La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó la Fase II del estudio Pegasus, para demostrar el efecto de tres dosis diarias de ibuprofeno inhalado versus placebo, en el tratamiento de pacientes con neumonía moderada a severa causada por el SARS-CoV-2.
Es que en el marco de la pandemia por COVID-19, en paralelo con la busca de vacunas capaces de prevenir la enfermedad, avanzaron investigaciones para hallar un fármaco seguro y eficaz para tratar ya sea los cuadros leves como los moderados y graves.
En ese contexto, y luego de que la formulación de ibuprofeno inhalado desarrollada por el doctor en Bioquímica Dante Beltramo haya sido utilizada en el tratamiento de pacientes con fibrosis pulmonar y en un paciente con fibrosis quística con interesantes resultados preliminares, en marzo de 2020 se planteó la posibilidad de utilizarla en pacientes con COVID-19.
“Pensé en la posibilidad de utilizarlo en COVID-19 y me comunique con el doctor Beltramo para contarle la idea. Hubo coincidencia en los pensamientos, ya que el bioquímico Nicolás Martínez Ríos de Química Luar había pensado lo mismo que yo estaba proponiéndole, y ahí fue cuando nos pusimos a trabajar en conjunto en este apasionante proyecto”. Así resumió a Infobae el médico especialista en medicina interna, neumonólogo (MN 141740) e investigador clínico Alexis Doreski el origen de esta terapia que ya lleva tratadas a más de 20 mil personas bajo lo que se conoce como uso compasivo.
Es que luego de muchos meses de cumplimentar los requisitos necesarios, el estudio clínico de ibuprofeno inhalado está listo para empezar, según autorizó la Disposición 5605 del organismo nacional.
“Contra todo pronóstico, y con todas las sociedades científicas pronunciadas en contra de su uso, el estudio clínico logrará aclarar de manera inequívoca si existe o no un efecto de disminución de la mortalidad en los pacientes tratados con esta nueva forma farmacéutica”, señaló Doreski, quien aseguró observar “una reversión casi instantánea de la hipoxia en cientos de pacientes con la enfermedad conocida como COVID-19 con este tratamiento inhalado”.
“Uno de los últimos casos más llamativos ocurrió en un conocido sanatorio porteño, donde médicos, kinesiólogos y enfermeros observaron un cambio muy contundente en los parámetros clínicos de un paciente que requería ventilación mecánica, y luego del inicio del tratamiento, que fue realizado por mí junto con mi colega Gustavo Villar pudieron corroborar una disminución marcada de la frecuencia respiratoria, una disminución grande de la frecuencia cardiaca a valores normales y un aumento inmediato de la saturación de oxígeno, que llevó al paciente a una mejoría sintomatológica y a una reducción de su fracción inspirada y flujo de oxígeno en las siguientes 48 horas, cuando todo el equipo médico esperaba un empeoramiento del paciente”, resumió Doreski.
El medicamento es producido en la Argentina por Química Luar, con una formulación ideada inicialmente por el licenciado Luis Argañaraz y el doctor Beltramo, y también la forma magistral producida por farmacéuticos de todo el país, formulada inicialmente por el licenciado Guillermo García en San Nicolás.
Un observatorio de la Universidad de Harvard estudió durante los últimos ocho meses los efectos de todos estos tratamientos en diferentes poblaciones del país, tanto de la formulación original del laboratorio como de la formulación magistral de la red de farmacias Magistralmente. “Se está terminando un estudio cuasi experimental comparando poblaciones tratadas versus no tratadas con ibuprofeno inhalado y los resultados son alentadores ya que se observan diferencias en las internaciones y también en la mortalidad. Estos resultados serán publicados por la Universidad de Harvard si ellos terminan el trabajo en un futuro cercano”,apuntó Doreski.
Mientras tanto queda esperar a completar el ensayo clínico, patrocinado por Química Luar, en lo que el especialista consideró “un acto casi heroico ya que no es frecuente que las farmacéuticas nacionales patrocinen ensayos clínicos, por una diversidad de motivos que escapan al objetivo de esta nota”.
A toda la evidencia científica existente, se sumó en mayo de este año un estudio publicado en The Lancet, que recomendó el uso de antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno para tratar COVID-19 luego de concluir que este tipo de fármacos “no se asocia con una mayor gravedad o mortalidad” en los cuadros de la enfermedad. “Ahora tenemos una prueba clara de que pueden emplearse con toda seguridad en pacientes con coronavirus”, resaltaron los investigadores.
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