En el mundo ya se han reportado 45.955 casos de personas diagnosticas este año con la viruela del mono o viruela símica, que es causada por el virus Monkeypox. En ese contexto de circulación global del virus, ya se han confirmado 127 casos de viruela en la Argentina, según informó el Ministerio de Salud de la Nación. El total de casos confirmados aumentó un 59 % con respecto a la semana anterior, cuando solo había 80 casos notificados.
La situación de la viruela del mono en el país fue uno de los temas de la reunión que realizó ayer el Consejo Federal de Salud (COFESA), en la que participaron de manera presencial en Buenos Aires la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti y las autoridades sanitarias de las 24 jurisdicciones.
Durante la reunión del COFESA, la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte, informó que ya se notificaron 127 casos confirmados de viruela por Monkeypox.
La funcionaria explicó que, a diferencia del coronavirus SARS-CoV-2 que causa el COVID-19, el Monkeypox “es un virus de ADN, por lo que son menos probables los cambios importantes y frecuentes en la estructura genética”.
Rearte consideró que es importante “sensibilizar a la población y a los equipos de atención primaria de la salud ante la presencia de lesiones en la piel, aunque sean pocas y aisladas”. En base a los estudios publicados, la viruela del mono puede dar con una coinfección con enfermedades de transmisión sexual, como VIH. Desde la cartera de Salud se publicó un manual de vigilancia para los profesionales de salud .
Ante la situación del brote por viruela, que produce fiebre, inflamación de ganglios y diversas lesiones en la piel en diferentes zonas del cuerpo, la Ministra Vizzotti llamó “a avanzar en la sensibilización, la descentralización del diagnóstico, la capacitación y la comunicación libre de estigmas y de discriminación”, según se informó en un comunicado oficial de la cartera de Salud.
Se considera que uno de los primeros casos reportados fue el 6 de mayo pasado cuando se confirmó un caso de viruela del mono en el Reino Unido. Luego otros países europeos empezaron a diagnosticar más casos. El 27 de mayo se confirmó la infección en un hombre de 40 años en la Argentina, que había estado de viaje en España. Desde entonces, el registro de casos con la infección fue aumentando lentamente, pero durante el mes de agosto se triplicó. Había solo 23 casos confirmados a fines de julio en el país y ya esta semana se reportaron 127, según la última actualización de la Ministerio de Salud de la Nación.
El virus se está propagando por el contacto estrecho con lesiones en la piel o en las mucosas de personas que ya adquirieron la infección, especialmente durante relaciones sexuales. Con respecto a la posibilidad de vacunar a la población, la epidemióloga Rearte se basó en la postura del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ese grupo de expertos por el momento no recomienda la vacunación masiva ni de la población general contra la viruela símica. Por ahora, no se ha decidido autorizar vacunas contra viruela símica en la Argentina.
Además, el subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud, Juan Manuel Castelli, acotó que el Grupo SAGE solicitó recientemente que los países que ya utilizan vacunas contra la viruela símica lo deben hacer en el marco de un ensayo clínico para contar con evidencia sobre eficacia y seguridad. Si bien en América del Norte y Europa, hay países que autorizaron la vacunación, el grupo de expertos consideran que aún no hay pruebas suficientes de eficacia y seguridad.
Para agilizar los testeos de viruela, se empezó a realizar una descentralización del diagnóstico en el país. Los primeros estudios se hicieron en el Instituto ANLIS/ Malbrán en la ciudad de Buenos Aires. Su titular, Pascual Fidelio, contó durante la reunión con el COFESA que “varias provincias ya tienen los reactivos”. Agregó que se realizó una capacitación y “estamos colaborando en la transferencia”.
Como informó Infobae la semana pasada, los casos de viruela confirmados aumentaron más en agosto. “El aumento de los casos muestra la transmisibilidad de la enfermedad y la existencia de casos adquiridos en forma autóctona, es decir, sin viajes previos”, respondió a Infobae el médico infectólogo Gustavo Lopardo, vicepresidente de la Asociación Panamericana de Infectología y coordinador docente de FUNCEI en Buenos Aires. Señaló que los casos reales de personas con viruela símica en el país podrían ser más que los confirmados.
“Siempre debemos tener presente que los números publicados son de los casos confirmados. Hay pacientes que no consultan o que lo hacen muy tardíamente. Tanto el número de pacientes en el mundo como en nuestro país es mayor- comentó Lopardo-. Al no estar disponible la vacuna, debemos reforzar las medidas de prevención que están en relación con los contactos estrechos fundamentalmente por las relaciones sexuales”.
En tanto, el doctor Tomás Orduna, ex presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero y especialista en infectología del Hospital Muñiz, señaló en diálogo con Infobae: “Lo que está ocurriendo en la Argentina es similar a lo que ha ocurrido en otros países de Europa y otros de Sudamérica como Brasil y Perú. Empezó en viajeros y luego en personas que estuvieron en contacto estrecho con ellos. Va en camino a ser una situación endémica en cada país que se va instalando. Para controlar la propagación es necesario recordar que en este momento la mayoría de los pacientes estuvo en fiestas sexuales grupales o tuvo múltiples relaciones sexuales en poco tiempo. Por lo tanto, cuando se intente realizar ese tipo de prácticas, es importante que cada persona se encuentre sana y que haga antes una autoevaluación. Para eso se requiere que más personas conozcan cuáles son los síntomas de la viruela símica”.
Hoy la recomendación de la cartera de Salud es que toda persona con síntomas debe hacer la consulta médica. Si confirma el diagnóstico de viruela, debe permanecer aislada en una habitación o en un área separada en su domicilio, excepto si requiere atención médica. Cuando se detecta un caso de viruela, el personal de salud tiene que completar una ficha con preguntas sobre los antecedentes epidemiológicos del paciente. Puede negarse a contestar, pero en ese caso el paciente debe saber que tiene que avisar a las personas que fueron sus contactos estrechos para que estén atentos a la posible aparición de los síntomas, según la cartera de Salud.
Ya existen recomendaciones para las personas convivientes con los pacientes con viruela del mono. Deben evitar el contacto con la persona infectada, especialmente contacto de piel con piel, incluido el contacto sexual. “Se recomienda el uso de barbijo y distanciamiento siempre que no sea posible el aislamiento”, aconsejó la cartera de Salud. En caso de haber sido contacto estrecho con una persona con viruela, se debe hacer un seguimiento durante 21 días desde el último contacto con el caso confirmado y prestar atención a la potencial manifestación de síntomas. Si bien los contactos estrechos no tienen que hacer aislamiento en su hogar, deben evitar estar con personas inmunocomprometidas, gestantes, niñas y niños para evitar la transmisión del virus por la posibilidad de haber adquirido la infección.
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