Por la suba de nuevos casos de COVID-19, la ciudad de Buenos Aires se encuentra, junto con otras cinco jurisdicciones, en un nivel alto de riesgo epidemiológico.
Y los datos que reflejan los partes diarios emitidos por la cartera sanitaria tienen su antesala en los centros de testeo, donde desde la última semana comenzaron a observarse largas colas de personas que buscan realizarse un hisopado para descartar haber contraído COVID-19, ya sea por tener síntomas compatibles con la enfermedad como por haber tenido contacto estrecho con una persona infectada.
Así, según informaron a través de un comunicado desde el Gobierno porteño, durante el fin de semana de Navidad, los centros de testeo en la Ciudad realizaron 51.572 testeos. El refuerzo en la estrategia permitió registrar un pico de 39.130 evaluaciones en una sola jornada, el 24 de diciembre. Y con el objetivo de continuar con el plan de detección de coronavirus, anunciaron que el cronograma se replicará durante los próximos 31 y 1° de enero.
En la misma línea, ayer domingo realizaron en la Ciudad 15.689 test de PCR. Y hoy lunes la imagen se repite y en los móviles de televisión pueden verse largas filas de personas en busca de su hisopado.
De allí que en medio de este pico de demanda, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció la apertura de cuatro unidades móviles de apoyo que se ubican -desde este mediodía- a 100 metros de las Unidades Febriles de Urgencia (UFU´s) con mayor demanda: los hospitales Santojanni, Tornú, Rivadavia y Pirovano. Luego de la apertura desde este mediodía el horario será de 10 a 18:30 horas.
Las cuatro unidades se suman a otros dos centros que había abierto la semana anterior la Ciudad, para duplicar la capacidad del sistema.
Es que actualmente uno de cada tres testeos a nivel nacional se realizan en el territorio porteño. Mientras que el promedio diario el 15 de diciembre era de 15 mil, hoy supera los 26 mil, lo que representa un aumento del 73,3% en sólo 10 días. Asimismo, desde la cartera sanitaria porteña resaltaron que uno de cada tres testeos en la Ciudad se hacen a personas de otras jurisdicciones, principalmente bonaerenses.
Además, en el inicio de una nueva temporada de vacaciones, muchas personas se testean como parte de los requerimientos que les solicitan en los lugares de destino de su viaje, lo que congestiona más aún la situación.
“En un momento de brote como el actual tenemos muchas personas con síntomas que se acercan a las UFU’s y muchos otros lo hacen porque tuvieron contacto estrecho con alguien infectado y esos son los testeos que priorizamos, los sanitarios -se sinceraron ante la consulta de Infobae fuentes del Ministerio de Salud porteño-. Cuando alguien se va de viaje es un testeo administrativo, que no se hace ante la posibilidad de estar enfermo entonces lo que necesitamos es que la gente con cobertura médica haga uso de sus prepagas y obras sociales para evitar estos cuellos de botella en los centros de testeo de la Ciudad”.
En ese sentido, en busca de descomprimir la tensión del sistema, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dijo que el gobierno analiza un nuevo cambio de paradigma para determinar cuándo una persona es considerada COVID positiva.
“Estamos evaluando un cambio de paradigma que tenemos que ir comunicando”, informó Vizzotti. Y explicó: “Cuando se llega a un punto donde es importante el número de casos, la indicación de la jurisdicción puede ser que un contacto estrecho de un caso positivo con un síntoma, aunque esté vacunado, se considere positivo sin la necesidad de hacer el test”.
Actualmente, ante el caso de un conviviente positivo, todos los integrantes de la familia deben aislarse. En la medida de lo posible, el aislamiento debe cumplirse separado del caso positivo. De ser así, el alta de los convivientes (por contacto estrecho) es a los diez días desde el último contacto.
En aquellos casos en los cuales no sea factible la separación (por lo general en niños pequeños), el conviviente debe mantener aislamiento por diez días desde el alta del paciente. Y en caso de que el contacto estrecho presente síntomas dentro del período mencionado, debía acudir al centro de salud y allí le indican los pasos a seguir. Pero ahora, de acuerdo a la definición que dio Vizzotti, las jurisdicciones están facultadas para considerar a esas personas como contagiadas y evitar que hagan colas para hisoparse. “Un solo síntoma basta”, dijo la ministra en diálogo con El Destape radio.
Los casos de COVID-19 en Argentina venían creciendo lentamente desde octubre pasado. Pero en diciembre la subida se hizo más pronunciada. Durante los últimos 15 días, la incidencia de casos confirmados de COVID-19 aumentó un 217% a nivel nacional.
Esa suba abrupta del 217% es el reflejo de la incidencia nacional de contagios, que se obtiene al calcular los casos confirmados durante las últimas dos semanas cada 100.000 habitantes.
La suba más pronunciada ocurrió la semana pasada: entre las semanas del 13 de diciembre y la de 20 de diciembre, se registró un aumento del 125% en los casos reportados de personas que son diagnosticadas con la enfermedad COVID-19, según los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Argentina.
Las jurisdicciones que más casos reportaron en promedio durante los últimos 7 días son la provincia de Buenos Aires (3.097), Córdoba (2.824), Ciudad de Buenos Aires (1.989), Tucumán (467) y Santa Fe (377).
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