El ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, señaló que la baja abrupta de nuevos contagios en la Ciudad de Buenos Aires indican que “la curva de Ómicron está prácticamente terminada” y anticipó que si bien pueden aumentar los contagios en el otoño, no es esperable un nuevo pico de casos con en las olas anteriores.
En cuanto a la posibilidad de que los contagios aumenten con la llegada de las temperaturas más frías, Quirós explicó cuáles son las estimaciones de la cartera sanitaria: “Con el fin de la ola de Ómicron, estamos entrando en una zona de transición”.
El funcionario enumeró las etapas que fue desarrollando el COVID-19, esta transición se da “entre lo que fue la pandemia, con olas de casos, seguido de olas de internaciones de pacientes graves y seguido de olas de fallecidos, es decir un sistema de tres olas con mayor gravedad cada una de ellas. Ahora, vamos a la situación de un virus que va a quedarse circulando entre la población, generando contagios y enfermedades, sobre todo en los períodos de otoño e invierno”.
“Estamos iniciando ese período de transición, eso significa que todavía puede haber momentos de aumento de casos, es decir olas”, señaló Quirós y explicó que eso puede ocurrir en el otoño, al estar más encerrados y más tiempo en espacios con menos ventilación. Sin embargo el titular de la cartera sanitaria porteña, aseguró que dado el grado de avance de la vacunación y del grado de inmunidad adquirido por la población, puede estimarse que “esas olas sean menos significativas” y ya no tengan la gravedad de la primera y segunda ola.
Olas leves camino a la endemia
“Venimos de una pandemia, vamos hacia una endemia, nos queda todavía un interregno”, indicó el funcionario porteño y dijo que en los próximos meses van a convivir situaciones de suba de contagios con levedad de la infección, aunque todavía no se puede estimar cuánto va a durar este período de transición.
La transición hacia la endemia depende de múltiples variables, como la aparición o no de nuevas variantes de SARS-CoV-2 más o menos contagiosas o el desarrollo de nuevos tipos de vacunas contra el coronavirus.
Durante esta etapa, a pesar de la abrupta suba de casos, se va a mantener la infraestructura actual para acceder a testeos. Quirós anticipó que los centros de testeos se mantendrán en la magnitud que sean necesarios y se va a sostener esa capacidad, adaptándola a la demanda de la situación epidemiológica.
Cuarta dosis en la Ciudad
Desde marzo, hay grupos específicos que recibirán una cuarta inyección de la vacuna contra el coronavirus en la Ciudad. La cuarta dosis será destinada a aquellos que tienen una respuesta inmunológica menor, ya sea porque están recibiendo quimioterapia, o porque están recibiendo inmunosupresores por estar trasplantado, o porque reciben corticoides, o están en tratamiento de hemoterapia, o padecen una enfermedad que ha dañado su inmunidad, ya sea una enfermedad congénita o adquirida como el VIH.
“En esos casos en que el sistema inmune que no responde bien, el esquema primario con dos dosis no alcanza. Por eso, hay esquemas primarios de dos dosis para la enorme mayoría de los ciudadanos y esquemas primarios de tres dosis”, explicó Quirós hace unos días.
Esas personas son las primeras que recibieron una dosis adicional en noviembre del año pasado, en CABA y en todo el país. Se trata de personas con imunocompromiso o que tengan doble dosis de la vacuna Sinopharm y tengan más de 50 años, son las que recibieron una tercera dosis a partir de noviembre, que no era considerado dosis de refuerzo, sino una tercera dosis alcanzar esquema primario que en otros grupos se alcanza con dos dosis y así igualar la respuesta inmunológica.
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