En un contexto de indicadores epidemiológicos a la baja, esto es, cantidad de casos diarios de COVID-19 notificados, muertes y ocupación de camas UTI y un porcentaje cada vez mayor de población vacunada, las autoridades sanitarias se mostraron cautelosas para hablar de salida de la segunda ola de la pandemia en el país.
Como anticipó Infobae, si bien todos los valores epidemiológicos mejoraron producto de la alta cobertura de vacunación, desde el Ministerio de Salud expresaron que “lo que está sucediendo es que está aumentando la proporción de la variante Delta en algunos aglomerados urbanos”. Por su mayor transmisibilidad, cuando esa mutación del SARS-CoV-2 ingresa a un territorio no tarda mucho tiempo en volverse dominante.
La provincia de Neuquén confirmó esta tarde que tiene circulación comunitaria. Lo anunció el propio Ministerio de Salud local. “La detección temprana de las nuevas variantes permite caracterizar oportunamente la situación epidemiológica a nivel local”, sostuvo el comunicado oficial.
“En esta última semana se amesetó el descenso de nuevos casos y si se observa lo que ocurre en la región, la situación es igual en todos los países: están en una meseta con una incidencia muy baja”, describió en diálogo con Infobae la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica de la cartera sanitaria, Analía Rearte, quien señaló que la Argentina contabiliza “50 o menos casos por cada 100 mil habitantes, lo cual es un número muy bajo”.
Según detalló la funcionaria, “la circulación de Delta a nivel país está entre el 30 y el 40%” y siguen muy de cerca “algunos aglomerados urbanos que están por arriba del 35-50%”.
Y tras resaltar que “la Ciudad de Buenos Aires está por encima del 60% y centros urbanos como Santa Fe y Salta entre 30 y 50%”, Rearte señaló que en Córdoba, pese a que “tuvo muchos brotes y conglomerados (casos relacionados a partir de un caso confirmado) de Delta, el número general es bajo”. “La detección de conglomerados es el paso previo a la transmisión comunitaria”, advirtió.
Según datos de la funcionaria, “la circulación de Delta viene aumentando y va a seguir; hasta la semana pasada era del 28%”. “La experiencia de lo que pasó en la primera y segunda ola nos muestra que el virus entra primero a la Ciudad, luego se extiende en el Área Metropolitana y de ahí al resto del país -describió-. En CABA y en el oeste del conurbano bonaerense ya es la variante predominante, y varios aglomerados urbanos van a seguir esta progresión”.
“Sabíamos que esto iba a pasar, ya que en el mundo la variante Delta circula de manera dominante con un 90-100% de preponderancia -señaló Rearte-. Con las medidas que tomamos de cupos en el ingreso del exterior y mantener aforos, retrasamos el ingreso y hoy vamos a afrontar este ingreso con casi 90% de la población mayor de 18 años vacunada con dos dosis; es distinto el panorama si esto hubiera ocurrido en julio o agosto”.
En coincidencia con la funcionaria, la jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Ángela Gentile (MN 49908), manifestó a Infobae su preocupación porque “evidentemente la pandemia no terminó”. “Tenemos que estar preparados para un tercer brote debido a Delta; lo que va a marcar la diferencia es la magnitud y las características del brote”, evaluó la especialista, quien señaló: “La magnitud la podemos disminuir con una buena cobertura de vacunación, en tanto que las características apuntamos a que haya menos uso de UTI y menos mortalidad”.
Así, según Gentile, la Argentina “tendría un tercer brote, probablemente de Delta, pero con menos daño, menos muertos, menos utilización de UTI y más circulación de un virus, que cause cuadros leves y moderados”.
Pero para eso, en su opinión, “se debe llegar al menos al 70% de población vacunada con dos dosis en todo el país”. “Ahora hay que trabajar para aprovechar este tiempo y aumentar los esquemas completos”, enfatizó.
“Es importante terminar de completar la vacunación de adultos”, acordó Rearte, quien puntualizó que al día de hoy, según las cifras oficiales, está vacunado con una dosis el 85% de los mayores de 12 años, el 93,4% de los mayores de 50, y el 90,2 de los mayores de 18. Mientras que con dos dosis, la protección alcanza al 87% de los mayores de 50 y 75% de los mayores de 18 años.
