El subdirector del Hospital Francisco Muñiz de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Carlos Cisneros, afirmó hoy que la cantidad de paciente que se está acercando a ese centro de salud para tetear si contrajo el COVID-19 es “prácticamente incontenible” debido al “crecimiento exponencial” de los casos, lo que se suma a la falta de personal de salud porque “gran parte” es contacto estrecho y ha debido aislarse.
Por otra parte, se manifestó preocupado por la ocupación de la terapia intensiva del hospital, pero admitió que no se trata de casos de COVID-19 lo que pone en tensión el sisema, ya que hoy había solo 7 internados por esa enfermedad, sino por otras patologías que se están atendiendo en forma habitual, como antes de la pandemia.
Destacó también que “prácticamente todos” los pacientes ingresados en la UTI “o no están vacunados o tienen una sola dosis”, por lo que reforzó la recomendación de completar los esquemas de vacunación, con dos dosis y con tres a quienes ya estén siendo convocados para esto.
Respecto de la ola de casos que se viene registrando en el país, que en algunas zonas como Capital Federal y Córdoba, está siendo récord, Cisneros, en diálogo con radio Metro 95,1, destacó que en el Muñiz “la cantidad de pacientes que están viniendo a hisoparse es prácticamente incontenible”.
Lo que agrava la situación es que “esto nos encuentra en un momento bastante malo porque es un momento donde, como ha habido un crecimiento exponencial (de casos), prácticamente mayor que en las dos olas anteriores, no solo la población que está haciendo cola está enferma, sino que gran parte del personal es contacto estrecho, entonces son muchas las personas que quedan en aislamiento”, remarcó, justo “en un momento en que se requieren más (recursos) fundamentalmente para el diagnóstico y los hisopados”, dijo. Es decir que se viene dando en los últimos días un aumento importante de casos y una baja en el número de profesionales y técnicos.
“Uno tiene que ir adecuando (el sistema) porque ya prácticamente la capacidad está al tope. Pero ayer se hicieron nuevas directivas para los hisopables. Uno va adecuando de acuerdo a la disponibilidad cuáles van a ser los criterios de hisopar. En este momento estamos hisopando nada más que a los sintomáticos y puede llegar un momento (que se le practique) nada más a la gente que van a internar”, explicó.
Los casos de COVID-19 en Argentina venían creciendo lentamente desde octubre pasado. Pero en diciembre el aumento se hizo más pronunciado. Durante los últimos 15 días, la incidencia de casos confirmados de COVID-19 aumentó un 217% a nivel nacional.
Esa suba abrupta del 217% es el reflejo de la incidencia nacional de contagios, que se obtiene al calcular los casos confirmados durante las últimas dos semanas cada 100.000 habitantes.
Hay 6 jurisdicciones -incluyendo la ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, y Córdoba- que registran un nivel alto de riesgo epidemiológico por la suba de casos. El resto del país se encuentra en nivel medio, y no hay ninguna jurisdicción en riesgo bajo.
La suba más pronunciada ocurrió la semana pasada: entre las semanas del 13 de diciembre y la de 20 de diciembre, se registró un aumento del 125% en los casos reportados de personas que son diagnosticadas con la enfermedad COVID-19, según los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Argentina.
Luego Cisneros señaló que “aumentó también un poco la internación lo cual es lógico” debido a la subida abrupta de casos, “entonces se nos complica un poco la atención de los pacientes” en el Hospital Muñiz, un centro de referencia en infectología.
El especialista señaló que el número de internaciones es menor a etapas anteriores de la pandemia, pero las atenciones por otras patologías están poniendo en tensión la capacidad del centro de salud. La cantidad de internados por COVID-19 en la UTI “es mucho menor. El problema es que en las otras dos olas estaba todo dedicado exclusivamente a esto y en esta ola esto viene a sumarse a una atención prácticamente habitual, entonces antes teníamos, por ejemplo, 54 camas de terapia intensiva para coronavirus” en el Muñiz.
“Hoy tenemos la terapia prácticamente llena, pero tenemos 7 pacientes nada más con coronavirus en terapia, pero hay más de 20 con otro tipo de patología”, explicó. Por eso, “el Muñiz tiene una capacidad altamente preocupante en cuanto al nivel de internación, pero en este momento el problema es que esto se suma al resto” de las enfermedades.
Cuando se lo consultó a Cisneros en torno del cumplimiento del esquema de vacunación por parte de las personas que presentan cuadros graves precisó: “Hace una semana a 10 días hicimos un control y prácticamente todos los pacientes de terapia, o no estaban vacunados, o tienen una sola dosis”. Y en cuanto a “los muertos es estrictamente así. En los demás de terapia puede haber alguno con vacunación completa, pero son la minoría”.
“No así los que se internan moderados y ni hablar los que vienen a la UFU (Unidad Febril de Urgencia) donde el predominio es de gente vacunada, pero hacen formas débiles” de la enfermedad, manifestó.
En cuanto el perfil de personas que encuentran los profesionales en ese centro de salud y que no han cumplido con el esquema de vacunación, destacó que “la gente que yo he visto que no se ha vacunado, más que por una postura firme antivacunas como se ve en otros países del mundo, es por desidia, por pensar ‘a mi no me va a pasar, total me di la primera dosis, ahora me cuesta encontrar donde darme la segunda’” dosis.
“Por eso creo que sirve esto del pase sanitario”, opinó, ya que muchas personas pueden decir “‘no tengo mucho interés en vacunarme, pero quiero ir a ver la final del campeonato de fútbol entonces voy y me vacuno’. Eso te marca que quizá no le había dado la importancia que correspondía” a completar el esquema de vacunación.
Finalmente, el subdirector del Hospita Muñiz dijo que en este momento tienen “un problema” con el personal de salud porque “la gente está cansada”.
“La gente está agotada y el personal de salud también está muy decepcionado esperaba un montón de mejoras que después no se consiguieron”, ya que “siguió siendo muy mala la situación salarial” Por ese motivo, “cuesta también conseguir reemplazos, cuando los trabajadores se enferman o toman vacaciones. “Muchos se habían ilusionado con que íbamos en este momento a tener alguna recompensa”, pero esta no llegó, dijo.
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