Viruela del mono: confirmaron el sexto caso en Argentina, un hombre de 25 años que regresó de México

El paciente estuvo en contacto con una persona que cursaba la infección durante el viaje. Su estado de salud es bueno y permanece aislado en Córdoba, donde reside

Desde el 27 de mayo, se confirmaron seis casos con de la viruela del mono en Argentina, cinco informaron antecedentes de viaje (Reuters)

El Ministerio de Salud de la Nación confirmó el sexto caso de viruela símica en la Argentina. Se trata de un hombre de 25 años residente en Córdoba que durante un viaje a México estuvo en contacto con una persona que cursaba la infección. El diagnóstico fue confirmado tras la prueba de PCR que llevó adelante el Instituto ANLIS Malbrán.

El paciente evoluciona de manera favorable bajo control y aislamiento domiciliarios, según detallaron las autoridades nacionales. El hombre comenzó con síntomas de fiebre, dolor de cabeza fuerte y malestar en general el pasado 19 de junio, el 20 arribó a la Argentina y el 25 realizó una consulta médica telefónica, según informaron desde el área de Epidemiología de la provincia de Córdoba.

Luego de la evaluación inicial en un hospital, se enviaron las muestras necesarias al Malbrán donde la prueba de PCR dio positivo para viruela símica. Según la información aportada por la provincia, la persona permanece en aislamiento desde el día que llegó al país, el 20 de junio, y evoluciona de manera favorable con monitoreo domiciliario. En paralelo sigue en curso la investigación epidemiológica para determinar posibles contactos estrechos.

Desde el 27 de mayo hasta el momento se confirmaron en el país seis casos con esta enfermedad, cinco con antecedentes de viaje. Este es el primer caso confirmado con estadía fuera del Europa.

Las personas infectadas contagian hasta que se hayan caído todas las costras (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo)

A nivel mundial, al 22 de junio se han reportado 3.413 casos confirmados en 50 países, de los cuales el 86% se notificaron en Europa (2.933), 11% en América (381), 2% en África (73) y menos del 1% en las regiones del Mediterráneo Oriental y en el Pacífico Occidental (26). Por el momento, el primer y único fallecido por este brote de viruela símica se ha registrado en Nigeria.

La viruela símica se transmite de una persona a otra por contacto cercano con lesiones, partículas respiratorias y materiales contaminados, como la ropa de cama. “En el actual brote en distintos países no endémicos, los cuadros clínicos son leves y la mayoría presenta –de la misma manera que los casos detectados hasta ahora en Argentina– lesiones en diferentes partes del cuerpo, incluyendo genitales o el área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurra a través del contacto físico durante actividades sexuales”, señalaron las autoridades sanitarias nacionales.

Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, muscular o de espalda, inflamación de ganglios y cansancio. Entre uno y cinco días después de los primeros signos, puede aparece la erupción en la piel, que pasa por distintos estadios hasta formar una costra que luego se cae.

Las personas infectadas contagian hasta que se hayan caído todas las costras. Las medidas de prevención incluyen evitar el contacto estrecho con casos confirmados y con personas que tengan síntomas compatibles.

El sexto caso de viruela símic permanece en aislamiento desde el día que llegó al país, el 20 de junio (REUTERS/Lukas Barth/File Photo)

En los casos recientes reportados fuera del continente africano se observa que la presentación puede ser atípica ya sea con una o pocas lesiones, e incluso se han notificado casos con ausencia de ellas; lesiones que comienzan en el área genital o perineal/perianal y no se extienden más; lesiones que aparecen en diferentes etapas (asincrónicas) de desarrollo; y surgimiento de lesiones previas a la aparición de ganglios linfáticos inflamados, fiebre, malestar general u otros síntomas.

Los modos de transmisión durante las relaciones sexuales siguen siendo desconocidos. Si bien se sabe que el contacto físico cercano puede conducir a la transmisión, no está claro aún qué papel juegan los fluidos corporales sexuales, incluidos el semen y los fluidos vaginales.

“Quienes presenten alguno de los síntomas descriptos deberán consultar de manera inmediata para ser evaluado por un profesional de la salud, utilizar barbijo adecuadamente colocado y evitar contactos estrechos con otras personas”, adviritió el Ministerio de Salud de la Nación.

El virus evoluciona a un ritmo acelerado

Al estudiar las mutaciones, los investigadores encontraron signos que sugerían que algunas de las mutaciones pueden deberse a la exposición al sistema inmunitario humano (Getty images)

Como anticipó Infobae, investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos señalaron que la viruela del mono puede estar evolucionando a un ritmo anormalmente rápido, lo que la hace más infecciosa que las versiones anteriores del virus.

Sobre la rapidez de su evolución, los expertos descubrieron que el virus ha mutado a un ritmo de 6 a 12 veces más alto de lo esperado. Esto significa que el patógeno, que generalmente se cree que se propaga por el contacto físico, las superficies contaminadas o el contacto corporal muy cercano, podría transmitirse de manera atípica a los patrones normales de los virus tropicales, lo que explicaría la reciente actualización mundial de la viruela del simio.

Si bien el patógeno se detectó recientemente en poblaciones humanas a partir del primer caso comunicado en Reino Unido en mayo último, los expertos creen que esta cepa de la viruela del mono de África occidental comenzó a moverse por el mundo en 2018. Cómo mutan y circulan los virus es una ciencia generalmente conocida. Los virus de ADN como la viruela del simio generalmente no mutan rápidamente, como lo hace el COVID-19.

La naturaleza del virus le permite corregir los errores que surgen cuando se replica, dejando mucho menos espacio para que se formen mutaciones y, de hecho, limitando el número de variantes.

Los investigadores, cuyos hallazgos están pendientes de publicación oficial en la revista Nature, recolectaron y estudiaron 15 muestras del virus de la viruela del mono para el estudio. Para ello reestructuraron la información genética del virus para encontrar la cantidad de cambios que había sufrido desde que esta cepa comenzó a circular.

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