El impacto del aislamiento en los pacientes con Alzheimer y cómo acompañarlos en tiempos de pandemia

La emergencia sanitaria que impuso el COVID-19 acrecentó los trastornos en el estado de ánimo y este es un grupo particularmente sensible de pacientes. Qué hacer para procurarles una mejor calidad de vida

Se estima que la enfermedad de Alzheimer afecta a más de 300 mil argentinos y al menos a 44 millones de personas en todo el mundo (Getty)

La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia neurodegenerativa, y su incidencia y prevalencia van en aumento debido a la mayor expectativa de vida en la población. Tanto los enfermos como sus cuidadores se vieron afectados significativamente por la pandemia de COVID-19.

En el marco del Día Mundial del Alzheimer, que se conmemora hoy, este año es particularmente importante concientizar acerca de diversas dificultades que atraviesa esta enfermedad en el contexto de la emergencia sanitaria.

La pandemia tuvo impactos sin precedentes en todos los ámbitos. La aparición de trastornos en el estado de ánimo se acrecentó por el contexto, lo que se manifestó en mayor ansiedad y depresión, así como el desarrollo de conductas disruptivas como la agitación, la inquietud, excitación psicomotriz y los estados confusionales. En este sentido, es de suma importancia estar atentos a los posibles cambios de conducta en las personas que padecen enfermedad de Alzheimer.

Los especialistas instan a tener en cuenta que, en una etapa inicial, la enfermedad de Alzheimer progresa silenciosamente: aunque no haya síntomas se producen en el cerebro cambios patológicos que pasan completamente desapercibidos. Las etapas siguientes avanzan con un severo deterioro cognitivo que incluye síntomas conductuales que muchas veces irrumpen fuertemente en las actividades cotidianas del paciente y la rutina familiar debido a la pérdida progresiva de la independencia funcional.

La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia neurodegenerativa

Se estima que esta patología afecta a más de 300 mil argentinos y al menos a 44 millones de personas en todo el mundo, con una prevalencia en mayores de 65 años, valores que se elevan con el aumento de la edad. Estos números no sólo alertan sobre la cantidad de personas que viven con demencia, sino que la convierte en una crisis de salud global que evidencia una necesidad de abordaje. Por tanto, su importancia radica no sólo en su alta y creciente frecuencia, sino también en el enorme costo social y económico que implica el cuidado de estos pacientes.

“Los pacientes con Alzheimer tienen una serie de síntomas y características particulares además de la pérdida de memoria”, explicó el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral y docente de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, Norberto Raschella, quien diferenció que existen, a grandes rasgos, tres grupos de síntomas: “los síntomas cognitivos, principalmente caracterizados por los trastornos de memoria de hechos recientes, de orientación, en el lenguaje, entre otros; los síntomas conductuales y de comportamiento, como la incapacidad de adaptarse a su entorno, interpretar la realidad y escasa o nula capacidad de aprendizaje; y los síntomas motrices, más tardíos pero que suelen verse como inquietud con vagabundeo errante y trastornos de la marcha”.

Como a toda la población, la pandemia obligó a estos pacientes y a sus cuidadores a adaptarse a una nueva realidad, pero con distintas dificultades. “Las mayores complicaciones recayeron en que los enfermos, al tener limitadas sus capacidades de aprendizaje y adaptación, no pueden comprender situaciones simples relacionadas a los nuevos cuidados sanitarios, como la importancia del distanciamiento social, del uso de barbijo, la higiene de manos, entre otros”, agregó.

Por este motivo resulta fundamental implementar medidas de psicoeducación, acompañamiento familiar, modificación conductual y estimulación cognitiva en los adultos mayores confinados por razones de seguridad.

El aislamiento social generó un empeoramiento funcional, a nivel cognitivo y físico en estas personas (Getty)

Desde el Centro de Neurología Cognitiva (CeNeCo) del Servicio de Neurología del Hospital Británico señalaron que “también es imperativo recomendar que no se descuide el seguimiento y el control de las enfermedades comórbidas, ya que su descompensación afectará negativamente la salud en general; acelerará el deterioro cognitivo y los trastornos de conducta; y aumentará el riesgo de contagio y el desarrollo de formas más severas de infección por COVID”.

En este punto, recomiendan:

- Conductas saludables para vivir en la nueva realidad. El mantenimiento de un estilo de vida saludable (dieta mediterránea, actividad física, interacción social y entrenamiento/estimulación cognitiva) mejora sustancialmente la calidad de vida y disminuye significativamente la exposición a factores de riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer.

- Cuidados de las personas mayores. Para evitar accidentes en el hogar provocados por el estado general y las patologías del envejecimiento, independientemente del grado de declinación cognitiva, se recomienda anticiparse a la posibilidad de:

1- La pérdida de agudeza visual -trastornos de la refracción como miopía, hipermetropía o astigmatismo y trastornos de acomodación como la presbicia.

2- Las dificultades auditivas -presbiacusia e hipoacusia- que pueden interferir con la comunicación y la interacción social.

3- Las alteraciones funcionales originadas por el desarrollo de artritis de las pequeñas articulaciones, que desequilibra movimientos delicados de precisión.

4- Atrofias musculares, que conjuntamente con la artrosis, afectan las grandes articulaciones e incrementan el riesgo de caídas.

5- La pérdida de reflejos y el enlentecimiento motor evitando posturas y tareas potencialmente peligrosas.

