Semana de la vacunación en las Américas: cuáles son las dosis recomendadas para cada edad

La Organización Panamericana de la Salud organiza la campaña bajo el lema “¿Estás protegido? Ponte todas tus vacunas”. Una guía para consultar el calendario obligatorio de cada país

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La cobertura de vacunación pediátrica obligatoria cayó en todos los países debido a la pandemia de COVID-19 (Getty)
La cobertura de vacunación pediátrica obligatoria cayó en todos los países debido a la pandemia de COVID-19 (Getty)

Durante esta semana, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto con las autoridades sanitarias de los países y territorios de las Américas, celebra la vigésima Semana de Vacunación en las Américas (SVA) bajo el lema “¿Estás protegido? Ponte todas tus vacunas”.

El objetivo de la campaña, que se extenderá hasta el 30 de abril, es que la población se acerque a los centros de salud y vacunatorios para completar su esquema de vacunación contra todas las enfermedades inmunoprevenibles, no sólo contra el COVID-19. Aquí, las recomendaciones de la OPS:

¿Qué son las vacunas de rutina?

Las vacunas de rutina son las que se recomiendan para todas las personas, según la edad y el historial de vacunas. Además de las vacunas infantiles, también existen vacunas de rutina para adolescentes, embarazadas, adultos y adultos mayores. Cada una está diseñada para proteger a la población contra las enfermedades que más afectan en cada momento de tu vida.

¿Por qué son importantes las vacunas de rutina?

Las vacunas de rutina protegen contra las enfermedades infecciosas como el sarampión, la rubéola, la influenza, la polio, la fiebre amarilla, el neumococo, o el VPH (virus de papiloma humano), que se pueden propagar rápidamente en grupos de personas no vacunadas. Es importante que recibas todas dosis de un esquema de vacunación para estar completamente protegido.

Una enfermera pone una vacuna del fabricante Pfizer-BioNTech contra la Covid-19 durante una jornada de vacunación para personal médico, en la Plaza de los Artesanos, en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega/Archivo
Una enfermera pone una vacuna del fabricante Pfizer-BioNTech contra la Covid-19 durante una jornada de vacunación para personal médico, en la Plaza de los Artesanos, en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega/Archivo

¿Cómo saber qué vacunas necesita cada persona?

Consultar el Calendario Nacional de Vacunación obligatorio de cada país y realizar una consulta al médico para saber cuáles son las dosis necesarias según la edad, estado de salud e historial de inmunización.

Para conocer la inmunización obligatoria y recomendada de cada país, la OPS ofrece un mapa con el detalle para consultar aquí.

Los 5 mitos más comunes sobre la vacunación

¿Las vacunas causan autismo?

No hay evidencia de ningún vinculo entre ninguna vacuna y el desarrollo de autismo o trastornos autistas. Asimismo, no existe asociación entre la vacuna contra el sarampión, la rubeola, y las paperas (SRP) y el autismo.

“Un único estudio, que fue mal diseñado y ya refutado, reportó esta asociación en 1998. Desde ese entonces, cientos de estudios científicos bien diseñados han confirmado que no hay riesgo de autismo por vacunación”, explicaron los expertos de la OPS.

¿Contienen las vacunas ingredientes peligrosos y tóxicos?

No hay evidencia de ningún vinculo entre ninguna vacuna y el desarrollo de autismo o trastornos autistas (Getty Images)
No hay evidencia de ningún vinculo entre ninguna vacuna y el desarrollo de autismo o trastornos autistas (Getty Images)

Aunque los ingredientes en las etiquetas de las vacunas pueden verse intimidantes (p.ej. mercurio, aluminio o formaldehído), usualmente se los encuentra naturalmente en el cuerpo, en la comida que consumimos y en el medio ambiente a nuestro alrededor – por ejemplo, en el atún. Las cantidades en las vacunas son muy pequeñas y no “envenenarán” o lastimarán al cuerpo.

