Contagios récord en China y aislamiento de Shanghai: ¿es probable un brote en Argentina?

El gigante asiático atraviesa desde hace un mes una ola de nuevos casos. Cuáles son las causas y qué esperan los especialistas que ocurra en el resto del mundo

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El aumento de casos en China es dramático a medida que la subvariante de Ómicron BA.2 arrasa el país, sin embargo no aumentaron los casos de enfermedad grave o muerte (Reuters)
El aumento de casos en China es dramático a medida que la subvariante de Ómicron BA.2 arrasa el país, sin embargo no aumentaron los casos de enfermedad grave o muerte (Reuters)

Después de dos años de fronteras virtualmente cerradas, pruebas masivas, confinamientos focalizados y cuarentenas, la estrategia COVID cero que lleva adelante China para controlar el avance del COVID-19 en su población está siendo puesta a prueba como nunca antes con un brote de contagios en todo el país.

Sin ir más lejos, en Shanghai, la megalópolis de 26 millones de habitantes y corazón económico de China, lleva casi dos semanas de confinamiento estricto a causa de 130.000 nuevos casos de la enfermedad notificados desde marzo, cuando comenzó esta última ola. Eso pese a que, desde la Comisión de Salud de Shanghai, reconocieron que ese total, “sólo hay una persona en estado grave”.

Lo cierto es que, en un área del mundo que tuvo pocos picos durante la pandemia debido a esta estrategia de cierres, el aumento de casos es dramático a medida que la subvariante de Ómicron BA.2 arrasa el país. Sin embargo, por varias razones, la estrategia de contención no está funcionando con esta subvariante del virus del SARS-CoV-2. La diferencia, dicen los expertos, “es en parte política y en parte responde al nivel de inmunidad de la población”.

Según observó ante la consulta de Infobae el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253), “el mundo está viviendo momentos de calma y de intranquilidad en relación al COVID”. “Hay un efecto que yo llamo ping-pong, que está dado por el recrudecimiento de los brotes en algunas regiones o países y la disminución en otras y esto es lo que pasa ahora en China, es decir circulación de la subvariante BA.2 de Ómicron, en poblaciones que tal vez con las vacunas que recibieron están en una caída de la inmunidad”, analizó el experto.

Shangha lleva casi dos semanas de confinamiento estricto y los habitantes temen quedarse sin alimentos (AP)
Shangha lleva casi dos semanas de confinamiento estricto y los habitantes temen quedarse sin alimentos (AP)

Consultado sobre si un recrudecimiento de la pandemia es posible en la Argentina, opinó: “Creo que no. Y lo creo porque aquí tuvimos impacto de la variante Ómicron BA.1 hace menos de seis meses, lo que generó niveles de inmunidad natural en la población que aún perduran”.

Además, para para el presidente Sociedad Latinoamericana Infectología Pediátrica, “la alta tasa de vacunación en la Argentina, incluso con esquema en niños, son otros factores protectores”, que difieren de la situación del gigante asiático.

Ómicron tiene tres veces más probabilidades de propagarse que la variante Delta. Ninguna de las vacunas creadas para proteger contra la cepa original funciona tan bien, especialmente en poblaciones que no experimentaron picos en los últimos dos años, como es el caso de muchas localidades en China.

BA.2, que está desempeñando un papel en el aumento de casos en China y ahora es la variante dominante en los EEUU, es especialmente contagiosa. Algunos epidemiólogos aseguraron que el número de reproducción básico de BA.2 puede llegar a 12, lo que significa que cada persona enferma puede infectar a un promedio de otras 12. Eso lo pone a la par con el sarampión, una de las enfermedades virales más transmisibles que se conocen hasta ahora.

“Una especie de cortafuegos se ha roto con Ómicron, y tienen una gran cantidad de personas que son susceptibles a este virus”, evaluó Justin Lessler, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Universidad de Carolina del Norte.

En ese sentido, las estrategias de vacunación y las formulaciones utilizadas cobran gran relevancia al momento de analizar los actuales brotes.

"China tampoco tiene alta tasa de vacunación con vacunas de alta eficacia, sino que utiliza vacunas inactivadas que son de eficacia moderada", explicó el infectólogo Roberto Debbag (Ding Ting/Xinhua via AP)
"China tampoco tiene alta tasa de vacunación con vacunas de alta eficacia, sino que utiliza vacunas inactivadas que son de eficacia moderada", explicó el infectólogo Roberto Debbag (Ding Ting/Xinhua via AP)

Según el doctor Ian Lipkin, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, “el aumento en el número de casos en China refleja una combinación de factores: su población que es inmunológicamente ingenua, esto es, que no ha visto mucho del virus en el pasado y al mismo tiempo no han sido vacunados de manera efectiva para resistirlo”.

China utilizó principalmente las vacunas Sinovac y Sinopharm de fabricación propia. Ambas compañías dijeron que sus vacunas tenían más del 78% de efectividad contra el COVID-19 en sus ensayos preliminares, pero luego otros estudios sugirieron lo contrario. Los ensayos de última etapa del candidato de Sinovac en Brasil, por ejemplo, mostraron una tasa de eficacia del 50,38%, apenas por encima del umbral de aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otros estudios sugirieron que la inmunidad de dos dosis de estas vacunas disminuye rápidamente y que la protección puede ser limitada, especialmente entre las personas mayores y especialmente en comparación con las vacunas de ARNm. Contra Ómicron, los estudios encontraron que todas las vacunas ofrecen menos protección.

Volviendo a la posibilidad de que la situación se replique a nivel local, Debbag analizó que “si bien respecto a las políticas de vacunación, la Argentina está en un buen momento de cobertura en la región no se puede evaluar sólo porcentaje de población vacunada sino que hay que observar los tipos de vacunas utilizadas”. “Hay una buena cobertura en el país pero no se puede asegurar que una alta tasa de vacunación es una protección adecuada”, insistió.

Y acerca del impacto que la subvariante BA.2 de Ómicron podría tener aquí, el experto consideró que “los países que más contagios están teniendo son los que no tuvieron tantos con Ómicron”.

Las estrategias de vacunación y las formulaciones utilizadas cobran gran relevancia al momento de analizar los actuales brotes y la posibilidad de que se repliquen en varios países (REUTERS/Aly Song/File Photo)
Las estrategias de vacunación y las formulaciones utilizadas cobran gran relevancia al momento de analizar los actuales brotes y la posibilidad de que se repliquen en varios países (REUTERS/Aly Song/File Photo)

“En ese sentido, la población de Argentina todavía tiene protección porque aún no pasaron seis meses de caída de los anticuerpos de los pacientes que se contagiaron con la variante BA.1″, destacó Debbag, al tiempo que evaluó: “China, no sólo no sintió tan fuerte la oleada de Ómicron sino que además se dan allí otras dos situaciones que explican el momento presente”.

Y detalló: “China tampoco tiene alta tasa de vacunación con vacunas de alta eficacia, sino que utiliza vacunas inactivadas que son de eficacia moderada. Y las políticas de vacunación en niños no logran una alta cobertura; y todo eso impacta en la suba de contagios que está tendiendo en la actualidad”.

El médico infectólogo y miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi) Francisco Nacinovich (75.823) prefirió ser “cuidadoso con hacer futurología con este virus” y manifestó ser “precavidamente optimista” acerca de que una nueva oleada pandémica afecte al territorio argentino.

“La ciencia se maneja con la incertidumbre; no es una ciencia exacta la medicina y todo lo relacionado con la salud -analizó ante la consulta de este medio-. De manera que no podemos decir que no va a impactar esta subvariante, ni que sí. Pensamos que con las tasas de vacunación tenemos un escudo protección pero no podemos descartar que ocurra lo de Shanghai o cualquier otra situación de brote que surja”.

En la mirada de la médica infectóloga María Cecilia Niccodemi (MN 105624), “la estrategia de COVID cero de China establece que en las ciudades donde se detectan casos cierran escuelas, trabajos, fronteras, etc. y por el momento la Argentina está lejos de esa situación”.

“En este momento la circulación de COVID es baja; por el contrario aumentó la circulación de otros virus respiratorios”, sostuvo a este medio la especialista del staff del Centro Médico Doctor Stamboulian y Sanatorio La Trinidad San Isidro, quien resaltó que “en la última ola la tasa de enfermedades severas y muerte fue mucho menor que en las dos anteriores”.

En ese sentido, para la infectóloga, “lo importante es seguir testeando para que, si bien seguirá circulando el virus, asegurarse que los casos que ocasione sean infecciones leves y asintomáticas y se puedan tomar medidas en tanto y en cuanto cambien los patrones de circulación del virus en la población”.

“El mundo globalizado en el que vivimos incluye esto: hay que estar alerta a lo que ocurre no sólo en China sino en Europa, los EEUU -insistió Nacinovich-. Estamos todos interconectados y esto nos sirve para prepararnos para una situación compleja, pero sabiendo que cuanta más gente se vacune menos probabilidades habrá de que eso ocurra”.

Para finalizar, el experto analizó: “Todas las especulaciones son razonables y sostenidas, pero este virus ha roto muchos paradigmas de la medicina, razón por la que prefiero ser más cuidadoso y, sin generar temor, estar alerta”. “Esto tiene que servirnos para reforzar la vacunación, que la gente complete sus esquemas, creo que hay que ir en esa dirección”, enfatizó.

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