Dos datos contundentes convergen en la actual situación epidemiológica que atraviesa Argentina: uno conlleva preocupación, mientras que el otro es alentador y habla de la eficacia de las vacunas contra el COVID-19. Por octavo día consecutivo, la positividad de contagios no solo superó el 10% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que este domingo se duplicó de manera holgada en 22,78%. A la vez, pese a este incremento exponencial de infectados la ocupación de las terapias intensivas se redujo en diciembre cuanto puntos porcentuales en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Por densidad poblacional y nivel de actividad, el AMBA se posicionó desde la llegada del coronavirus a la Argentina como el epicentro de la pandemia en el país. Pese al aumento de contagios que viene reportando Córdoba - con 2.406, ayer fue el distrito que lideró el informe del Ministerio de Salud-, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires son las que contienen mayor cantidad de personas infectadas.
A nivel nacional el 24 de diciembre fue la jornada con más contagios reportados desde el mes de julio. De los 16.279, 4.818 fueron del territorio bonaerense y 3.422 de la Capital Federal. De acuerdo al último informe, el total de casos desde el inicio de la pandemia ascendió a 5.460.042 y hubo 117.035 fallecidos.
Según la Sala de Situación Coronavirus del Ministerio de Salud de la Nación, en los últimos 19 días el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA varió entre 40% y 36%.
El 8 de diciembre había 682 personas con COVID-19 internadas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI). A nivel nacional ese número significaba un porcentaje de ocupación de 35,3%, mientras que los hospitales de CABA y GBA reflejaban una ocupación de 40,1%. Durante aquella jornada se registraron 1881 contagios y 5 muertes.
Al día siguiente, el 9 de diciembre, en camas UTI había 707 infectados con coronavirus. En todo el país el nivel de ocupación ascendió a 35,5%, mientras que en el AMBA fue de 40,3%, el porcentaje más alto en las últimas tres semanas. Ese jueves se informaron 2744 contagios y 11 fallecimientos.
El 10 de diciembre había 706 individuos enfermos en terapia intensiva: 35,1% de ocupación a nivel nacional y 38,6% en el AMBA. Fueron reportados 3573 contagios y 29 muertes. Los números de infectados y víctimas fatales iban en ascenso, mientras que a la par iba disminuyendo el nivel de ocupación de camas UTI.
Una semana más tarde del primer reporte informado en esta nota, había 35,5% de ocupación de camas a nivel nacional y 38,7% en el AMBA. Es decir, en todo el país se mantenía estable pero en Gran Buenos Aires y la Capital Federal se registraban dos puntos menos. Ese día, el 15 de diciembre, el número de internados por COVID-19 ascendió a 742 y la curva de contagios continuaba en ascenso: 4819. En la comparativa, se sextuplicaron las muertes en una semana: 31 informados por la cartera sanitaria.
Al día siguiente, la ocupación de camas en AMBA había sufrido un leve crecimiento alcanzando el 39%. En todo el país se mantenía estable.
El 18 de diciembre -a los 10 días del primer informe de esta publicación- había 789 personas infectadas con COVID-19 en camas UTI. A nivel país ese número representaba un 35,1% de ocupación, mientras que en el AMBA se redujo a 38%.
Cuando el porcentaje de positividad comenzó a superar el 10% recomendado por la OMS, la ocupación de camas tanto a nivel país como en AMBA continuó estable.
El pasado 24 de diciembre cuando se reportó la jornada con más contagios desde julio (16279), hubo 830 personas con coronavirus internadas. Recién la próxima semana comenzaría a sentirse el impacto de esta jornada.
El sábado 25, con 890 personas internadas en UTI, el porcentaje de ocupación a nivel nacional fue de 34,3% y en el Área Metropolitana del 36,2%.
El último reporte indicó que hay 820 personas internadas con COVID-19. Contabilizando todas las patologías, tanto en instituciones del sector público como privado, el porcentaje de ocupación a nivel nacional se redujo a 34,1% y en el AMBA a 36,1%. Este domingo se informaron 7623 infecciones y 15 fallecimientos.
Estos datos demuestran que el crecimiento de contagios es importante pero hasta el momento no se traslada a cantidad de internaciones en camas de terapia intensiva y muertes. Una evidencia, además, de la eficacia de las vacunas para impedir cuadros graves de la enfermedad.
La situación está lejos de ser crítica, pero genera preocupación en el Gobierno Nacional y en las administraciones bonaerense y porteña por la tensión que podría generarse en el sistema sanitario y por la potencial necesidad de volver a limitar actividades y aforos. No obstante el foco estará en reforzar la campaña de vacunación.
Desde la cartera sanitaria sugirieron a todas las jurisdicciones del país reducir a cuatro meses el tiempo para la aplicación de las dosis de refuerzo a personal de salud y mayores de 60 años. La estrategia apunta a ofrecer la máxima protección para evitar hospitalizaciones y muertes a quienes tienen más exposición y riesgo.
La incidencia de mortalidad en las últimas cuatro semanas fue de 4,73 cada 1.000.000 de habitantes en personas vacunadas con dos dosis y de 10,76 cada 1.000.000 de habitantes en aquellos que no iniciaron el esquema de vacunación correspondiente. Por ello, los gobiernos Nacional y provinciales apuntan también a concientizar a aquellos que por distintas razones no asistieron a vacunarse.
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