Con más de 300 nutrientes y cantidades exactas de grasas, azúcares, agua, proteínas y vitaminas, la leche materna es un alimento ideal, completo y saludable para recién nacidos y niños menores de 2 años. Es por este motivo que la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebran cada año la Semana Mundial de la Lactancia Materna del 1º al 7 de agosto. Cuáles son todos los beneficios que brinda y qué recomiendan los expertos a la hora de amamantar.
El marco internacional que brinda esta semana, la cual cuenta con el lema “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable”, los expertos advirtieron que, entre los beneficios que otorga en los recién nacidos, la leche materna contiene los nutrientes necesarios para el óptimo crecimiento; disminuye el riesgo de desnutrición; brinda anticuerpos que protegen de enfermedades prevalentes de la infancia, como la diarrea, las alergias, el asma y las infecciones respiratorias.
Además, señalaron que la lactancia materna también reduce de 1,5 a 5 veces el riesgo de muerte súbita; es de fácil digestión, lo que disminuye los cólicos del bebé; tiene los líquidos y electrolitos suficientes para su hidratación; cuenta con la mejor biodisponibilidad de hierro, calcio, magnesio y zinc; favorece el desarrollo emocional e intelectual; previene problemas de salud mental a futuro; y ayuda a desarrollar un lenguaje claro tempranamente.
“La leche materna es el alimento ideal, completo y saludable para recién nacidos y niños menores de 2 años o más por contener más de 300 nutrientes y cantidades exactas de grasas, azúcares, agua, proteínas y vitaminas que el niño necesita para crecer y desarrollarse. A su vez, brinda muchos beneficios para el bebé, la madre, la familia, la sociedad y a las empresas e instituciones de los sectores públicos y privados”, sostiene Yudith Teresa Conde Ocampos, Licenciada Obstétrica y Titular Especialista en Lactancia Materna y Crianza del Hospital de Clínicas.
En ese sentido, la especialista del Hospital de Clínicas “José de San Martín” resaltó la importancia que posee la lactancia materna en la nutrición y seguridad alimentaria, y destacó que, incluso, protege contra las caries dentales y reduce el riesgo de realizar ortodoncia en la infancia y la adolescencia. Pero eso no es todo, ya que tiene efectos de largo plazo en la salud, porque disminuye la probabilidad de desarrollar en la edad adulta enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares e hipercolesterolemia
En lo que se refiere al vínculo afectivo con la madre, destacaron que los niños y niñas amamantados crecen más felices, seguros y estables emocionalmente, además de que el vínculo afectivo que se crea favorece el desarrollo de su autoestima y una personalidad saludable.
En tanto, entre los beneficios que señalaron los expertos, a nivel materno produce hormonas especiales que le ayudan a sentirse relajada y cariñosa hacia su bebé. Al tiempo que ayuda a la rápida recuperación después del parto, ya que tiende a quemar calorías adicionales -lo que permite recuperar rápidamente el peso previo al embarazo- y previene la depresión post-parto. Mientras que a largo plazo previene tanto la osteoporosis como el cáncer de mama y de ovario; y disminuye el riesgo de sangrado en el post parto, por lo tanto disminuye el riesgo de desarrollar anemia.
Incluso, al evaluar cuánto tiempo debería durar la lactancia y cómo se debería acompañar con la alimentación, Conde Ocampos resaltó que “los bebés deben ser amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, y después introducir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, mientras se continúa con lactancia materna hasta los dos años o más. Esto está bien demostrado científicamente”.
Y agregó: “Es el binomio madre/hijo quienes deciden hasta cuándo mantener la lactancia. Dar el pecho más allá de los dos años del lactante, aunque poco frecuente, sigue siendo beneficioso para ambos. Cuando llegue el momento del destete, se realizará de forma progresiva y lenta, para evitar problemas tanto al bebé como a su madre”.
Por otro lado, la experta destacó que la mujer que amamanta no precisa de dietas especiales, sino que la mejor alimentación proviene de una dieta sana y variada, evitando aditivos y contaminantes. “Sólo en algunos casos, por enfermedad o problemas nutricionales, el médico puede aconsejar algunos suplementos”, dijo la especialista del Hospital de Clínicas.
“No existen alimentos prohibidos durante la lactancia. El aroma de los alimentos pasa a la leche y puede hacer cambiar su olor y su sabor, esto ayuda al bebé a familiarizarse con diversos sabores, lo que le permitirá aceptar más fácilmente la alimentación complementaria. Sólo en el caso de observar de forma repetida que tras haber comido la madre un determinado alimento y el bebé muestre algún tipo de molestia (vómitos, diarreas, erupciones, malestar o rechazo de la leche), puede que sea necesario evitar ese alimento en concreto”, advirtió.
Cuáles son los mitos sobre la lactancia
Pese a que se conocen desde hace años los beneficios que brinda la lactancia materna, también existen varios mitos sobre este comportamiento que deben ser desmentidos. Entre los más comunes, que son completamente erróneos, se encuentran: la lactancia materna es más fácil; amamantar duele; se deben lavar los pezones para amamantar; hay que separar al binomio para que la madre descanse y se recupere; el ejercicio es contraproducente para amamantar; se deben comer alimentos sencillos; si no se prende de inmediato al nacimiento será más dificultoso; nunca hay que usar fórmula si se quiere amamantar; muchas madres no pueden producir suficiente leche; no se debe amamantar si se está enferma; no se puede ingerir ningún medicamento durante la lactancia; los bebés que son amamantados son más apegados; es difícil destetar si se amamanta más de un año; si se retoma el trabajo se deberá destetar.
“Debemos tener en claro que la lactancia materna es una responsabilidad compartida que involucra no sólo a la madre y su recién nacido, sino también a la familia, el entorno social y el ámbito laboral”, aseguró Conde Ocampos, al tiempo que advirtió que existen dos problemas. Por un lado, la OMS recomienda la “lactancia materna exclusiva”, la cual no puede ser garantizada si la mujer debe retomar una vida laboral que le brinde su independencia y autonomía. Por el otro, recordó que existen mujeres que, en su pleno derecho, no sienten el deseo de amamantar o no tienen la posibilidad, ya sea física o emocional, de hacerlo.
Es por este motivo que la experta indicó que “la situación, entonces, es bien compleja. Las que quieren y pueden no tienen cómo, ni dónde; y las que no pueden o no quieren son tratadas casi como desalmadas”. Es por este motivo que Conde Campos recordó que en la Argentina existen las leyes 26.873 y 27.611, esta última conocida como la “Ley de los 1000 días”, que son las responsables de ofrecer acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños.
“Hay pocos lugares de trabajo donde tienen un lactario o jardines que brinden un espacio amigable para la lactancia materna. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ha comprobado que se ha llevado al abandono de esta práctica por estos y otros obstáculos que se le presentan a las madres”, advirtió la especialista; siendo que, de acuerdo a datos de la SAP, por cada mes de licencia que se extienda, podría reducirse un 13% la mortalidad infantil.
Qué recomiendan los expertos para una lactancia exitosa
-Prepararse durante el embarazo, ambos progenitores.
-Comenzar la lactancia en la primera hora de vida.
-Acudir a un grupo de apoyo y compartir experiencias con otras familias.
-Contar con palabras de aliento, evitar críticas y dar frases que ayudan.
-Recordar siempre que la lactancia es a libre demanda, es decir, sin horarios, ya que a mayor succión del bebé, mayor estimulación y mayor producción láctea.
-Cada mamá y cada familia puede tomar la decisión que crea más apropiada en su estilo de crianza.
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