Las autoridades sanitarias británicas vigilan con preocupación un inusual brote de norovirus con un promedio de contagiados tres veces más alto que lo habitual. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) definen a los norovirus como virus muy contagiosos que causan vómitos y diarrea, y advierten que cualquier persona puede infectarse y enfermarse con esta afección, al contraerlo de las siguientes maneras: a través del contacto directo con una persona infectada; al consumir alimentos o agua contaminados y/o al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca sin lavárselas. La Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) advierte que se trata de un virus que se está convirtiendo en una amenaza para la salud ya que puede ser el causante de un gran porcentaje de las enfermedades no bacterianas transmitidas por los comidas.
Catalogado como un “virus del vómito y la diarrea”, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) emitió el 4 de octubre de 2019 un alerta por 1400 infectados con norovirus en la ciudad de Bariloche, Río Negro. Se trataba de estudiantes que se encontraban en su viaje de egresados. También informaban en su momento de 400 casos en la ciudad de Maciel, en Santa Fe.
Según la SADI, este patógeno es altamente contagioso. El mecanismo de contagio más frecuente es de persona a persona, ya sea directamente vía fecal-oral, por aerosolización del vómito o por exposición indirecta a través de fómites o superficies contaminadas. La transmisión por alimentos también es común y los alimentos a menudo implicados en brotes de norovirus incluyen verduras de hoja verde, frutas frescas (como las frambuesas) y mariscos (como las ostras) pero, cualquier alimento que se sirve crudo o manipulado después de cocinarse puede contaminarse.
La transmisión por agua también es posible, particularmente cuando el agua potable o recreativa no está clorada. En entornos de atención médica, el mecanismo más común de transmisión es a través del contacto directo con personas infectadas o equipos contaminados.
La infectividad del virus más allá del período sintomático no está bien establecida. Está presente en las heces y también puede estar presente en el vómito. La eliminación viral máxima ocurre de 2 a 5 días después de la infección y se ha detectado ARN viral en muestras de heces hasta 4 a 8 semanas en individuos sanos.
Se cree que el mayor período de infectividad coincide con los síntomas clínicos y poco tiempo después, por ello se recomienda excluir al personal de atención médica, trabajadores de alimentos y cuidadores de enfermos durante 48 a 72 horas después de que los síntomas desaparezcan.
La inmunidad contra norovirus es compleja, tanto la inmunidad adquirida como los factores innatos del huésped contribuyen a la susceptibilidad a la infección. Se cree que la inmunidad es de duración limitada y la mayoría de las personas experimentan varias infecciones a lo largo de su vida. Aunque la seroprevalencia de anticuerpos contra norovirus en la edad adulta es alta, esto no se correlaciona necesariamente con la protección contra la enfermedad.
Consultada por Infobae, la médica infectóloga Elena Obieta (MN 76451), jefa del servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isido y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), precisó: “Los norovirus son virus de la familia calicivirus, que se transmiten a través del agua y de alimentos contaminados. De hecho ha habido pequeños brotes vinculados al PET, plástico de botellas o comidas que están contaminados y se producen estos contagios”.
“Clínicamente lo que da es un cuadro intestinal, sobre todo con vómitos, dolor abdominal y diarrea, por lo tanto lo que hay que asegurar es una buena hidratación. En pacientes inmunocomprometidos, adultos mayores y niños los puede llevar a la deshidratación si los vómitos y la diarrea son copiosas, por ello hay que asegurar la hidratación”, añadió Obieta.
¿Existe un tratamiento específico? Según la infectóloga, no. “No hay que tomar antidiarreicos, hay que buscar específicamente de qué se trata y si es un brote determinar si es a partir de determinado alimento o familia”, aconsejó.
Por su parte, Mariano Sasiain, infectólogo (MN 122381) jefe del Servicio de Infectología y Medicina Preventiva en el Hospital Militar Central Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich, explicó a Infobae: “El norovirus se conoce hace relativamente poco, se descubrió a fines de los años 1960. Es un virus que por lo general produce cuadros benignos de gastroenteritis aguda, caracterizados por la presencia de náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, en donde la mayoría de los casos son muy leves y el cuadro es autolimitado en un par de días”.
“Hay poblaciones como los menores de 5 años, los mayores de 65 años o los inmunodeprimidos que pueden tener algunas complicaciones más serias. En el país ya se han experimentado brotes, uno de ellos y de los más importantes fue en el año 2019 en Bariloche donde se registraron más de mil casos, que se habían asociado a los viajes de egresados y luego se han ido dando algunos focos más, es un virus que está presente”, advirtió Sasiain.
Con respecto a las recomendaciones en cuanto a la prevención, aconsejó: “Similares a las del COVID-19, el lavado de manos con agua tibia y jabón es una de las medidas más eficaces, al igual que la desinfección de superficies tanto principalmente de artefactos del baño y de la cocina con compuestos clorados como es la lavandina es sumamente efectivo para destruir este virus ya que tiene una transmisión fecal oral. Los alimentos y aguas contaminadas, el contacto con superficies contaminadas o con una persona que esté cursando la enfermedad, son la ruta principal de contagio, que es altamente contagioso”.
“Una de las características más sobresalientes del norovirus es la alta contagiosidad que tiene” alertó el infectólogo, al mismo tiempo que puntualizó que cualquier alimento puede ser susceptible de transmitir la enfermedad, sobre todo las frutas; vegetales frescos preparados en condiciones inadecuadas, es decir no suficientemente lavados y por ejemplo los moluscos criados en aguas contaminadas; todos ellos pueden ser una fuente importante de contagios”, detalló.
Sasiain coincidió con Obieta: “No existe un tratamiento específico, como tampoco hay vacunas y la hidratación es el tratamiento sostén, al igual que tratar los síntomas como los vómitos y diarrea y en especial en las poblaciones de riesgo como menores, ancianos e inmunodeprimidos hay que estar muy alerta al riesgo de deshidratación que existe.
Una de las características más sobresalientes del norovirus es la alta contagiosidad que tiene
Consultado en relación a si es factible que por su alta contagiosidad y sus características que el norovirus pueda irrumpir en la Argentina a partir de un viajero proveniente de Reino Unido, el experto manifestó: “El virus puede perfectamente circular a partir de viajeros, aunque obviamente es menos probable en el contexto actual con las fronteras cerradas y en donde una persona que está cursando un cuadro sintomático gastrointestinal difícilmente se suba a un avión. Por otro lado, estos son virus que perfectamente pueden circular en nuestro medio sin necesidad de que ingresen desde otro país”.
¿Puede una persona cursar el norovirus de forma asintomática como sucede en el caso del COVID-19? De acuerdo a Sasiain, “Sí, existen personas que pueden cursar la infección sin síntomas y lo que también es importante y no está del todo establecido es que los pacientes después de haberse recuperado del cuadro clínico, que en la mayoría de los casos dura entre 2 y 5 días, hay un período posterior en donde pueden seguir eliminando el virus en materia fecal, por lo cual pueden llegar a contagiar, por ello se recomienda que las personas se mantengan aisladas hasta 48/72 horas después de haber desaparecido los síntomas”.
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