"Lo recomendable en este contexto es involucrar a la familia y otras redes de apoyo" (Getty)

- Trastornos conductuales: es necesario considerar cuidados en el hogar, como suelos resbaladizos o irregulares, puertas angostas, iluminación deficiente, pasillos con exceso de obstáculos, alfombrados, exceso de mobiliario, muebles con superficie vidriada, entre otros.

- Medidas de higiene del sueño: favorecer el descanso nocturno reparador. Realizar ejercicios regularmente, establecer horarios de sueño regulados, evitar la ingestión excesiva de alcohol, entre otros.

En tanto, Raschella enumeró como posibles medidas para mitigar los efectos del aislamiento en este grupo de personas:

- El papel de la telemedicina fue fundamental para algunos casos en los que el paciente presenta cierto grado de conservación de la realidad. Esto incluye entrevistas virtuales, juegos, contacto con sus seres queridos y seguimiento de otras patologías preexistentes.

- Elementos estimulantes como las mascotas. En los casos que requieren internación, se ha propuesto incluir un documento en la historia clínica del paciente con información cultural, sus intereses y pasatiempos, preferencias alimentarias, prácticas espirituales, gustos musicales y otras rutinas que el enfermo desarrollaba para su distracción.

- Mitigar el dolor, la sed y el apetito son, en muchos casos, suficientes para limitar conductas disruptivas. Estos aspectos no deben infravalorarse ya que en muchas ocasiones los pacientes no pueden expresar adecuadamente estas sensaciones.

- En lo posible, el lenguaje con el enfermo debe ser simple y adecuado. Las órdenes no deben tener más de dos o tres pasos, para facilitar la comunicación.

Estas medidas no farmacológicas -coinciden los expertos- ayudan a minimizar el efecto del aislamiento sobre la conducta de los pacientes, contribuyen a disminuir el consumo de psicofármacos, que en ocasiones son innecesarios, y el riesgo de efectos adversos.

Caminata nacional por el Alzheimer, y otras actividades para generar conciencia

En lo posible, el lenguaje con el enfermo debe ser simple y adecuado. Las órdenes no deben tener más de dos o tres pasos, para facilitar la comunicación (Getty)

Como desde hace 13 años, Fundación Ineco llevará a cabo la Caminata por el Alzheimer cuyo fin es concientizar sobre dicha enfermedad, ayudando no sólo a quienes la padecen sino también a sus familiares y cuidadores; siendo que la enfermedad de Alzheimer es la quinta causa principal de muerte en el país.

Guido Dorman es especialista del Departamento de Neuropsiquiatría y Coordinador del centro de día para pacientes con deterioro cognitivo y demencias de Ineco y señaló que “como consecuencia del cumplimiento de la cuarentena, esta situación afectó intensamente a las personas con fallas cognitivas. El aislamiento social generó un empeoramiento funcional, a nivel cognitivo y físico, provocando alteraciones conductuales y psicológicas (como la apatía, la ansiedad, el enojo, el ánimo decaído, el insomnio y los sentimientos de soledad, entre otros) y exacerbando el avance de la enfermedad y su deterioro”.

De acuerdo a las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación y las guías Internacionales, lo más importante es entender que el distanciamiento recomendado debe ser físico y no social: “Lo recomendable en este contexto es involucrar a la familia y otras redes de apoyo para proporcionarles información y ayudarlos a practicar medidas de prevención así como también, mantener las demostraciones de afecto a través del saludo gestual, la palabra, videoconferencias o por teléfono. Por otro lado, es importante promover actividades saludables de disfrute y relajantes, y motivar la realización de actividades domésticas o recreativas”, destacó el profesional. En suma, sostuvo que es importante ofrecer tranquilidad y comprensión, sin desafiar las palabras del paciente con deterioro cognitivo. La familia y los cuidadores habituales ayudan a mantener el bienestar psicológico y emocional, y a comunicar las necesidades de las personas con demencia.

La tradicional caminata tendrá lugar este sábado 25. Asimismo, Fundación Ineco lleva a cabo desde ayer lunes un ciclo de charlas sobre concientizaciónen las que profesionales de la institución desarrollarán temas como: “Mové tu mente”;”¿Qué hacemos cuando nos olvidamos?”, la importancia de caminar y la actividad física en pandemia, etcétera. Además, se recorrerán diversos tópicos y actividades lúdicas e interactivas con una dinámica que busca lograr la psicoeducación y divulgación de dicho tema.

Tanto las actividades como las charlas son gratuitas y abiertas al público en general, y quienes estén interesados en participar pueden unirse a través de Facebook Live de Fundación Ineco.

- Para concientizar sobre la detección temprana, los especialistas del Servicio de Neurología Cognitiva de Fleni brindarán información sobre Alzheimer en un vivo a través de redes sociales sobre “La Importancia del diagnóstico temprano”. La cita es hoy a las 15 por las cuentas de Instamgran y Facebook @fleni_oficial

- En tanto desde CeNeCo, junto al Grupo de Trabajo de Neurología de la Conducta y Neurociencias Cognitivas Sociedad Neurológica Argentina realizarán una Jornada de Extensión Comunitaria para tomar conciencia sobre esta enfermedad en el marco de la pandemia mundial por coronavirus.

La jornada será virtual y se llevará a cabo vía zoom el próximo jueves 23 de septiembre, de 9 a 12.

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