La leche materna es el alimento más completo para los bebés, ya que les brinda todos los nutrientes que necesitan para crecer y para que su sistema inmunológico se desarrolle plenamente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan que la leche materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos hasta los 6 meses de edad y sugieren que esta se inicie en la primera hora de vida después del parto, que sea a libre demanda y se evite el uso de fórmulas infantiles. A partir de los 6 meses y hasta los dos años, o más, recomiendan que no se abandone la lactancia materna, sino que se combine con los platos adecuados y nutritivos para cada etapa.
Recientemente, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) difundió un documento llamado “Lactancia Materna, una responsabilidad compartida”. Según los expertos, ser amamantado no solo “es un derecho del bebé al recibir el alimento perfecto que representa la leche humana”, sino que además es responsabilidad que no sólo atañe a la madre.
“La recomendación de lactar en forma exclusiva hasta los 6 meses de edad y luego complementaria con otros alimentos hasta los 2 años, o más, de vida del bebé no debe asumirse como un acto que sólo le incumbe a la mamá, sino que involucra un compromiso del que participan y son responsables los restantes miembros del grupo familiar, del trabajo y de la sociedad toda en su conjunto”, aseguró la doctora Roxana Conti, médica pediatra y neonatóloga, y secretaria del Comité de Lactancia Materna de la SAP.
Según explicaron los expertos en el documento, “enfocar la lactancia con corresponsabilidad nos lleva a asumirla como un hecho cultural, colectivo, una tarea compartida que tiene un gran impacto en la salud de la persona que amamanta y, también, de la persona recién nacida, tanto en lo inmediato como en la salud futura”. Es por eso que señalaron como “imprescindible promocionar y fortalecer los Espacios Amigos de la Lactancia en los ámbitos laborales”, al tiempo que remarcaron “la evidencia que señala que por cada mes de licencia que se extienda, podría reducirse un 13% la mortalidad infantil”.
En la Argentina, la Ley N° 26.873 de Lactancia Materna y la recientemente sancionada ‘Ley de los 1000 días’ garantizan el derecho que tienen las personas a amamantar y ser amamantadas. Estas legislaciones son las responsables de ofrecer acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños y las niñas, y a todas las personas gestantes.
“Sin embargo, pese a toda la legislación respaldatoria, a la hora de la verdad son pocos los lugares de trabajo que cuentan con un espacio para amamantar (espacio amigo de la lactancia) y jardines maternales o que le dan a la madre un horario amigable como para mantener la lactancia”, afirmó la doctora Débora Sabatelli, médica pediatra y neonatóloga.
En ese sentido, la además presidente de la Subcomisión de Origen de la Salud y Enfermedad en el Desarrollo (DOHaD por su sigla en inglés) de la SAP, destacó que “muchas mujeres abandonan la lactancia exclusiva a causa de sus compromisos laborales”.
Es por este motivo que los expertos enfatizaron la importancia de acompañar la lactancia materna tanto desde “la pareja y la familia como de todo el entorno”, al tiempo que solicitaron que “los ámbitos de trabajo se adecúen y propicien ambientes que contribuyan a esta tarea”.
Según se desprende de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS2, 2018-19), la prevalencia de lactancia materna en la Argentina al momento del nacimiento es del 96,9%, siendo que más de la mitad de los niños (56,5%) fue puesto al pecho por primera vez en la primera hora de nacido.
En tanto, a los 6 meses, la lactancia exclusiva se reduce bruscamente al 43,7%. Según datos relevados en dicho documento, 1 de cada 10 lactancias se pierde por motivos relacionados con el retorno al trabajo.
En tanto, en la Encuesta Nacional de Lactancia Materna (ENALAC), efectuada en 2017, que relevó más de 23.000 casos en todo el país, se detectó que la lactancia materna exclusiva se mantiene a los 2 meses en 6 de cada 10 niños (58%); a los 4 meses en 5 de cada 10 (51%); y a los 6 meses en 4 de cada 10 niños (42%).
Es por este motivo que los pediatras argentinos destacaron que la “lactancia materna no es sólo una forma de alimentar a nuestra descendencia, sino que representa una medida eficaz de salud pública que redundará en beneficios a corto y largo plazo.
¿Cuáles son los beneficios de la lactancia materna?
-Iniciar con la lactancia materna antes de la primera hora de vida es una estrategia sanitaria de gran valor, ya que se asocia a una disminución de la morbi-mortalidad neonatal.
- Baja la incidencia de infecciones respiratorias y de diarrea, reduciéndose el riesgo de hospitalización por ambas patologías en un 57% y 72%, respectivamente.
- A largo plazo, también se observa que disminuye en 26% el impacto del sobrepeso y en 35% el de diabetes tipo 2.
- Implica equidad en términos de alimentación: la leche humana siempre es de la mejor calidad, de libre acceso y totalmente gratuita.
- Brinda una oportunidad de reforzar el apego, con beneficios para el desarrollo infantil.
- Para la mamá, disminuirá también el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, como los de ovario y mama, osteoporosis, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
“Cuando amamantar es la opción elegida, existen más posibilidades de lograr una lactancia exitosa y duradera. No obstante, en aquellos casos en que la lactancia no es deseada, nos proponemos como pediatras ampliar la mirada y la escucha, evitar culpabilizar y compartir con quien se decida la información adecuada sin juzgar”, afirmó la doctora Vanina Stier, pediatra y Secretaria del Comité de Pediatría Ambulatoria de la SAP.
“Teniendo en cuenta que la lactancia no sólo redunda en beneficios para la salud del bebé y de la mamá, sino también a nivel del conjunto de la sociedad, la responsabilidad no debe quedar en la constancia y la voluntad de quien amamanta, sino en el compromiso de todos los actores involucrados, que incluyen a la pareja, la familia, el ámbito laboral y el efectivo cumplimiento de la legislación. También el acompañamiento del pediatra, que es un actor fundamental al momento de compartir información valiosa con la familia y colaborar para lograr un inicio y un mantenimiento exitoso de la lactancia”, concluyó el doctor Rodolfo Pablo Moreno, médico terapista intensivo pediátrico y presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Seguir leyendo: