embargo, muchas veces estas infecciones tienen pocos síntomas y la consulta se posterga”, reconoció.
Y relacionado con eso, y ante la consulta de si es igual el tratamiento y la posibilidad de cura si estas enfermedades se detectan de manera temprana o tardía, sostuvo que “siempre es mejor el diagnóstico temprano. La mayoría de las veces el diagnóstico es rápido”.
“Para algunas ITS como VIH, sífilis y hepatitis existen actualmente test que permiten diagnosticarlas en unos minutos -señaló-. En sífilis, gonorrea, VIH y HPV demorar el diagnóstico puede llevar a complicaciones. En el caso del VIH, en nuestro país todavía el 30% de las personas se diagnostican tardíamente cuando la enfermedad está avanzada. Y esta es una situación evitable”.
Por eso recomendó que “aunque no haya síntomas, ante la menor duda es preferible realizar una consulta para descartar ITS”.
Situación del VIH en la Argentina
Este año se cumplen dos décadas desde que en la Argentina se estableciera la obligatoriedad de reportar los nuevos diagnósticos de VIH a la autoridad sanitaria, ya que hasta 2001 sólo se notificaban casos de sida. Durante la primera década de este siglo ambos eventos se vigilaron en paralelo, pero ya en la siguiente el reporte de casos de sida fue perdiendo fuerza a raíz de los cambios en los procesos salud/enfermedad del VIH, debidos principalmente al amplio acceso a la medicación antirretroviral en nuestro país entre quienes estaban diagnosticados. A su vez, se sumaron otros dos eventos de vigilancia epidemiológica relacionados con la transmisión vertical: expuestos perinatales y embarazos en gestantes con VIH.
Los datos que se presentan en el Boletín N°38 Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina abarcan el período 2010-2019, por lo que no se refleja en ellos el impacto de la pandemia de COVID-19. En cuanto a la caracterización de las personas infectadas, los casos utilizados se extienden hasta el año 2020.
La tasa de casos de VIH por 100 mil habitantes se estabilizó en el trienio 2017-2019, luego de un descenso sostenido durante los años previos. Esto se puede deber a la implementación del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud 2.0 como sistema de información epidemiológica y a que comenzaron a considerarse los diagnósticos por laboratorio sin ficha epidemiológica específica, lo que puede haber compensado el descenso en el segundo tipo de reporte. A su vez, el reporte de laboratorio da cuenta de la magnitud de los nuevos diagnósticos en tiempo real, sin el retraso que afectaba el circuito de carga de las fichas epidemiológicas.
Durante 2019, la tasa de VIH para ambos sexos se ubicó en 10,7 por 100 mil habitantes, 15,2 para los varones y 6,2 para las mujeres.
La estabilización en las tasas a partir de 2017 se observa en todos los grupos de edad, incluso en los intervalos entre 20 a 44 años, entre quienes más había caído en los años previos . Así, para 2019, la tasa más elevada la presentó el grupo de 25 a 34 años con un valor de 24,7 por 100 mil, seguida por el de 20 a 24 con 20,3 por 100 mil y por el de 35 a 44 con 18,3 por 100 mil.
La mediana de edad de diagnóstico de VIH fue ascendiendo en todos los géneros, salvo en los varones cis, entre quienes este indicador se ubica en 32 años desde hace más de cinco años. Entre las mujeres cis la mediana alcanzó los 35 años el último bienio, entre las mujeres trans 30 años y entre los varones trans, 32 años.
Sobre las vías de transmisión, el documento del Ministerio de Salud destaca que más del 98% de las personas diagnosticadas en el bienio 2019-2020 adquirieron el VIH por vía sexual. En el caso de los varones cis, el 36% en relaciones sexuales con mujeres y el 63%, con otros varones. A lo largo de la última década, fue ascendiendo la proporción de nuevos diagnósticos que tuvieron como vía más probable de transmisión las relaciones sexuales sin protección con otros varones. Entre las mujeres cis, las relaciones sexuales con varones también fueron aumentando proporcionalmente, aunque a expensas del descenso de los casos por transmisión vertical. En el caso de las mujeres trans, también fue creciendo el porcentaje de infectadas durante relaciones sexuales con varones, esta vez a expensas de la disminución en este grupo de los casos de infección durante relaciones sexuales desprotegidas con mujeres. Todos los varones trans reportados en el último bienio refieren haberse infectado durante relaciones sexuales con varones.
Finalmente, el uso compartido de material para el consumo de drogas como vía de transmisión del VIH, que alcanzaba casi la mitad de los casos hace 25 años, prácticamente ha desaparecido.
SEGUIR LEYENDO: