Cómo puede influir en las Américas el primer caso poliomielitis detectado en Israel luego de 30 años

La OMS advirtió sobre un brote en Malawi (África) y la OPS instó a una “mayor vigilancia” en las Américas. Si bien en la Argentina el último caso data de 1984, durante la pandemia bajaron las tasas de vacunación. Cuál es la situación en la región

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"Si las coberturas de vacunación
"Si las coberturas de vacunación no son superiores al 95% la polio podría regresar a la región de las Américas", alertan los especialistas (Getty)

La viruela es la única enfermedad que fue eliminada por completo. Hay otras que, gracias a las campañas de vacunación, están cerca de ser erradicadas, como es el caso del sarampión y la rubéola. La poliomielitis integra este segundo grupo, pero en los últimos días dos noticias relacionadas con casos de esa infección viral encendieron las alarmas de las autoridades sanitarias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el 17 de febrero que las autoridades sanitarias de Malawi, en el sureste de África, habían declarado un brote de poliovirus salvaje tipo 1 después de que se detectara un caso en un niño pequeño en la capital, Lilongwe.

África había sido declarada libre de poliomielitis salvaje autóctona en agosto de 2020, después de eliminar todas las formas de poliomielitis salvaje de la región, y el caso del niño de Malawi fue el primero de poliovirus salvaje en África tras más de cinco años.

La poliomielitis aún es endémica en Afganistán y Pakistán, y al ser este un caso importado de Pakistán, no se afecta el estado de certificación libre de poliovirus salvaje de la región africana.

Asimismo, a menos de 24 horas de que la OMS alertara sobre la propagación de enfermedades infecciosas y la caída en la cobertura de vacunación de patologías controladas por la invasión de Rusia a Ucrania; y cuando aún no se habían cumplido 15 días desde que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instara a elevar las tasas de vacunación contra la polio, Israel registró su primer caso de poliomielitis a más de 30 años de que se detectara el último contagio.

Se trata de un niño de cuatro años, residente de Jerusalén, que no había sido vacunado contra la enfermedad, y constituye el primer caso desde 1989 en ese país, que creía erradicada la enfermedad.

La Argentina pasó en 2020
La Argentina pasó en 2020 de un esquema de dosis vía oral a uno de vacuna inyectable (Getty)

La poliomielitis, o comúnmente llamada polio, es una enfermedad altamente contagiosa ocasionada por el virus de la poliomielitis. La gran mayoría de las infecciones por poliovirus no producen síntomas, pero de 5 a 10 de cada 100 personas infectadas con este virus pueden presentar algunos síntomas similares a los de la gripe. En 1 de cada 200 casos el virus destruye partes del sistema nervioso, ocasionando la parálisis permanente en piernas o brazos. Aunque es muy raro, el virus puede atacar las partes del cerebro que ayudan a respirar, lo que puede causar la muerte.

En la Argentina, el último caso data de 1984. Mientras que el último caso confirmado de poliomielitis por poliovirus salvaje en la Región de las Américas ocurrió en 1991, en Perú.

Luego, en 1994, posterior a un proceso de documentación y verificación, la Región de las Américas fue certificada como libre de circulación de poliovirus salvaje.

Sin embargo, a la luz de las últimas notificaciones de casos en diferentes países del mundo, en un comunicado, la OPS alertó de que la tasa de vacunación contra la poliomelitis, enfermedad causada por el virus de la polio, fue del 82 % en 2020, la más baja desde 1994, cuando se certificó que el continente americano estaba libre de la infección. Según la organización, la polio puede regresar a América si las coberturas de vacunación no son superiores al 95 % en cada municipio y comunidad.

“La situación es preocupante en el mundo, en la región y en el país”. Consultado por Infobae, el médico infectólogo Pablo Bonvehí (MN 62648) señaló que “en la región hay países de muy alto riesgo de tener casos importados de polio salvaje o de polio derivado de la vacuna, que son Perú, Venezuela, Haití y República Dominicana”.

Según explicó el especialista miembro de la Comisión de Vacunas y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi), “hay un grupo de países que son de alto riesgo por distintos indicadores que se tienen en cuenta para evaluar la situación epidemiológica, entre los que está Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Panamá y Argentina”.

Finalmente, “están los de riesgo medio, que son Colombia y Uruguay y por último los de bajo riesgo, entre los que está Chile, EEUU, Canadá, México y Cuba”.

El también jefe de Infectología del CEMIC y miembro del Comité Científico de la Fundación Vacunar precisó que “existen una serie de indicadores como cobertura de vacunación -sobre todo con la tercera dosis de polio-, la vigilancia de lo que se llama parálisis flácida aguda que es una forma de detectar parálisis que puedan ser secundarias a poliovirus, y otros que hacen que se pueda detectar rápidamente la aparición de un caso de polio que en el contexto de las Américas sería algo importado”.

Preocupa a los especialistas que
Preocupa a los especialistas que durante la pandemia bajaron las tasas de vacunación en niños para todas las enfermedades (Getty)

En la misma línea, el médico infectólogo Lautaro De Vedia (MN 70640) consideró que “es preocupante que reaparezca una enfermedad que tendría que estar erradicada”, y en ese sentido llamó a “extremar los esfuerzos”.

“En Argentina el último caso fue en 1984 y si bien en general tenemos elevadas tasas de vacunación, lo cierto es que durante la pandemia cayeron como en todo el mundo y eso es lo que nos tiene que hacer reflexionar la aparición de este caso en Malawi y en Israel”, destacó el experto del Hospital Muñiz y ex presidente de la Sadi.

Y tras detallar que “el esquema de vacunación anti polio tiene tres dosis antes del año de vida y un refuerzo al inicio escolar”, De Vedia resaltó: “Es imprescindible que esta enfermedad tan tremenda que ha dejado tantos muertos y secuelados en otra época esté controlada, al igual que otras tantas enfermedades que las vacunas lograron controlar”.

Para Bonvehí, “las tasas de cobertura de vacunación en toda la región bajaron en los últimos años, no sólo con la pandemia sino que la pandemia acentuó la situación”. “Argentina está dentro de esa situación, con la salvedad de que en 2020 se tomó la decisión de pasar todo el esquema de vacuna contra polio a vacuna inyectable porque ya en 2016 se hizo el switch a iniciar las primeras dosis inyectables porque si bien el riesgo es bajísimo, lo cierto es que tienen muy bajo riesgo de polio derivado de la vacuna a partir de la vacuna oral”, señaló el especialista.

En oportunidad de ese cambio en el esquema de oral a inyectable, desde la cartera sanitaria nacional habían explicado que “en la fase final para la erradicación de esta enfermedad, es necesario que los países reemplacen progresivamente la vacuna antipoliomielítica oral bivalente (bOPV), más conocida como Sabin, por la Salk (IPV), que es la vacuna inactivada, permitiendo mantener la inmunidad contra los 3 tipos de poliovirus (1, 2 y 3), mientras sea necesario continuar vacunando a la población en todo el mundo”.

“Se espera, en el futuro cercano, que la poliomielitis haya sido la segunda enfermedad en ser erradicada del mundo (después de la viruela) y luego de un tiempo prudencial (aún no definido), la vacunación antipoliomielítica pueda suspenderse”, aseguraba el comunicado emitido el 24 de abril de 2020.

Sin embargo, en opinión de Bonvehí, “en el país, la cobertura de vacunación de la tercera dosis, que es una que se usa como marcador está baja y en los últimos años bajó aún más”. “Hay que trabajar para mejorar las coberturas y las vigilancias”, sostuvo el experto, para quien “la pandemia no sólo impactó en el sistema de salud a causa del COVID sino que todo el sistema se vio afectado y en muchas áreas se hizo difícil de sostener todas las tareas que se realizaban”.

“Creo que ahora hay que recuperar el tiempo perdido; sobre todo ahora a partir de los casos de polio reportados ya que si bien es muy infrecuente la enfermedad en sí es fácilmente transmisible”, finalizó.

Sobre la enfermedad

En 1956, en Argentina hubo
En 1956, en Argentina hubo una importante epidemia de poliomielitis, que afectó a alrededor de 6500 personas (AGN)

La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a niños menores de cinco años, genera discapacidad severa en la población infantil y es inmunoprevenible. Actualmente, la poliomielitis por poliovirus salvajes (PV) se encuentra en la fase final de su proceso de erradicación.

Gracias a la utilización de las vacunas antipoliomielíticas, los casos de esta enfermedad se han reducido en el mundo en un 99% ascendiendo solamente a 140 casos registrados durante el año 2020 localizados en Afganistán y Pakistán.

En la mayoría de los casos, la infección por poliovirus cursa de manera asintomática y hasta en un 25% de los casos puede causar un cuadro con fiebre, cansancio, cefalea, náuseas, vómitos y dolor muscular mientras que menos del 4% puede presentar signos y síntomas de compromiso meníngeo como rigidez de nuca de evolución autolimitada. Se estima que en niños, menos del 1% de los casos cursa con parálisis irreversible cuando el virus ingresa al sistema nervioso y se replica en las motoneuronas del asta anterior de la médula espinal o en el cerebro. De estos casos de parálisis, entre el 5 y el 10% fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.

El poliovirus es un enterovirus con tres tipos antigénicos: 1, 2 y 3; los tres pueden provocar parálisis.

El poliovirus tipo 2 fue declarado erradicado en el año 2015, ya que no ocurrían casos de poliomielitis por este serotipo desde el año 1999, y el tipo 3 fue declarado erradicado en 2019 debido a la ausencia de circulación desde el año 2012. El único PV que actualmente causa casos de poliomielitis, en los países endémicos, es el tipo 1.

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