La tercera ola de la pandemia por COVID-19 impactó en la Argentina con el mismo énfasis que se había visto que lo hizo en los países donde ingresaba la variante Ómicron del SARS-CoV-2.
Al momento del cierre de esta nota, el nuevo coronavirus ya registró más de 367 millones de casos confirmados en todo el mundo y más de 5,6 millones de muertes, aunque se sabe que las deficiencias en los testeos y la dificultad para diagnosticar en algunos países llevó a un subreporte y los expertos aseguran que los contagios probablemente sean muchos más.
La Argentina contabiliza más de ocho millones de contagios y 120 mil muertes, superando esta semana -con 334 el jueves- la mayor cifra de fallecidos en más de cinco meses.
La variante de preocupación tiene una ventaja de crecimiento significativa sobre la variante Delta, que se había identificado en octubre de 2020 en la India y predominó en el mundo entre febrero y noviembre pasado. Esa ventaja de Ómicron llevó a su rápida propagación en la comunidad con niveles de incidencia más altos que los que se habían observado antes.
A pesar de que el riesgo de enfermedad grave y de muerte tras la infección es menor que el de las variantes anteriores, los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades nacionales advirtieron acerca de los altísimos niveles de transmisión de la variante de preocupación descubierta a fines de noviembre en África y que rápidamente se volvió predominante en el mundo.
Y la Argentina, claro, no fue la excepción: según revelaron un grupo de investigadores que hacen la vigilancia genómica del coronavirus en el Instituto ANLIS/Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, Ómicron fue detectada los primeros días de diciembre pasado en muestras analizadas de pacientes con COVID-19 que habían estado en el extranjero. Durante las dos semanas siguientes, pasó a ser la variante predominante, mientras la variante Delta había tardado más de diez semanas el año pasado en ser detectada en más del 50% de las muestras en 2021.
De acuerdo con el último reporte del Instituto ANLIS/ Malbrán, la variante Ómicron ya está en todas las regiones del país y es la predominante desde dos semanas después de que se la detectó en diciembre. En la semana del 2 de enero pasado, la proporción de la variante Ómicron en casos sin antecedente de viaje se situó en un 84,4% mientras que la proporción de variante Delta descendió al 15,6%, entre las muestras analizadas por secuenciación genómica y rt-PCR.
En ese contexto, aunque en este caso la explosión de casos fue casi simultánea en todo el mundo, la Argentina siempre tiene la “ventaja” de poder mirar lo que ocurre en otras latitudes, como espejo de lo que luego podría pasar de este lado del globo.
En ese sentido, las mujeres y hombres de ciencia recibieron con buenos ojos la noticia de que Sudáfrica, el país donde se registró por primera vez la nueva variante del coronavirus experimentaba una notable baja en los contagios de la enfermedad un mes después.
E idéntico fue el comportamiento de la mutación en otros países: un ascenso estrepitoso de casos, con preponderancia de cuadros leves y moderados y pocas hospitalizaciones y muertes en comparación con las olas anteriores, un pico de contagios que se alcanza al poco tiempo, a partir de cuando la curva emprende su descenso.
Con un índice de positividad del 59%, muy por encima del 10% debajo del que la OMS recomienda mantener esta variable que se utiliza para evaluar si la definición de caso sospechoso y la cantidad de rastreos de contactos es suficiente, los expertos analistas de datos miran de cerca los distritos donde primero golpeó la tercera ola en la Argentina, que es donde se espera que comience su camino descendente.
Así es que ven con buenos ojos que la suba exponencial de nuevos casos se desaceleró en distritos clave como Córdoba, CABA y provincia de Buenos Aires. Según los registros de la Unidad de Datos de Infobae, la incidencia diaria (los nuevos casos por provincia por día en función de la población, variable que permitirá establecer una comparación entre las provincias), se encuentra a la baja en esos tres distritos.
Con 228 nuevos contagios cada 100 mil habitantes reportados el día jueves en la provincia de Córdoba, si se los compara con los 349 que contabilizaba hace dos semanas, la baja en la incidencia es del 35%.
En tanto en la Ciudad de Buenos Aires, se registraron este jueves 391 casos cada 100 mil habitantes, versus 502 de hace 15 días, lo que representa un 22% menos.
“Desde el jueves de la semana pasada, los casos en la Ciudad entraron en un amesetamiento y ahora todo indica que la tendencia es a la baja aunque claramente aún no está consolidado -confiaron al respecto a Infobae fuentes de la cartera sanitaria-. Nosotros somos prudentes y observamos con detenimiento cómo sigue la evolución de la curva”.
De estos tres distritos representativos del país, la provincia de Buenos Aires es donde menos se advierte por el momento la tendencia: la incidencia de nuevos casos por cada 100 mil habitantes pasó de 237 hace dos semanas a 217, esto es un 8% menos.
En ese sentido se había manifestado en su conferencia de prensa semanal el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, al asegurar: “Empezó a enlentecerse la velocidad de suba de los nuevos contagios -precisó el funcionario-. Se observa que estamos en el pico, venía subiendo, empezó a reducir la velocidad de suba y estos días empieza a observarse un leve descenso”.
Con 409 casos por cada 100 mil habitantes esta semana, versus 278 hace dos semanas, San Juan es hoy la provincia argentina con más casos por habitante, con un aumento de la incidencia del 47%.
Le sigue Formosa, donde los nuevos contagios pasaron de 187 a 262 cada 100 mil habitantes en las últimas dos semanas, lo que representa una suba del 40%.
En orden descendente, en cuanto a cantidad de casos por 100 mil habitantes, continúan Jujuy, con 292 casos hace dos semanas y 241 este jueves (baja en la incidencia del 17%); San Luis, con 360 casos el 14 de enero y 228 el 27 (baja del 37%); La Pampa, que pasó de 308 casos cada 100 mil habitantes a 226 (baja del 27%); Tierra del Fuego, con 233 casos cada 100 mil habitantes hace dos semanas y 209 esta (-10%).
Catamarca experimentó una baja en la incidencia del 7% al pasar de 223 casos cada 100 mil habitantes a 207; Neuquén pasó de 263 a 184, lo que representa una baja del 30%; Santa Fe contabilizaba 260 nuevos casos cada 100 mil habitantes el 14 de enero y bajó a 162 esta semana (-38%).
Chaco bajó de 191 a 160 (-17%), al igual que descendieron en casos por 100 mil habitantes Mendoza (de 179 a 145 bajó 19%), Tucumán (de 225 a 144 bajó 36%), Río Negro (de 156 a 130 bajó 16%), Chubut (de 179 a 127 bajó 29%), Entre Ríos (de 146 a 119 bajó 19%), Santa Cruz (de 312 a 102 bajó 67%). A esta altura de la tabla, La Rioja, que pasó de 71 casos cada 100 habitantes hace dos semanas a 90 esta semana subió su incidencia un 27%.
Finalmente, Salta y Corrientes bajaron su incidencia un 69 y 27% respectivamente, al pasar de 234 a 73 casos cada 100 mil habitantes la provincia norteña; y de 80 a 59 la del litoral argentino.
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