Parto respetado: 10 puntos para reconocer si se cuidan los derechos de las madres en el nacimiento

La ley 25.929 fue reglamentada en Argentina en 2015 y defiende los derechos de las madres, los recién nacidos y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y postparto. Qué significa que un parto sea respetado

"Muchas formas de parir, los mismos derechos" es el lema de la celebración de este año en todo el mundo (Getty)

En todas las latitudes se conmemora del 16 al 22 de mayo la Semana Mundial del Parto Respetado, con el objetivo de alzar la voz y generar conciencia para que el nacimiento vuelva a ser considerado un proceso natural, en el que se respeten los derechos de la persona gestante y el bebé.

La iniciativa fue impulsada en 2004 desde la Asociación Francesa por el Parto Respetado y desde entonces adhirieron distintos países, con el propósito principal de visibilizar el modo en que se atienden los partos en todo el mundo y exigir el cumplimiento de derechos vinculados al nacimiento.

En la Argentina, la fecha es una oportunidad para recordar que existe una ley la 25.929 de Parto Humanizado, que fue reglamentada en 2015 y que defiende los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y postparto. Y junto con la Ley 6.365 de Parto Respetado y Atención Perinatal, sancionada en la Ciudad de Buenos Aires en 2020 dan las herramientas que las mujeres y su entorno necesitan para hacer valer sus derechos en ese momento de tanta vulnerabilidad en el que muchas veces se dejan de lado cuestiones tan básicas como preguntarle a la futura madre por quién desea estar acompañada durante el nacimiento de su hijo.

A su vez, durante esos días, a nivel nacional, se puso especial atención a las distintas maneras y elecciones que existen para transitar la gestación, el parto y el puerperio, a modo de darles un mayor protagonismo a las personas gestantes y a sus familias durante todo el proceso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recientemente sus primeras directrices mundiales para apoyar a las mujeres y los recién nacidos en el periodo posnatal, es decir, las seis primeras semanas después del nacimiento, un momento crucial para garantizar la supervivencia del recién nacido y la madre y apoyar el desarrollo saludable del bebé, así como la recuperación y el bienestar mental y físico general de la madre.

"El término parto respetado o parto humanizado hace referencia al respeto a los derechos y preferencias de las madres, los niños y niñas y sus familias en el momento del nacimiento" (Getty)

En todo el mundo, más de tres mujeres y bebés de cada diez no reciben actualmente atención posnatal en los primeros días tras el nacimiento, el periodo en que se producen la mayoría de las muertes maternas e infantiles. En ese plazo las consecuencias físicas y emocionales del parto –de lesiones a dolor recurrente y trauma– pueden ser debilitantes si no se tratan, pese a que con frecuencia son muy fáciles de tratar si se ofrece la atención adecuada en el momento adecuado.

“Una vez nacido el bebé sigue siendo necesario ofrecer atención de calidad a la madre y el recién nacido”, señaló el doctor Anshu Banerjee, director del Departamento de Salud de la Madre, el Recién Nacido, el Niño y el Adolescente y Envejecimiento de la OMS. “De hecho, el nacimiento de un bebé es un acontecimiento que cambia mucho la vida, en el que se entremezclan sentimientos de amor, esperanza y emoción, pero que también puede provocar estrés y ansiedad sin precedentes -enfatizó-. Los progenitores, especialmente las mujeres, cuyas necesidades se descuidan con demasiada frecuencia una vez nacido el bebé, necesitan sistemas sólidos de apoyo y atención de salud”.

Además de tratar los problemas de salud inmediatos, las primeras semanas tras el nacimiento son cruciales para crear lazos y establecer comportamientos que inciden en el desarrollo y la salud del lactante a largo plazo. Las directrices incluyen recomendaciones para asesorar sobre la lactancia materna, por ejemplo, facilitar el anclaje y el posicionamiento en el establecimiento de la lactancia, y para ayudar a los progenitores a ofrecer una atención que se adapte a sus bebés recién nacidos.

“Ambas normas (la nacional y la porteña) contemplan los derechos de la persona gestante, el recién nacido y su familia al momento del trabajo de parto, parto y post parto”, señaló la directora médica nacional de Ospedyc, Valeria El Haj, quien enumeró una serie de cuestiones que deben darse para que un parto sea respetado.

