El ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, explicó que los grupos con deficiencias en el sistema inmunológico serán quienes reciban una cuarta dosis de la vacuna para el coronavirus en CABA desde marzo.
Y aclaró que, si bien es una cuarta inyección, funciona como un refuerzo para mantener la inmunidad frente al virus.
Para completar la idea, Quirós describió como funcionan los esquemas primarios de vacunación. “La vacunación contra el COVID-19 tiene un esquema primario, la primera y segunda dosis, que son las necesarias para activar el sistema inmune y protegerse contra la enfermedad, esto es así para la enorme mayoría de los ciudadanos”.
Por otra parte, hay ciertos grupos específicos que “tienen una respuesta inmunológica menor, ya sea porque están recibiendo quimioterapia, o porque están recibiendo inmunosupresores por estar trasplantado, o porque reciben corticoides, o están en tratamiento de hemoterapia, o padecen una enfermedad que ha dañado su inmunidad, ya sea una enfermedad congénita o adquirida como el VIH”, señaló Quirós
“En esos casos en que el sistema inmune que no responde bien, el esquema primario con dos dosis no alcanza. Por eso, hay esquemas primarios de dos dosis para la enorme mayoría de los ciudadanos y esquemas primarios de tres dosis”, explicó Quirós.
Esas personas son las primeras que recibieron una dosis adicional en noviembre del año pasado, en CABA y en todo el país. Se trata de “personas con imunocompromiso o que tengan doble dosis de la vacuna Sinopharm y tengan más de 50 años”, son las que recibieron una tercera dosis a partir de noviembre, que no era considerado dosis de refuerzo, sino una tercera dosis alcanzar esquema primario que en otros grupos se alcanza con dos dosis y así igualar la respuesta inmunológica”.
Para la población general lo que se aplica es una dosis de refuerzo, una tercera inyección. En este grupo, en el que la inmunidad ya ha sido activada con dos dosis, “el refuerzo se aplica periódicamente para mantener el mismo efecto o la misma potencia de la inmunidad”, destacó el titular de la cartera sanitaria porteña.
“Lo que nos toca ahora es dar el refuerzo a ese grupo cuyo esquema primario fue de tres dosis”, dijo Quirós y explico que si bien es una cuarta dosis, cumple el rol de una tercera dosis en el resto de la población, funciona como un refuerzo para mantener la inmunidad frente al virus SARS-CoV-2. Este grupo con inmunocompromiso recibió la inyección adicional a partir de noviembre, por eso desde marzo empezarán a recibir la asignación de turnos.
La cuarta dosis para la población general “todavía no se ha decidido, es un tema que se está evaluando y viendo la oportunidad y la forma”.
Vuelta a clases
En cuanto al uso obligatorio del barbijo, el ministro de Salud de la Ciudad volvió a explicar por qué el Gobierno porteño decidió eliminar la obligatoriedad del barbijo hasta tercer grado: “Toda política pública que impone restricciones busca un beneficio social, de tipo sanitario, pero también acarrea un perjuicio. Entre ese equilibrio entre los daños y los beneficios, el uso de barbijo de primer a tercer grado, dificulta la adquisición del lenguaje, la lecto escritura y la alfabetización”.
Evaluando las necesidades pedagógicas de los chicos y por el efecto colateral del uso del tapabocas en los chicos en etapa de alfabetización, Quirós destacó que “el daño que genera el uso barbijo de primer a tercer grado, sobrepasa a los beneficios de evitar el contagio, por eso creemos que es conveniente para la salud integral de los niños evitar su uso, pero creemos que en cuarto grado esa adquisición del lenguaje ya está consolidada”.
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