La tercera ola de la pandemia de COVID-19 en el país estalló con la intensidad que se esperaba acorde a lo que ocurrió en el resto del mundo. En la mayoría de los países donde se detecto, la nueva variante de propagación ultrarrápida generó contagios récord.
Según el último parte del Ministerio de Salud de la Nación del día viernes, se registraron 96 muertes y 139.853 contagios de coronavirus, lo que implica un nuevo récord desde que inició la pandemia. El último pico se había registrado el martes 11 de enero, cuando se informaron 134.439 casos.
Así, el total de infectados desde el inicio de la pandemia asciende a 6.932.972 y son 117.901 las víctimas. De ayer a hoy se realizaron 200.265 testeos. Como resultado, la tasa de positividad registrada es del 69.83%, casi siete veces más de lo que aconseja la OMS.
En Argentina, la curva comenzó a crecer más aceleradamente el 6 de diciembre, cuando se habían reportado 2.477 nuevos contagios en 24 horas. Pasaron 38 días y, desde entonces, el número aún no dejó de crecer exponencialmente, aunque hay indicios de que ese aumento es menos acelerado ahora que hace dos semanas. Hubo un pico de nuevos casos reportados el martes pasado con 134.439 contagios.
Y si bien a diferencia de lo que ocurrió en las otras dos oleadas anteriores de la pandemia, el país no cuenta hoy con robusta experiencia previa internacional donde mirar como si de un espejo se tratara lo que podría ocurrir en el territorio nacional, algunos especialistas son optimistas al observar el desarrollo que la variante Ómicron hizo en Sudáfrica y Londres -como casos testigos donde empezó a propagarse-.
En ese sentido, los datos oficiales muestran una desaceleración en el ritmo de crecimiento de nuevos casos en la provincia de Córdoba, el primer territorio donde la variante Ómicron hizo su “explosión” a nivel local, y en menor medida en la Ciudad de Buenos Aires.
“Los casos siguen en aumento, pero están desacelerados -analizaron desde la Unidad de Datos de Infobae-. Si se hubiera mantenido el mismo ritmo de crecimiento de hace siete o diez días el número de contagios estaría mucho más alto. No están bajando, pero sí dejó de crecer; lo que se evidencia es una desaceleración del crecimiento”.
Desaceleración en Córdoba
Según el último reporte semanal publicado por el Ministerio de Salud de Córdoba, la semana con mayor cantidad de casos en la provincia fue la SE 52 (la última) de 2021, con 69.885 casos, al igual que en el interior (31.909 casos) y en Capital (37.976 casos).
En la primera semana de 2022 se notificaron 6.408 casos menos que la semana anterior, lo que representa un descenso del 9,17% de casos en la provincia entre las semanas 52 de 2021 (69.885 casos) y 01 de 2022 (63.477). El porcentaje de disminución de casos semanales en Capital fue del 12,83% respecto de la SE 52 (4.874 casos menos) y del 4,8% en el interior provincial (1.534 casos menos).
Al mirar de cerca otros indicadores que las autoridades sanitarias siguen con atención, el R0 -el número o ritmo de reproducción promedio de casos nuevos-, el principal indicador epidemiológico, finalizó la semana 01 con un valor de 1,18, inferior al registrado la semana anterior.
En la Ciudad de Buenos Aires, si bien ante la consulta de este medio fueron sinceros al asegurar que van a “esperar un par de días más para ver efectivamente cómo sigue el comportamiento de la curva”, a priori reconocieron que en otros lugares “la curva de Ómicron es altísima en casos y de corta duración” y que esperaban que en la Ciudad “se replique esa situación”.
En conferencia de prensa, este martes el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se había manifestado en referencia a que “la tasa de contagiosidad, el famoso R0, está empezando a amesetarse, a bajar”. “La semana pasada estaba en 1.3 y ahora está en 1.25, es una baja pequeña pero tenemos que consolidarla, para que los casos dejen de subir”, aseguró el mandatario.
“Nosotros hoy no tenemos tanta experiencia internacional para compararnos como teníamos antes porque en la Argentina, a diferencia de lo que había ocurrido con Delta, la nueva variante ingresó al mismo tiempo que en Europa”, comenzó a analizar para Infobae el senador provincial por Corrientes, contador y experto analista de datos, Martín Barrionuevo, quien enfatizó: “Londres es un lugar donde podemos mirar y está más o menos entre una semana y diez días adelante de Córdoba y CABA (de hecho en la Ciudad de Buenos Aires pareciera que a pesar de que el actual brote empezó más tarde se desarrolló más rápido y pareciera estar desacelerándose al mismo ritmo que Córdoba, no igual pero uno o días atrás”.
“En Sudáfrica -donde se detectó por primera vez la variante Ómicron el 22 de noviembre- en 33 días, los casos comenzaron a bajar. En el Reino Unido está pasando algo similar, con un descenso del 24% en la última semana”. “Ya hace un tiempo comenzaron a bajar en Londres, pero ahora también empezaron a bajar en el interior, excepto en Yorkshire, donde yo estoy, porque acá llegó último”, le confirmó hoy la pediatra argentina residente en el Reino Unido Marta Cohen a Infobae.
¿Podría pasar algo similar acá en Argentina?, se le preguntó a Cohen. “Creo que va a seguir el mismo patrón: un freno en la suba de casos, y luego comienzan a bajar”, consideró.
En la misma línea, el médico infectólogo Eduardo López había pronosticado hace una semana que los casos en el país iban a “seguir subiendo, en los siguientes 10-15 días de forma menos exponencial, y luego se producirá una meseta en los casos de tres o cuatro semanas. Recién después, empezarían a bajar”.
