Cada año al llegar el invierno comienzan a conocerse casos de muertes por intoxicación con monóxido de carbono. Cada año también, las recomendaciones se repiten. Aún así, nunca está de más enumerarlas nuevamente con el objetivo de generar conciencia y evitar más hechos irremediables por algo que se puede prevenir.
Las estadísticas indican que por año mueren por esta causa aproximadamente 250 personas en Argentina, la mayoría durante el invierno debido al frío y la necesidad de uso de artefactos que pueden emanar monóxido. Los riesgos suelen multiplicarse en el sur del país por sus temperaturas más bajas.
Ante la llegada de la temporada invernal y aprovechando el Día de la Concientización y Prevención contra el Monóxido de Carbono, especialistas del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Ciudad de Buenos Aires alertaron por el aumento de casos y brindaron una serie de pautas básicas que se ajustan según cada caso particular.
“El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico que se disipa rápidamente en los ambientes sin ventilación. Se genera como consecuencia de combustiones deficientes y es imposible percibirlo, ya que es incoloro, inodoro y no irritante, por eso se lo llama ‘silencioso’. Cuando se lo inhala se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales”, explicó Sabrina Baldonedo, médica toxicóloga de la División de Toxicología del Hospital de Clínicas.
Si bien la cifra de aproximadamente 250 personas por año se mantiene constante a través de los años, la especialista resaltó: “Todos podemos ser víctimas de la intoxicación por monóxido de carbono, pero esta es prevenible y si es prevenible, es evitable. Las causas más comunes son debido al mal funcionamiento de artefactos domésticos de combustión en ambientes cerrados”.
Los síntomas que pueden indicar una intoxicación por monóxido de carbono son inespecíficos y variados, es decir, dependen de cada persona. Entre los más comunes, se incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, visión borrosa, cansancio, debilidad, somnolencia, palpitaciones, confusión y hasta pérdida de la conciencia, convulsiones y coma. Este tipo de intoxicación también puede dejar secuelas a mediano y largo plazo, dijo la especialista.
Por su parte, MetroGAS expresó que prioriza la seguridad como eje de sus acciones y por eso aseguró que redobla esfuerzos año tras año para concientizar y prevenir accidentes por monóxido de carbono.
“El monóxido de carbono es un gas tóxico que puede causar daños graves, incluso la muerte, especialmente en épocas frías, por el mayor uso de estufas y otras fuentes de calefacción en ambiente que no están debidamente ventilados”. Tal como mencionó Baldonedo, la empresa distribuidora de gas advirtió que “no es detectable a través de los sentidos: carece de olor, sabor, color y, además, no irrita ojos ni nariz”.
La compañía recomendó que, si se sospecha de una posible intoxicación, es importante ventilar el ambiente y trasladar a la persona a un lugar abierto y fresco.
Asimismo, explicó que, como el monóxido de carbono se produce cuando la combustión de un artefacto es deficiente, es fundamental asegurarse su correcto uso y funcionamiento. Según datos oficiales, en la Ciudad de Buenos Aires más del 80% de las intoxicaciones son generadas por las fallas de artefactos de gas en el hogar. Entre los que más fallan, están los calefones, seguidos por la cocina.
Ante esto, la revisión anual de los artefactos realizada por un gasista matriculado resulta clave. Estos técnicos son los únicos con conocimientos teóricos-prácticos para diagnosticar, verificar y reparar la instalación interna y los artefactos. Con pequeñas acciones, y en procura de priorizar la seguridad, se pueden evitar accidentes por monóxido de carbono.
La empresa recordó que en su web www.metrogas.com.ar se encuentra disponible el listado de gasistas matriculados habilitados por la distribuidora.
Qué hacer frente a un caso de intoxicación
-Abrir puertas y ventanas, así como apagar la fuente emisora de monóxido de carbono
-Llevar a la persona afectada a un lugar abierto y fresco, para que pueda respirar aire limpio
-Llevarla al hospital o al centro asistencial más próximo, aunque hayan recuperado el conocimiento o se sientan bien
Consejos para prevenir accidentes
-Instalar y hacer revisar periódicamente los artefactos por un gasista matriculado
-Ventilar los ambientes dejando abierta una ventana o una puerta, al menos unos centímetros.
-Todas las Distribuidoras tienen listados a disposición de los clientes con la nómina de instaladores matriculados de acuerdo con categorías que se otorgan para ejecutar determinados tipos de trabajos
-Asegurarse que el color de la llama que emite el artefacto a gas sea uniforme y de color azul. Si su tonalidad es anaranjada, indica que funciona en forma defectuosa
-Asegurarse la ventilación permanente de los ambientes a través de rejillas compensadoras reglamentarias
-Verificar que los conductos de ventilación de un artefacto no tengan ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior. Cualquier tipo de obstrucción —como los nidos de pájaros o roedores— generará que el monóxido de carbono se acumule y vuelva al interior de la vivienda
-No colocar artefactos a gas en baños o dormitorios, salvo que sean de tiro balanceado. Es importante que el calefón no se encuentre en el baño
-Los artefactos de tiro balanceado no deben dirigir sus gases quemados a ambientes cerrados
-No utilizar hornallas y hornos de la cocina para calefaccionar el ambiente
-Al comprar un artefacto, verificar que esté aprobado por un organismo certificador. Debe tener adherida la oblea con el sol naciente que dice “Gas”
-En caso de usar braseros, estufas a kerosene y salamandras, hay que mantenerlas apagadas durante la noche.
-No utilizar un grupo electrógeno en un lugar sin ventilación.
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