Como hacía mucho tiempo que no ocurría, esta semana la Argentina se verá afectada por una ola de calor extrema que hará sentir sus efectos en gran parte del centro del país y el norte de la Patagonia con temperaturas superiores a 40ºC en algunas regiones como CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, entre otras.
El fenómeno meteorológico estará marcado no sólo por los registros térmicos que serán muy elevados, sino también por su persistencia, ya que según pronosticó el Servicio Meteorológico Nacional, las altas temperaturas persistirán al menos hasta el próximo lunes, cuando las lluvias traigan algo de alivio.
En este contexto, los especialistas advierten que junto con la ola de calor podría llegar lo que se conoce como “golpe de calor”.
La médica otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas (MN 81701) explicó que “hay tres síntomas que deben hacer pensar en un probable golpe de calor”. Y enumeró:
- Hipertermia (aumento de la temperatura corporal)
- Alteración de la conciencia
- Antecedente de permanecer en un lugar no acondicionado
“Además, la presencia de letargo, astenia (debilidad), cansancio, falta de apetito, mareos, zumbidos, náuseas y vómitos nos orientarán hacia el diagnóstico de un golpe de calor”, precisó la especialista, quien detalló que “se trata de una urgencia médica en la que lo más importante es normalizar la temperatura corporal y llevarla entre 36,5 y 38°C, aproximadamente, en pocos minutos. El golpe de calor puede dañar órganos vitales y se debe evitar llegar a ese momento”.
Y tras asegurar que “la hidratación es indispensable” y que “en algunas oportunidades se recomienda agregar bebidas con sales y enfriar el cuerpo”, Cuevas destacó que “lo importante es tener en cuenta que siempre se debe concurrir a un centro médico para recibir atención adecuada”.
“El golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por exposición a altas sensaciones térmicas, que puede ser provocada por una estancia prolongada al sol o por la realización de ejercicios vigorosos en ambientes con poca ventilación o muy calurosos”, señaló el jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital Británico, Julio Bruetman, quien precisó que “estas situaciones de mucho calor pueden llevar a que la persona sufra una rápida pérdida de líquido y sales corporales que son esenciales para la vida”.
Un cuadro así puede dar lugar a una deshidratación, lo que daña el buen funcionamiento del organismo y genera diversos síntomas. Según el especialista del Hospital Británico, algunos de ellos son:
- Sed y boca pastosa o seca
- Aumento de la temperatura del cuerpo por encima de lo normal
- Sudoración excesiva
- Sensación de sofoco
- Disminución de la sensación de orinar
- Debilidad
- Desmayos, mareos o convulsiones
- Calambres
- Piel seca
- Náuseas y/o falta de hambre
- Dolor de cabeza o embotamiento
- Confusión
Mantenerse correctamente hidratado es esencial para el funcionamiento del organismo. Sobre todo considerando las épocas de altas temperaturas se vuelve más importante beber líquido para evitar este tipo de cuadros y sentirse mal. Es por eso la importancia de incorporar la cantidad adecuada de agua a la dieta diaria.
Así las cosas, beber líquidos se hace un poco más fácil en verano porque al hacer calor el cuerpo lo pide naturalmente, pero eso no implica estar correctamente hidratado. Los especialistas coinciden en una serie de consejos para incorporar más líquidos al consumo diario.
1- Tener una adecuada hidratación. Para esto es aconsejable la ingesta de líquidos, en especial agua, durante todo el día. La cantidad de la misma varía en relación a la edad, sudoración y posibles patologías de la persona. En forma de orientación, dos litros de líquidos fríos por día podría ser adecuado.
2- No esperar a tener sed para beber: la sensación de sed es un primer indicio de deshidratación; es por eso que es importante beber antes de llegar a este estado. Un buen tip para esto es medir la cantidad de líquido que se ingiere en cantidad de botellas, si se compran packs de agua se puede contabilizar exactamente la cantidad que se bebió semanalmente. Ponerse objetivos es un buen primer paso para acostumbrarse a ingerir el consumo diario necesario.
3- Reforzar la hidratación al hacer actividad física: si durante los días de mucho calor se realiza actividad física es esencial mantenerse hidratado antes, durante y después de haberlo hecho. Para esas ocasiones se puede elegir bebidas isotónicas para rehidratarse.
4- Incluso si se consumen gaseosas, jugos o bebidas alcohólicas sigue siendo necesario consumir la cantidad de agua recomendada por día según la edad y las necesidades de cada uno para mantenerse correctamente hidratado.
Otras recomendaciones generales para tener en cuenta:
Damian Zopatti es médico clínico del Hospital de Clínicas y alertó que “en general, el golpe de calor es más frecuente de observar cuando las temperaturas del ambiente son sostenidamente elevadas en días consecutivos”.
En ese sentido, continuó la lista de recomendaciones y agregó:
5- Tener una alimentación hipocalórica. Evitar comidas de lenta digestión y pesadas. El consumo de frutas y verduras es aconsejable.
6- Usar ropa clara y fresca, en especial ropa de algodón evitando nylon o poliéster.
7- Uso de gorras o sombreros frescos a la hora de transitar en horas de sol. El uso de anteojos de sol también ayuda.
8- Evitar las horas de mayor calor (dependiendo de cada zona geográfica) para realizar actividad física o exposición al sol. En nuestro país debe evitarse hacer ejercicios o transitar por la vía pública entre las 11 AM y las 16 PM.
9- Permanecer en espacios y ambientes ventilados tanto para realizar tareas habituales como para realizar ejercicios.
10- El recurso de tomar una ducha diaria con agua templada es recomendable a fin de reducir el calor corporal y remover la sudoración presente en la piel.
11- Consultar con un médico sobre el consumo de líquidos adicionales o de medicamentos crónicos o nuevos.
Consejos para mantener los alimentos en buen estado
12- Mantener la cadena de frío de los alimentos es una de las principales recomendaciones de los expertos para evitar contraer enfermedades peligrosas como las causadas por las bacterias salomonela y escherichia coli. Para los alimentos que deban refrigerarse se recomienda colocar el freezer a una temperatura de entre 0° y -4° lo que permite detener el desarrollo de microorganismos. Para los alimentos que se almacenen en las heladeras la temperatura no debe ser superior a los 5°C. En este punto es también importante, no dejar los productos cuando se utilicen mucho tiempo fuera del frío y evitar abrir el refrigerador en forma frecuente. “La falta de conservación de la cadena de frío de productos que contienen huevos, mayonesas o conservas abiertas corren el riesgo de generar una contaminación microbiológica y como consecuencia enfermedades causadas por la salmonela y la escherichia coli”, explicó la licenciada en Bromatología Karina Gonzalez.
13- Otro hábito que no debe ser dejado de lado es la sanitización de frutas y verduras. En este punto, las frutas y verduras que se consuman crudas deben lavarse y cepillarse con cáscara para extraer su tierra y suciedad superficial y luego ser remojadas en un litro de agua con un vaso de vinagre o bien una cucharada sopera de bicarbonato de sodio por litro de agua. Se recomienda dejarlas en remojo al menos 10 minutos antes de ser enjuagadas y consumidas para lograr una correcta higienización.
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