Córdoba, ¿caso testigo de lo que podría ocurrir en el resto del país?
Sobre lo que se observa en la provincia serrana, Barrionuevo analizó que “es donde primero empezó a desacelerar el registro de nuevos casos”. “El miércoles fue el primer día que tuvo menos casos que siete días anteriores; ese es un dato importante pero que por supuesto hay que seguirlo para ver si se ratifica la tendencia”, señaló, al tiempo que resaltó que “en la Ciudad de Buenos Aires también está desacelerando bastante el crecimiento de casos, que va entre cinco y siete días después que Córdoba”.
Para él, “lo esperable es que vaya habiendo una reducción en cascada, aunque esta semana todavía están creciendo los casos a nivel país. Probablemente a partir de la semana próxima podría empezar a verse una estabilización en los casos en el total país”. “Trato de poner la mirada optimista de que lo que vemos que ocurre hoy en Londres puede estar pasando en Córdoba y CABA dentro de diez días”, insistió el senador.
Para graficar la situación epidemiológica actual, el doctor en física, investigador del Conicet y secretario de Planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham Jorge Aliaga, aportó dos gráficos elaborados por él mismo sobre la base de los datos del Ministerio de Salud en los que pueden verse los últimos datos de nuevos casos en cada provincia del país, comparados con los de una semana anterior.
“La barra azul es lo que se cargó ayer y la celeste corresponde a los datos de hace siete días -detalló a Infobae-. Cuando se compara eso hay que observar que la semana anterior no haya sido particular por alguna causa porque si se toma, por ejemplo, un miércoles y la semana anterior había sido feriado la relación puede cambiar simplemente porque hubo menos actividad administrativa”.
En ese sentido, explicó que para su análisis tomó siete días “y si bien siempre puede haber fluctuaciones, comparar los mismos días siempre aporta un cierto cuidado acerca de que la actividad en esos días fue bastante parecida”. Así, para él, “lo que se ve es que en Córdoba y en CABA la línea azul y la celeste son muy parecidas esta semana, lo que quiere decir que prácticamente los casos que se cargaron ayer en ambos distritos son iguales a los que se habían cargado la semana pasada, mientras que por ejemplo en provincia de Buenos Aires la barra azul es más larga que la celeste”.
Ahora, si se miran esos mismos gráficos hace una semana (el 6 de enero) eran completamente distintos en el sentido de que en casi todas las provincias la barra azul era muchísimo más larga que la celeste. Incluso los casos totales del 30 de diciembre al 6 de enero pasaron de 50.000 a 109.000 casos, un poco más que duplicaron. En tanto, del 6 al 13 de enero se pasó de 109.000 a 128.000, lo que representa un aumento del 17%, no del 100% como el anterior periodo analizado.
Fuentes del Ministerio de Salud de la Nación confiaron a Infobae que “hace días se viene analizando el fenómeno en Córdoba detenidamente”, y si bien aseguraron que no hacen predicciones, ven “con buenos ojos el fenómeno que está ocurriendo en la provincia”.
“Si bien la pandemia nos enseñó que tenemos que monitorear la situación epidemiológica minuto a minuto, esta variante es muy transmisible con un período de incubación corto, lo cual genera muchos casos todos juntos -analizaron desde la cartera sanitaria-. Cuando Ómicron empieza a circular, genera una curva muy ascendente, y si se comporta de la misma manera que lo hizo en otros países, podría verse con buenos ojos la evolución que el brote está teniendo en Córdoba, donde ya estamos viendo una meseta en el número de nuevos casos”.
Fernando Valdivia es médico veterinario, consultor en Epidemiología, Salud Pública y medicina comparada, y ante la consulta de este medio observó: “La realidad de los datos que vemos a diario nos muestra que la cantidad de casos positivos aumenta en una progresión similar a la cantidad de testeos realizados. De modo que no es serio inferir tendencias sobre esta base. Lo mismo pasa con la métrica conocida como R0 o ritmo reproductivo básico, ya que su cálculo se basa en datos estadísticamente inservibles y, además, porque el ‘punto de quiebre’ se estimó arbitrariamente en 1 (uno), cuando para enfermedades de transmisión similar bien conocidas este índice se ubica entre 2 y 5 (el propio SARS-COV-1, menos transmisible que el 2, está en ese grupo bien estudiado)”.
De modo que para él, “lo ideal es hacer proyecciones basadas en la teoría y la práctica epidemiológica”. “En esta línea, como dije en muchas otras ocasiones desde el inicio de la pandemia, sabemos que las epidemias de infecciones respiratorias virales tienen un ciclo que es el siguiente: a medida que los contagios y la vacunación aumentan (es decir, aumenta la población inmunizada), los virus se van viendo ‘acorralados’ y deben mutar para sobrevivir. Y lo hacen siempre a formas más transmisibles y por ende menos letales. Esto es lo que sucedió con todas las cepas y variantes desde enero de 2020 a la fecha. Delta y Ómicron son las últimas versiones que conocemos, y la evidencia muestra lo que indica la teoría. Hay mayor contagiosidad pero de casos leves o asintomáticos”.
En su opinión, “es tiempo de salir de la dinámica de testeos masivos y empezar a reconocer que la pandemia ya terminó”. “Nada indica que debamos estar hablando de un problema epidemiológico cuyo enfoque sanitario nos cause tantas complicaciones en la vida diaria. Es momento de volver a la normalidad y comprender que el COVID-19 debe ser manejado del mismo modo en que se hace con la gripe y otras infecciones respiratorias virales”, concluyó en línea con lo que manifestaron esta semana autoridades sanitarias en varios países de Europa y de lo que se hizo eco la propia ministra de Salud, Carla Vizzotti.
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