Meningitis y vacunación: todo lo que hay que saber para frenar el avance de la enfermedad

Los niños menores de 5 años son el principal grupo de riesgo de esta patología que puede ser mortal y causar daño cerebral irreversible. En el Día Mundial de la Meningitis, las medidas para prevenirla

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La vacuna contra la meningitis
La vacuna contra la meningitis se aplica a los tres meses y 5 meses de vida, con un refuerzo a los 15 meses. A los 11 años se completa el esquema con una nueva dosis (Getty Images)

La meningitis es una peligrosa inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. La enfermedad es causada principalmente por una infección bacteriana o viral que afecta al sistema nervioso central.

La meningitis provocada por infección bacteriana suele ser la más grave, ya que causa 250.000 muertes al año en el mundo y además puede provocar epidemias de rápida propagación, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, tiene una alta tasa de letalidad: mata a una de cada diez personas infectadas, en su mayoría niños y jóvenes, y deja a una de cada cinco personas afectadas con discapacidades duraderas, como convulsiones, pérdida de audición y visión, daños neurológicos y deterioro cognitivo.

Incluso cuando se diagnostica tempranamente y se recibe tratamiento adecuado, entre el 5 y el 10% de los pacientes muere, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras la aparición de los síntomas.

Cada 24 de abril se conmemora el Día Mundial de la Meningitis por iniciativa de la America’s Health Foundation (AHF), con el objetivo de generar conciencia global sobre esta patología y destacar la importancia de la vacunación como la principal estrategia para prevenirla.

Los niños menores de 5
Los niños menores de 5 años y especialmente los menores de un año tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad causada por bacterias (Getty)

Una de los aspectos a destacar es la forma de contagio: la meningitis bacteriana se transmite entre personas por medio de secreciones respiratorias o de la garganta y la acelerada propagación se produce por el contacto estrecho y prolongado a través de besos, estornudos, tos, vajillas y cubiertos compartidos con una persona infectada.

Si bien cualquier persona, sin importar la edad que tenga, puede contraer meningitis, los niños menores de cinco años y especialmente los menores de un año tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad causada por bacterias. Los síntomas son variables según la edad y pueden ser bastante inespecíficos, dependiendo del tiempo de evolución de la enfermedad al momento de la consulta inicial y la respuesta del paciente a la infección.

El periodo de incubación medio es de cuatro días, pero puede oscilar entre dos y 10 días. Las primeras manifestaciones que pueden indicar meningitis son fiebre, náuseas, vómitos, diarrea, rigidez en la nuca, rechazo a la luz, irritabilidad y dolor de cabeza. Estos síntomas son distintos si se produce en un lactante o un niño más grande, adolescente o adulto.

Prevención a través de la vacunación

La vacunación es el método más efectivo para prevenir la meningitis bacteriana causada por meningococo, Haemophilus Influenzae y neumococo. Sin embargo, “no todas las comunidades tienen acceso a estas vacunas que salvan vidas, y muchos países aún no las han introducido en sus calendarios nacionales de vacunación”, advirtió la OMS.

La meningitis provocada por infección
La meningitis provocada por infección bacteriana suele ser la más grave, ya que causa 250.000 muertes al año en el mundo (Getty)

En Argentina, el Calendario Nacional de Vacunación incluye las vacunas que protegen contra estas bacterias. Existen dos esquemas diferenciados según etapa de la vida:

Lactantes

- 1era dosis: 3 meses de vida

- 2da dosis: 5 meses de vida

- 1er refuerzo: 15 meses de vida

Adolescentes

- Una dosis única: 11 años

Asimismo, como la mayoría de los microorganismos que pueden causar una meningitis son frecuentes en el entorno habitual de las personas en zonas rurales y urbanas, las medidas sanitarias son fundamentales para prevenir la adquisición de estos gérmenes: lavado de manos a menudo (sobre todo después de ir al baño, toser, sonarse la nariz o cambiar pañales), evitar el contacto directo con personas enfermas y evitar compartir vasos o cubiertos.

Para frenar el avance de la enfermedad, la OMS, en conjunto con 194 países, desarrolló en septiembre del año pasado la primera hoja de ruta mundial denominada “Poner fin a la meningitis para 2030que establece un plan para abordar las principales causas de la meningitis bacteriana aguda -meningococo, neumococo, Haemophilus Influenzae y estreptococo del grupo B-, siendo las más frecuentes a nivel global.

La iniciativa de la OMS intenta eliminar la epidemia de meningitis bacteriana reduciendo en un 50% los casos mediante vacunación y las muertes en un 70%, como así también reduciendo la discapacidad y mejorando así la calidad de vida después de una meningitis debido a cualquier causa.

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