Hoy les voy a hablar de todas esas veces que usted se pregunta de dónde salió esta idea o de dónde salió esta conducta. En las imágenes les muestro un poco cómo funciona el cerebro.
Más o menos, este es el tamaño que tiene el cerebro. Un kilo y pico, un poco más específico sería un kilo y 300 o 400 gramos, tanto en el hombre como en la mujer. Si lo divido por dos y lo separo, en el video se puede observar cómo es el cerebro más antiguo en todo el desarrollo de los animales vivientes, es el cerebro que se llama cerebro de reptil. Ese tiene más de 300 millones de años de evolución.
Después se empezó a desarrollar otro cerebro, el cerebro de los mamíferos, el emocional que está en esta zona, que vendría a ser la intermedia. Finalmente, se desarrolló el cerebro del ser humano. Mientras que el se encuentra en la parte más exterior, como se puede ver en el video, es el emocional y el racional. Es el más nuevo, que está en la corteza cerebral.
Y, ¿qué es lo que hace cada una de estas partes? El reptiliano es ataque o fuga. Tiene instinto de supervivencia, de procreación, de alimentarse, de lucha, de huida. Nada más. Ese tiene más de 300 millones de años.
Después está el cerebro de mamífero. Ese ya tiene emociones, tiene memoria, motivación, siente placer o displacer, siente gusto o disgusto, aprende, tiene conducta paternal y maternal, desarrollo de estrategias y puede prestar atención. Este, particularmente, tiene 200 millones de años.
Pero recién hace 7 millones de años se empezó a desarrollar el otro, el humano, el nuestro, el racional, el que tiene la razón, el juicio, que puede planificar, el que tiene el aprendizaje, el aprendizaje rápido; el que hace alianzas y que tiene más recursos.
No siempre, cuando tomo una decisión, estos tres cerebros están de acuerdo, muchas veces actúan en desacuerdo y ahí es cuando el cerebro le hace aparecer, por ejemplo, una idea que usted dice, “pero de dónde me salió esta idea tan rara”. Bueno es como cuando usted tiene una extrasístole o algún síntoma en el estómago que usted no lo pensó. No es una orden lo que lo que le dice el cerebro.
Lo que le dice el cerebro es una opinión y usted le puede discutir, porque usted no es su cerebro. “Yo quisiera mandar al demonio a ‘Fulano de Tal’”. Pero usted después dice: “No, pero no me conviene, no me conviene hacerlo”.
¿Le puedo creer a todo lo que me dice mi cerebro? En realidad no conviene que le crea a todo lo que dice su cerebro por la simple razón de que usted no es sólo su cerebro.
El cerebro genera ideas, produce interpretaciones que a veces tienen relación con la realidad y otras veces no. Es importante ser flexible y tener la capacidad de dudar de las propias afirmaciones y percepciones, porque con esa actitud va a obtener beneficios, va a lograr que la máquina funcione y va a ganar flexibilidad mental. Además, si usted se atreve a dudar de sus propios pensamientos, va a reducir el peso de su propio ego, con lo cual su salud física y emocional va a desarrollarse en plenitud.
Por eso, no crea en todo lo que le dice su cerebro. Muchas veces es necesario establecer un juicio crítico frente a eso que creemos ver. Es mucho más cómodo creer todo lo que nos dice nuestro cerebro, pero las posibilidades de equivocarnos serán muchas si no cuestionamos ciertos pensamientos.
Entonces el cerebro, en realidad, son tres cerebros que conviven y de ahí salen todos los errores que tenemos los seres humanos. Recuerde, el cerebro da opiniones, pero no da órdenes.
*El doctor Alberto Cormillot (MN 24.518) es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
* Realización: Gastón Taylor y Alejandro Beltrame / Edición: Facundo Madero / Producción: Dolores Ferrer Novotný
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