Este sábado, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció la activación del nivel de alerta máxima para hacer frente al brote de viruela del mono. Con lo cual, esta enfermedad ahora está clasificada como una emergencia de salud global. Según cifras del organismo sanitario mundial, en, al menos, 75 países se detectó un total de 17.000 personas afectadas por esta dolencia, de las cuales 5 fallecieron. Cuáles son los factores que impulsaron esta reciente denominación para la viruela símica
Según la definición de la OMS, para poder declarar una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (ESPII o PHEIC, por sus siglas en inglés) la situación debe cumplir con tres criterios: ser “un evento extraordinario”, que constituye un “riesgo para la salud pública de otros Estados a través de la propagación internacional de enfermedades”, y que, “potencialmente, puede requerir una respuesta internacional coordinada”.
Científicos de 16 países donde se identificaron casos de viruela símica realizaron el estudio más grande, hasta el momento, sobre el brote que ya puso en emergencia sanitaria al planeta. Según señalaron, observaron 528 infecciones confirmadas y detectaron cambios en los síntomas propios de la enfermedad e identificaron las principales formas de contagio.
Cómo se modificaron los síntomas de la viruela del mono, según los últimos estudios
Investigadores del Reino Unido, Israel, Alemania, Canadá, México, España, Suiza, Italia, Bélgica Francia, Holanda y Dinamarca, entre otras naciones, publicaron el primer informe detallado sobre los síntomas y la transmisión de más de 500 pacientes de 16 países, que se han atendido entre mayo y junio pasado. El documento, que fue difundido en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM), advirtió que “las lesiones cutáneas genitales solitarias y las que afectan a las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden conducir fácilmente a un diagnóstico erróneo de sífilis y otras infecciones de transmisión sexual, lo que a su vez puede retrasar la detección”.
En ese sentido, los expertos señalaron que identificar estos nuevos síntomas clínicos de la infección por viruela símica ayudarán al diagnóstico futuro y a frenar la propagación de la infección. Siendo que muchos de los individuos infectados y examinados en el estudio presentaron síntomas no característicos con las definiciones médicas actuales de la viruela del mono.
Entre los síntomas detectados por los expertos se encuentran: lesiones genitales únicas y llagas en la boca o el ano. Según los expertos, estos síntomas clínicos son similares a los que se evidencias de las infecciones de transmisión sexual, como sífilis, y pueden llevar fácilmente a un diagnóstico erróneo; siendo que en algunos pacientes los síntomas anales y orales han provocado el ingreso en el hospital para tratar el dolor y las dificultades para tragar.
“Un diagnóstico erróneo puede retrasar la detección y, por tanto, dificultar los esfuerzos para controlar la propagación del virus”, afirmaron los expertos. Al tiempo que instaron a que el personal sanitario identifique estos nuevos síntomas con el objetivo de aumentar las tasas de diagnóstico cuando las personas de los grupos de riesgo presenten los síntomas tradicionales de las infecciones de transmisión sexual.
La doctora Chloe Orkin, catedrática de Medicina del VIH en la Universidad Queen Mary de Londres, directora de la colaboración SHARE y una de las coautoras del trabajo, destacó que “las actuales definiciones internacionales de casos deben ampliarse para añadir síntomas que no se incluyen actualmente, como las llagas en la boca, en la mucosa anal y las úlceras simples. Estos síntomas concretos pueden ser graves y han provocado ingresos hospitalarios, por lo que es importante hacer un diagnóstico”.
Asimismo, resaltó que “la definición de caso ayudará a los médicos a reconocer más fácilmente la infección y así evitar que la gente la transmita. Dadas las limitaciones mundiales en el suministro de vacunas y antivirales para esta infección tropical desatendida y crónicamente infra-financiada, la prevención sigue siendo una herramienta clave para limitar la propagación mundial de la infección humana por viruela del mono”.
“Si bien esperábamos diversos problemas cutáneos y erupciones, también descubrimos que una de cada diez personas tenía una única lesión cutánea en la zona genital, y que el 15% tenía dolor anal y/o rectal. Estas diferentes presentaciones ponen de manifiesto que las infecciones por viruela símica podrían pasar desapercibidas o confundirse fácilmente con infecciones comunes de transmisión sexual, como la sífilis o el herpes. Por lo tanto, sugerimos que se amplíen las definiciones actuales de los casos”, explicó el doctor John Thornhill, médico consultor en salud sexual y VIH y profesor clínico titular del Barts NHS Health Trust y de la Universidad Queen Mary, en Londres.
Por qué la transmisión de la viruela del mono la convirtió en emergencia internacional
Desde mayo hasta ahora, los casos de viruela del mono siguen en aumento. Y pese a que los científicos destacaron que la propagación del virus afecta de forma desproporcionada a los hombres que tienen sexo con hombres, siendo que el 98% de las personas infectadas pertenecen a este grupo, resaltaron que no se trata de una enfermedades de transmisión sexual (ETS), ya que el virus puede transmitirse por cualquier contacto físico cercano, a través de grandes gotas respiratorias y, aunque aún no se logró determinar completamente, a través de la ropa y otras superficies.
“Es importante destacar que la viruela del mono no es una infección de transmisión sexual en el sentido tradicional; puede adquirirse a través de cualquier tipo de contacto físico cercano. Sin embargo, nuestro trabajo sugiere que la mayoría de las transmisiones hasta ahora han estado relacionadas con la actividad sexual, principalmente, pero no exclusivamente, entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres”, dijo Thornhill.
Sobre este aspecto, Adhanom Ghebreyesus afirmó que “esta forma de transmisión representa tanto una oportunidad para realizar intervenciones de salud pública focalizadas y un reto, ya que en algunos países las comunidades afectadas se enfrentan a formas de discriminación que ponen en riesgo sus vidas”. “Existe una preocupación que es real de que los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres puedan ser estigmatizados o culpados por el brote, lo que haga que sea más difícil el seguimiento y la contención de los casos”, agregó el titular de la OMS.
Thornhill, en tanto, se refirió a los beneficios de este análisis realizado por expertos de 16 países y señaló que “este estudio de investigación aumenta nuestra comprensión de las formas de contagio y de los grupos en los que se propaga, lo que ayudará a la rápida identificación de nuevos casos y nos permitirá ofrecer estrategias de prevención, como las vacunas, a los individuos con mayor riesgo”.
Es más, el experto, que fue el primer autor del trabajo, señaló que detectaron al virus en una gran proporción de las muestras de semen analizadas de personas con viruela símica. Aunque advirtió que “esto puede ser incidental, ya que no sabemos si está presente en niveles lo suficientemente altos como para facilitar la transmisión sexual. Se necesita más trabajo para entenderlo mejor”, siendo que el estudio arrojó que el 95% de los casos se transmitió a través de actividad sexual.
“Las consecuencias clínicas en esta serie de casos fue tranquilizadora”, indicaron los expertos y destacaron que “la mayoría de los casos fueron leves y se curaron sin tratamiento, y no hubo muertes. Aunque el 13% de las personas fueron hospitalizadas, no se reportaron complicaciones serias en la mayoría de casos”.
Vale destacar que, el pasado viernes, los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) informaron la detección, por primera vez, dos casos de viruela del mono en niños. En un comunicado, los entes sanitarios señalaron que uno de los menores infectados es un residente en California de menos de dos años, mientras que el otro se encontraba en EEUU, pero no reside habitualmente en el país. Los responsables sanitarios indicaron que ambos casos están relacionados y que lo más probable es que los niños se infectaran en casa por transmisión de un familiar.
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