“La mujer embarazada tiene que comer carne, huevos y tomar leche, y si no lo hace, tomar suplementos que sustituyan los nutrientes que no ingiere a través de la alimentación; eso es lo que dice mayoritariamente la biblioteca médica”. El médico nutricionista Alberto Cormillot (MN 24.518) volvió sobre un tema siempre polémico para hacer hincapié en la necesidad de que las mujeres gestantes y lactantes consuman los nutrientes que ellas y sus hijos necesitan para un correcto desarrollo.
En diálogo con Infobae, el especialista hizo referencia a un estudio realizado en el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan de la ciudad de Buenos Aires, que detectó que la deficiencia de vitamina B12 es una de las complicaciones más graves de los hijos e hijas de las mujeres que siguen dietas vegetarianas y veganas sin supervisión profesional. La investigación advirtió sobre el aumento de casos de niños con problemas neurológicos relacionados a la falta de esta vitamina y su relación con el incremento de dietas veganas y vegetarianas.
Los niños estudiados fueron lactantes previamente sanos, amamantados en forma exclusiva, ninguno recibía alimentos de origen animal ni suplementos, no habían tenido complicaciones perinatológicas, sus madres no habían recibido consejería nutricional durante el embarazo ni ningún tipo de suplemento.
“En el Hospital Garrahan, el más grande y posiblemente el más importante de pediatría, empezaron a ver chicos con cuadros raros, como convulsiones, hipotonía, dificultad para la deglución, anemia; incluso en algunos se observó atrofia cerebral grave, y el factor común era que sus madres eran veganas, habían tenido lactancia exclusiva y ninguno recibía productos de origen animal y tenían déficit de vitamina B12”, apuntó Cormillot.
Y continuó: “Encontraron valores extremadamente bajos e inmediatamente empezaron un tratamiento con complejo B intramuscular y luego por boca tanto para los niños como las madres, y además los menores pasaron a una alimentación mixta. Con el tiempo todos se recuperaron y ninguno sufrió secuela neurológica”.
El tema volvió a instalarse en el centro del debate luego de que esta semana se hiciera viral un video de la cantante María Becerra en su cuenta de Instagram en el que criticaba el consumo de productos de origen animal.
La joven de 21 años dijo a través de un reel a sus casi seis millones de seguidores que “es mentira que existe la vaca lechera”. “No crean eso que nos vendieron, es un cuento, te ponen en la tele lo que hace bien, (y te dicen) que vas a llenar a tu hijo de calcio y eso es mentira -aseguró la joven defensora del veganismo-. ¿Se imaginan a un bebé humano tomando la teta de una vaca? No, porque eso no existe, porque no debería ser así porque los humanos no tenemos que tomar leche de otra especie”.
Y tras sostener que el ser humano es lactante “solamente” cuando es bebé y toma la leche de su madre, agregó: “Después no necesitamos más leche de ningún tipo”.
“Somos diferentes a muchos animales no sólo en la necesidad de consumir lácteos”, se limitó a opinar Cormillot, para quien “lo que suena raro es que alguien que no es nutricionista se ponga a dar consejos de nutrición”.
¿Qué es la vitamina B12? Es una vitamina esencial que no puede ser producida por el organismo humano y que se adquiere a través de la ingesta de carne, leche, huevo y, en menor medida, legumbres. Es un factor fundamental en la transmisión de los impulsos nerviosos. En el caso de que se elija una dieta que no incluya la B12 o se coma menos de una vez por semana carne o pescado “es fundamental suplir esta vitamina”.
En los últimos años la prevalencia de los casos de niños con déficit de este nutriente en el Hospital Garrahan aumentó rápidamente: de 0,85 casos por año entre 2006 y 2013 se pasó a 3,5 casos por año en el período 2016-2018. El trabajo presentado por los profesionales del Garrahan estudia y describe a “un grupo de lactantes, hijos de madres veganas, con déficit de B12 y compromiso neurológico grave: apneas, convulsiones, hipotonía, desconexión y retraso madurativo”.
El médico pediatra especialista en medicina interna Juan Aguirre es asistente de Cuidados Intermedios y Moderados (CIM) y autor principal de la investigación, y afirmó: “Nuestro propósito es llamar la atención de los obstetras y de los pediatras para que pregunten a las madres sobre su alimentación y puedan, entonces, suplir la vitamina B12 a madres veganas y vegetarianas desde antes de la concepción y mientras dure la lactancia”.
Además, Aguirre también señaló la importancia de “considerar el déficit de B12 como diagnóstico diferencial en las niñas y niños pequeños con enfermedad neurológica”. Es decir que se recomienda a los pediatras la sospecha de carencia de B12 ante casos de “deterioro neurológico sin causa aparente o la aparición de anemia megaloblástica o pancitopenia”.
“La idea no es que las personas que quieren ser veganas dejen de serlo, cada uno puede hacer con su alimentación lo que quiere, pero siempre con el seguimiento de un nutricionista que lo asesore”, continuó Cormillot, para quien aquellos que siguen una dieta libre de productos de origen animal deberían suplementarse con vitamina B12, vitamina D, hierro, zinc y Omega 3. “Cuando uno va a hacer una dieta que no es armónica y completa conviene estar asesorado”, insistió.
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