“Tenemos que completar esas segundas dosis, encontrar ese 10% que aún no se vacunó y avanzar fuertemente con la inmunización de adolescentes y niños”, insistió.
Sobre secuenciación genómica y el panorama en un contexto de “casi normalidad”
Ante la observación hecha por algunos especialistas, acerca de que el impacto de Delta no se dimensionó en su totalidad hasta el momento porque es escasa la secuenciación que se realiza en el país, Rearte destacó que “muchas jurisdicciones reportan casos y siempre se debe reforzar el control de brotes”.
“El Instituto Malbrán aumentó mucho su capacidad de secuenciación, y además se están utilizando unos kits de PCR que si bien no secuencian orienta acerca de si la muestra es Delta/no Delta -explicó la funcionaria-. No es secuenciación genómica pero es una orientación bastante fuerte”.
Además, agregó que el Consorcio Proyecto PAIS -creado desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación- “con la actual baja circulación secuencia el 50% o más de las muestras positivas que recibe”.
“Ahora estamos en una situación benigna, pero no hay que bajar la guardia”, aportó Gentile, para quien “hay que continuar haciendo vigilancia activa, trabajar con la secuenciación genómica, seguir rastreando contactos y buscando pacientes asintomáticos”. “A todo lo que aprendimos en 2020 hay que sumar el énfasis en la vacunación”, agregó.
Para la epidemióloga, “cuando circula Delta, independientemente de que se secuencie más o menos se advierte con mucha rapidez”. “De hecho hace un mes el porcentaje de circulación rondaba entre el 3 y el 5% y ahora es bastante mayor -destacó-. Con el sistema actual, si bien uno quisiera que la vigilancia genómica se profundizara, estamos viendo una realidad de avance lento y silencioso y ese es el escenario de situación”.
En este contexto, con cada vez más restricciones que se levantan, actividades que se habilitan y aforos que se aumentan, Gentile enfatizó que “se sabe que puede haber actividades que se flexibilizan aprovechando buenas situaciones epidemiológicas y también se aprendió que hay determinados momentos en que puede ser necesario volver para atrás”. “La gran clave es que tenemos que aprender a convivir con el virus -apuntó la especialista-. Lo que me parece importante destacar es que puede haber un brote, el tema es la magnitud”.
“La movilidad hoy es casi 100% y sabíamos que cuando ingresa Delta, por ser más transmisible pasa a ser la variante dominante”, apuntó Rearte, para quien “la gran herramienta que cambia el pronóstico es la vacunación y ver cómo impacta que el país tenga la mayoría de los mayores de 50 protegidos”.
Sobre la proximidad de las Fiestas de fin de año y las vacaciones de verano, para la funcionaria, “con las coberturas de vacunación que se tienen no es esperable tener mayores problemas en relación a internaciones y fallecidos”. “Por eso es importante recalcar que en este momento de aperturas y aumento de aforos, no se debe relajar la utilización del barbijo en interiores o cuando estamos con otras personas, así como recordar siempre ventilar los ambientes y todas las medidas que ya incorporamos en 2020″, aseguró.
¿Tercera dosis o dosis de refuerzo?
“Estamos terminando de analizar los estudios de efectividad para definir la necesidad de una tercera dosis, evaluar cuándo sería necesario hacerlo y en qué grupo es prioritario”, señaló Rearte, quien destacó que “primero hay que cerrar los esquemas de dos dosis”.
Gentile coincidió que “se sabe que hay una pérdida del tenor de anticuerpos en las personas vacunadas, pero también que existe la inmunidad celular, que protege de igual manera”. Sin embargo, para ella “eventualmente va a haber que plantearse la necesidad de una dosis de refuerzo”, y agregó: “Si el SARS-CoV-2 se transforma en endémico probablemente necesitemos dosis anuales como ocurre con la influenza”.
“Tal vez ahora se requiera un refuerzo para alguna población, pero me parece importante reforzar la idea de que una caída del nivel de anticuerpos no implica desprotección. Tenemos que saber que va a haber refuerzos, pero tener la tranquilidad de que el esquema completo fue y sigue siendo protector”, concluyó.
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