Los riesgos del sarampión: cómo actúa uno de los virus más contagiosos y quiénes tienen que vacunarse

A dos años exactos de que la Argentina haya sido declarada “territorio libre de sarampión”, las autoridades sanitarias confirmaron ayer un caso en una niña de dos años de Vicente López, que tenía la vacunación al día contra la enfermedad y mantuvo contacto con un familiar que regresó recientemente de un viaje por Europa y África.

La Argentina había eliminado el virus del sarampión y no presentaba casos autóctonos desde el año 2000. Luego, a fines de agosto de 2019 se inició en el país el brote más extenso de la enfermedad desde que se logró la eliminación de la circulación endémica.

Y si bien la niña ya superó el período agudo de la enfermedad, y sus contactos familiares y escolares se encuentran en seguimiento, el caso activó la alerta entre las autoridades sanitarias y los especialistas sobre la baja en las tasas de vacunación en el país, algo que ya ocurría en la prepandemia y se incrementó tras la irrupción del COVID-19.

“El sarampión está eliminado en Argentina pero es endémico en muchos países. Es fundamental que niños, niñas y adultos tengamos el esquema completo de vacunación para evitar la reintroducción en nuestro país”, publicó en su cuenta de Twitter la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica de la cartera sanitaria, Analía Rearte.

Consultado por Infobae, el médico infectólogo Pablo Bonheví (MN 62648) consideró que “es muy importante la detección de un caso porque evidentemente éste fue transmitido a partir de otro caso que llegó al país, y o bien no tuvo las manifestaciones clínicas que permitieran sospecharlo o no consultó”.

Para el miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), “muy probablemente esto indique que hay que elevar el nivel de alerta para la detección de estos casos porque es una enfermedad sumamente transmisible en un contexto donde las coberturas de vacunación han bajado entre 2009 y 2010 un 10% y en el año 2020, el primer año de la pandemia, estuvieron por debajo del 78% para la primera y segunda dosis”.

Bonheví destacó que pese a que “el año pasado la cobertura llegó a poco más del 81% para la primera dosis”, aún se encuentra “muy por debajo del 95% que es lo esperable de cobertura para esta vacuna”. Y agregó: “Esta baja en las tasas de vacunación hace que a lo largo de los años se vayan acumulando lo que llamamos susceptibles, que son personas que al no estar vacunadas tienen más riesgo de adquirir la infección”.

A raíz del caso notificado ayer, desde la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) emitió un comunicado en el que se recomienda a los médicos “revisar de rutina los antecedentes vacunales con el fin de iniciar o completar el Calendario de Vacunación tanto de los niños y adolescentes como de sus convivientes”, además de “jerarquizar la cuidadosa anamnesis y examen físico ante una consulta por enfermedad febril exantemática (EFE)”.

Y tras destacar que “el antecedente vacunal no descarta la sospecha clínica, por cuanto la vacunación presenta fallo primario (no respuesta a la primera dosis) y fallo secundario (pérdida de la inmunidad en el transcurso de los años)”, los expertos de SADIP añadieron que “la EFE es de notificación obligatoria inmediata y por la vía más rápida, por cuanto corresponde a la vigilancia de sarampión – rubéola, que son dos enfermedades eliminadas en el país”.

“Ante la sospecha, además, se debe indicar/proveer al caso de barbijo quirúrgico para el regreso a su domicilio e indicar el aislamiento y brindar las pautas de alarma hasta la confirmación del diagnóstico de certeza, que lo brindarán los estudios del laboratorio virológico”, agregaron.

El sarampión es una enfermedad viral que afecta principalmente a los niños, y en algunos casos puede presentar complicaciones. Debido a que es una de las infecciones más transmisibles, cobra especial importancia la protección que brinda la vacuna, y que en la Argentina está incluida en el calendario nacional gratuito y obligatorio.

“Es una enfermedad que si bien en muchos casos transcurre sin complicaciones, estas complicaciones pueden existir y son mayores todavía en los países con niveles de pobreza y desnutrición elevados -ahondó Bonheví-. En esos casos, las complicaciones pueden ser neumonías o cuadros de encefalitis, que es una inflamación del sistema nervioso central, o un cuadro que se ve años después que se llama panencefalitis esclerosante progresiva, que también es un cuadro neurológico muy grave”.

El especialista insistió que “son pocas las veces que se presentan esas complicaciones, pero en el contexto la enfermedad puede ser letal en uno a dos de cada mil niños, con lo cual es muy importante estar alerta en este escenario de bajas coberturas de vacunación, lo cual significa que hay un alto porcentaje de niños que no está protegido contra la enfermedad, lo que puede originar en una enfermedad altamente transmisible que empiecen a aparecer más casos”.

Según el Calendario Nacional de Vacunación, las personas deben contar con una dosis de la vacuna triple viral a los doce meses, y una segunda dosis a los cinco años y antes del ingreso escolar.

“A partir de los cinco años, todos los niños, adolescentes y adultos nacidos después de 1965 deben tener dos dosis”, amplió Bonheví, quien agregó que “si alguien no se acuerda si está vacunado, la recomendación es hacerse un estudio de sangre que se llama serología, que busca anticuerpos, en este caso contra sarampión. Si ese estudio da positivo la persona ya está protegida y si es negativo se tiene que aplicar estas dos dosis”.

Las personas nacidas antes de 1965 se consideran inmunes y no necesitan vacunarse. “Y por otro lado -aconsejó el especialista- para evitar que vengan casos del exterior, si alguien va a viajar con un bebé de menos de un año que no está vacunado hay que darle una dosis fuera de calendario para evitar que contraiga la enfermedad en el exterior. Y si tiene menos de cuatro años y va a viajar tiene que tener dos dosis”.

En el comunicado de la SADIP destacaron “la importancia de las acciones en el primer nivel de atención para evitar la transmisión debido la alta contagiosidad de esta enfermedad (un caso de sarampión contagia a 15 susceptibles y la tasa de ataque secundario en no vacunados es del 100%) y la posibilidad de emergencia de una epidemia focalizada”. “La notificación inmediata es el pilar fundamental para el inicio de las acciones de control a cargo de los responsables de Epidemiología y Enfermedades Inmunoprevenibles del Municipio correspondiente”, señalaron.

Finalmente, Rearte adelantó que entre el 1 de octubre y el 13 de noviembre de este año se realizará la Campaña Nacional de Seguimiento (CNS) contra sarampión, rubéola, paperas y poliomielitis 2022 para aumentar las coberturas de vacunación contra estas enfermedades.

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