En la Argentina, más del 85% de la población tiene la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19. El 73,3% ya completó el esquema de dos dosis, y el 16,4% recibió una tercera dosis, como adicional o como refuerzo.
El último grupo que se convocó para la inmunización masiva fue el de las niñas y los niños de 3 a 11 años. Hasta el viernes pasado, aún el 57% de los niños no había ido acompañado por sus padres o cuidadores para ir a recibir su primera dosis o para completar el esquema. Esta demora preocupa a los expertos de la Sociedad Argentina de Pediatría por ante la explosión de casos de COVID-19 en el país pone a los niños no vacunados completamente en riesgo.
Hoy por la tarde la ministra de Salud, Carla Vizzotti, se reunirá virtualmente con las autoridades de la Sociedad Argentina de Pediatría con la finalidad de seguir impulsando la vacunación pediátrica.
El plan de vacunación contra el COVID-19 en Argentina, a cargo del Ministerio de Salud de la Nación, empezó a fines de diciembre de 2020. Empezó por los grupos priorizados, como el personal esencial, y las personas con mayor riesgo de desarrollar complicaciones si adquieren la infección por el coronavirus, las personas mayores de 60 años y las que tienen factores de riesgo. Luego, se fue convocando a grupos de edades menores.
La vacunación en niños empezó en la primera quincena de octubre pasado. Durante el lanzamiento oficial, la cartera de Salud informó que “para dar comienzo a esta nueva etapa del plan estratégico se distribuyeron 2.006.300 dosis de vacuna Sinopharm y hay 9 millones de dosis en stock exclusivamente destinadas a garantizar la vacunación pediátrica”.
En los adolescentes de 12 a 17 años, en la Argentina se aplican las vacunas de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech y Moderna desde agosto pasado. Esos inoculantes se aplicaron en ese grupo porque estaban autorizadas para uso de emergencia en base a la evidencia científica por estudios hechos en adolescentes y porque había disponibilidad de dosis en el país.
Antes del lanzamiento hubo un planteo de la Sociedad Argentina de Pediatría sobre la falta de información disponible sobre la vacuna de Sinopharm, desarrollada en China. Sin embargo, el 8 de noviembre esa sociedad médica salió públicamente a respaldar la aplicación de ese inoculante en los niños.
“La vacunación contra el coronavirus en niñas, niños y adolescentes, es una estrategia que comenzó a aplicarse en diversos países, siendo una herramienta que no sólo beneficia a quienes la reciben, sino que contribuye a lograr protección comunitaria -afirmó la Sociedad Argentina de Pediatría en un comunicado- La vacuna demostró ser segura y efectiva en estos grupos, en particular la vacuna Sinopharm utiliza una plataforma conocida (virus inactivado), similar a otras vacunas de Calendario”.
También el 11 de noviembre pasado el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), Fernán Quirós, llamó a vacunar a los niños de 3 a 11 años contra el COVID-19. “En cuanto a la vacunación con Sinopharm y los niños, hay una publicación de Fase I y Fase II que muestra seguridad y eficacia y hay un trabajo puente, como se llama, que es una Fase III recortada que se ha presentado de manera confidencial al Ministerio de Salud de la Nación a la (agencia reguladora nacional) ANMAT y ellos han evaluado los resultados de manera muy profesional, muy profunda y han hecho la recomendación de que efectivamente, más allá de la publicación de Fase I y Fase II, cuando se pone en más escala, en más cantidad de gente, los resultados siguen siendo consistentes. De manera que ahí no hay mucha duda”.
En tanto, en una carta abierta la inmunización con Sinopharm en niñas y niños fue avalada por la Sociedad Argentina de Inmunología, la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología, la Sociedad Argentina de Virología, la Sociedad Argentina de Medicina, la Asociación Argentina de Microbiología, la Fundación Huésped, el Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata, y la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, entre otras instituciones y personalidades.
“La vacunación pediátrica nos va a permitir minimizar el impacto de la pandemia en el país. No hay dudas de que la inmunización de niños y niñas es segura y beneficiosa. Algunos pediatras recomiendan a sus pacientes esperar, lo cual parece sumamente contraproducente dado el aumento de casos por la variante Delta que ya comenzó en el AMBA, y que afecta principalmente a los menores de 18 años. Por eso los aquí firmantes recomiendan la pronta vacunación pediátrica con la vacuna de Sinopharm”, escribieron en octubre. En ese momento, la variante Delta del coronavirus era la predominante.
Desde la mitad de diciembre, la variante predominante es Ómicron en ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Tierra del Fuego. Ómicron fue detectada en diciembre Argentina y los casos de COVID-19 han aumentado más del 600% durante las últimas dos semanas. Y la situación de la vacunación en las niñas y los niños viene demorada si se tiene en cuenta que las dosis están disponible para ellos desde octubre.
El 33,2% de los niños aún no había recibido la primera dosis de vacuna hasta ayer, según el Monitor Público de Vacunación de la cartera de Salud. El 23,6% había recibido la primera dosis, y el 43% ya tiene el esquema completo. “Estamos preocupados porque en el último mes se ha estancado el porcentaje de vacunación”, alertó el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Pablo Moreno.
“Hay una sensación en la comunidad que el coronavirus no afecta mucho a los chicos. El COVID-19 es más leve en los chicos pero el riesgo siempre existe, con los niños vacunados se protege a su familia”, dijo Moreno en declaraciones a CNN Radio y agregó: “Se trata de padres que no consultaron ni vacunaron a sus hijos”.
Para la semana de Navidad pasada, desde el Hospital de Pediatría Juan Garrahan, se informó que la cantidad de niños y adolescentes con coronavirus se había duplicado, pasando de una ocupación del 1,6% al 3,3 % en una semana. Entre los internados, casi el 70% tenía el esquema incompleto de vacunación.
En diálogo con Infobae, Leda Guzzi, de la comisión Comunicación de SADI y médica infectóloga de la Clínica Olivos y del Hospital Santa Rosa del partido de Vicente López, advirtió: “Estamos viendo brotes en niños y adolescentes que no estaban vacunados. Sin dudas, hay que vacunarlos lo antes posible para reducir el impacto de una tercera ola de la pandemia en el país”.
Si bien el impacto mayor del COVID-19 durante la primera y la segunda ola de la pandemia en Argentina se produjo en los adultos mayores, los niños también han sido afectados. La población pediátrica representó el 8.8% del total de los casos confirmados desde el inicio de la pandemia en nuestro país. Desde el mes de agosto del año pasado, fueron creciendo los niños con el diagnóstico de COVID-19.
Si son afectados por el coronavirus, los niños puede desarrollar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico temporalmente relacionado a COVID-19 2 a 6 semanas después de haber padecido la infección. También hasta el 15% de los niños sufrir las secuelas del COVID-19 a largo plazo, que se llama “COVID prolongado o PostCovid”.
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