Y tras asegurar que “el término parto respetado o parto humanizado hace referencia al respeto a los derechos y preferencias de las madres, los niños y niñas y sus familias en el momento del nacimiento”, destacó:

"La ley garantiza que se respete los tiempos fisiológicos de cada mujer y que se intervenga cuando sea oportuno" (Getty)

1- Respetar las particularidades de cada familia (etnia, religión, nacionalidad), acompañándola a través de la toma de decisiones seguras e informadas.

2- Generar un espacio familiar donde la persona gestante y el recién nacido/a sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible.

3- Respetar que la persona embarazada/gestante siga su propio pulso de parto, evitando todo tipo de intervenciones innecesarias o impuestas, y a decidir en forma conjunta la forma de controlar el dolor, la posición y la forma y vía de parto.

4- Cumplir el derecho de la persona embarazada, como usuaria del sistema sanitario, a recibir la información completa (existencia de complicaciones, ventajas e inconvenientes de los posibles tratamientos) y a ser tratada con respeto y consideración de sus pautas culturales.

5- Tener en cuenta los deseos y necesidades de cada persona gestante, como el estar o no acompañada por alguien de confianza en cada momento, a su intimidad y a la alimentación durante el parto.

6- Informar sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar y debe hacer que la persona en trabajo de parto participe activamente al decidir conductas de los profesionales durante el parto y puerperio.

7- Respetar el derecho a no ser sometida a ningún examen o intervención de investigación.

8- Mantener al recién nacido en su habitación de internación (si no requiere cuidado especial).

9- Darle información sobre los beneficios de la lactancia y asistencia para amamantar.

10- Brindarle asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña, y sobre iniciar la anticoncepción en el puerperio.

Por su parte, los recién nacidos tienen derecho a estar en contacto con la persona progenitora desde el primer momento, ser alimentados con leche materna sin interferencias, ser tratados de forma respetuosa y digna, contar con inequívoca identificación, no ser sometido a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia y que sus progenitores reciban información sobre los cuidados para su crecimiento y desarrollo.

La garantía de los derechos materno-infantiles

Las primeras semanas tras el nacimiento son cruciales para crear lazos y establecer comportamientos que inciden en el desarrollo y la salud del lactante a largo plazo Getty)

En los últimos años, se lograron grandes avances en materia de garantía de derechos en los servicios de salud. Sin embargo, todavía es necesario reforzar los aspectos centrales de esta ley y brindar capacitaciones para sensibilizar, prevenir y erradicar la violencia sobre la persona gestante antes, durante y después del embarazo, destacando los derechos del parto respetado y prevención de la violencia obstétrica a médicos, obstetras, obstétricas y todo personal de la salud en general. Todos los involucrados en el proceso de atención de la persona gestante y el recién nacido deben conocer sus derechos y garantizarlos. Por otro lado, es fundamental empoderar a las personas embarazadas para que exijan el cumplimiento de sus derechos y respeto de sus preferencias.

“Un aspecto prioritario en el cumplimiento del parto respetado es brindar un parto seguro, y para ello, es necesario que sea institucionalizado. El único lugar donde se pueden brindar seguridad y derechos es en un centro de salud”, opinó El Haj.

“Muchas formas de parir, los mismos derechos”

Tal el lema de la celebración de este año en todo el mundo.

Al respecto, la Psicóloga clínica Cecilia Ruggiero sostuvo que “la ley garantiza que se respete los tiempos fisiológicos de cada mujer y que se intervenga cuando sea oportuno. Además, hace hincapié en la importancia de quien acompaña durante el trabajo de parto, parto y posparto. Que sean informados de todo procedimiento hablando en un lenguaje claro”.

Por ese motivo, para ella, “es preciso conocer los derechos y recibir información de profesionales capacitados en el área perinatal. El embarazo acontece en el cuerpo de la mujer, pero impacta en toda su familia y es importante también comunicar la importancia de la preparación emocional durante el proceso de embarazo, parto y puerperio”.

“Suena llamativo que se tenga que armar una ley que hable de respeto, pero la institucionalización del parto que fue de suma importancia para la salud de la mujer y su hijo, también conllevó a que los nacimientos sean, en algunos casos, con múltiples intervenciones innecesarias descuidando la salud psíquica de la mujer y su entorno”, destacó la especialista. Y concluyó: “Por ese motivo, se ha ideado en nuestro país las maternidades seguras y centradas en la familia, (MSCF) donde su objetivo principal es recuperar el valor protagónico a la familia dentro de instituciones para que los nacimientos sean seguros y respetados”.

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