Además, las vacunas se prueban y pasan por ensayos científicos rigurosos y largos, así como procesos de certificación con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos nacionales de reglamentación para garantizar que sean seguras y eficaces. Las vacunas ofrecidas en clínicas públicas son tan seguras y eficaces cómo las que se ofrecen en clínicas privadas.

¿Debo vacunarme si las enfermedades prevenibles por vacunación son poco comunes o no existen en mi país?

Todas las personas deben recibir todas las vacunas recomendadas por el programa nacional de inmunización del país donde residen. Aunque las enfermedades prevenibles por vacunación se han vuelto poco comunes en muchos países –gracias a la vacunación– los virus y las bacterias que las causan continúan circulando en algunas partes del mundo. No respetan las fronteras y pueden infectar a cualquiera que no esté protegido.

La inmunización es la mejor manera de evitar que las enfermedades prevenibles por vacunación se propaguen y alcanzar la inmunidad comunitaria –también conocida como inmunidad de rebaño- que ocurre cuando hay suficiente gente inmune a una enfermedad para que su propagación sea improbable.

Si el agua limpia y el lavado de manos detienen la propagación de los virus, ¿necesito vacunarme?

Si bien una mejor higiene, lavado de manos y agua limpia ayudan a proteger a las personas de enfermedades infecciosas, muchas otras pueden propagarse a través de otros medios, independientemente de lo limpia que sea una persona o su entorno.

Si las personas no están vacunadas contra enfermedades que se han logrado controlar, como la polio y el sarampión, éstas volverán a aparecer rápidamente.

“Gracias a las vacunas se erradicó la viruela, se eliminó la polio, el sarampión en nuestra región, la rubéola, se controló la tos convulsa", destacó Vizzotti (Getty Images)
“Gracias a las vacunas se erradicó la viruela, se eliminó la polio, el sarampión en nuestra región, la rubéola, se controló la tos convulsa", destacó Vizzotti (Getty Images)

¿Incentivan las vacunas contra el VPH la vida sexual precoz en las adolescentes vacunadas?

No. Varios estudios han demostrado que las niñas que se vacunan contra el VPH no son más propensas a involucrarse en actividades sexuales a edad temprana que aquellas que no se vacunan.

La situación en la Argentina

En la Argentina, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, resaltó que “las vacunas y el agua potable son las dos estrategias que más vidas salvaron en la historia de la humanidad. Tenemos el desafío de mejorar las coberturas de vacunación, después de la pandemia. Quien atrasó su vacunación, quien no concurrió a los controles debe acercarse ahora. En Argentina hay vacunas para todas las etapas de la vida, son gratuitas en todos los centros de salud y nos benefician a quienes nos vacunamos y a quienes nos rodean”, concluyó la ministra de Salud.

Gracias a las vacunas se erradicó la viruela, se eliminó la polio, el sarampión en nuestra región, la rubéola, se controló la tos convulsa, bajaron las internaciones por neumonía y las muertes por tos convulsa en bebés”, amplió la funcionaria nacional.

Además, en relación a la COVID-19, Vizzotti señaló que “estamos en una situación epidemiológica mucho mejor gracias a la vacunación. Necesitamos tener a la mayor cantidad de personas protegidas para poder sostenerla. Estamos en otoño, viene el invierno y es probable que aumente el número de casos. Quienes ya cumplieron 4 meses del primer refuerzo deben acercarse a recibir el segundo ya que generalmente son las personas que tienen más riesgo de tener complicaciones”.

En la Argentina, el 25 de marzo comenzó la campaña de vacunación antigripal. La gripe es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa que puede ocasionar graves complicaciones. La vacuna reduce el riesgo de hospitalizaciones, muertes y secuelas ocasionadas por el virus influenza en la población en riesgo.

La vacuna antigripal está disponible en forma gratuita en los vacunatorios públicos de la Argentina para el personal de salud, mayores de 65 años, personas gestantes, puérperas (si no recibieron la vacuna durante el embarazo), niñas y niños de 6 a 24 meses y personas de 2 a 64 años con condiciones de riesgo como obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos, trasplantados o personas con insuficiencia renal crónica en diálisis.

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