Así como lo confirmó este domingo la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, este lunes por la mañana llegaron a la Argentina poco más de 2 millones de dosis de las vacunas de AstraZeneca producidas junto con México, en un esfuerzo por acelerar el plan de vacunación nacional en momentos en que la Argentina transita su segunda ola de COVID-19, virus que ya se cobró la vida de más de 75.000 personas en el país.
Se trata de un cargamento que forma parte del acuerdo firmado entre el Estado y el laboratorio anglosueco para la compra de lotes que fueron fabricados de forma conjunta entre la Argentina, donde se elaboró el principio activo, y México, mercado en el que fueron envasados.
“Para nosotros es un día muy importante porque estamos recibiendo vacunas de las que una parte de ellas se fabricó en Argentina. A nosotros también nos llena de orgullo ver a los trabajadores de la ciencia que están impresos en ese sello, para nosotros es muy importante. Es el embarque más grande que hemos tenido desde que se inició la adquisición de las vacunas”, afirmó en conferencia de prensa el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, después del arribo de las dosis.
“La realidad es que el escenario es un horizonte temporal de una escalada de vacunación importante. Casi tres millones distribuidas la semana pasada y otros 3 millones de esta semana nos dan como horizonte llegar a este hito de poder vacunar a los 15 millones de personas que tienen más riesgo de tener complicaciones y fallecer”, agregó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien acompañó a Cafiero en la conferencia en el Aeropuerto de Ezeiza.
Esta fue la primera vez que la Argentina recibió esa cantidad de inoculantes en un solo vuelo. Esta partida se sumó a la de más de 650.000 dosis de la misma farmacéutica que llegaron al país el miércoles de la semana pasada a través del Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX, por sus siglas en inglés) de la OMS, un mecanismo público-privado global para promover el acceso a las vacunas contra el coronavirus de manera equitativa en el mundo y agilizar, así, el proceso de distribución de inoculantes para los países en desarrollo.
“Tenemos planificado recibir por el contrato de AstraZeneca bilateral la llegada de 2.150.000 dosis y tenemos pendiente la entrega del cupo de mayo de 900.000 dosis que nos van a decir cuándo, en función de los vuelos, las reservas, las liberaciones y la exportación”, comentó Vizzotti ayer durante la conferencia de prensa.
Hasta este último arribo, la Argentina había recibido ya 843.000 como parte del compromiso firmado en 2020 con el laboratorio anglosueco. Con estos más de 2 millones, se completaron ya los 3,96 millones de dosis. El contrato había sido firmado entre el Gobierno y el binomio científico universidad de Oxford y AstraZeneca por 22 millones de dosis totales.
Esta vacuna de Oxford-AstraZeneca lleva sello argentino, ya que la producción del principio fundamental quedó en manos de mAbxience, del Grupo Insud. Sin embargo, un problema con algunos insumos del laboratorio mexicano Liomont –vidrio y tapitas para los frascos– demoró la llegada al país de estas dosis, que figuraban en el acuerdo y estaban previstas para marzo de este año.
El domingo, Vizzotti había explicado: “Tenemos para el cupo de junio de este contrato 3,5 millones de dosis que empezarían a llegar a partir del 14 de junio”. Indicó que también se encuentran trabajando para recibir más vacunas de Rusia durante esta semana y están avanzando en negociaciones con Sinopharm para recibir 2 millones en junio y 4 millones para julio. Además, sostuvo la funcionaria, el Gobierno está trabajando para recibir más dosis a través del mecanismo COVAX y están avanzando en un posible acuerdo con proveedores como CanSino.
Según el sitio Our World In Data, hasta la fecha, la vacuna de Oxford / AstraZeneca está siendo administrada en 167 países. Este inmunizante es atractivo, entre otros factores, por su bajo costo y su facilidad de almacenamiento. Con una efectividad del 85-90%, tras aplicar ambas dosis, tal como difundió recientemente la Oficina Pública de Salud de Inglaterra, citando un análisis de los datos reales obtenidos en el despliegue de la vacuna, la vacuna de AstraZeneca se utiliza en prácticamente toda América Latina, con algunas excepciones, como Venezuela y Cuba.
“Es reconfortante ver los datos de las vacunas Pfizer y Oxford AstraZeneca. Son esencialmente comparables en términos de efectividad contra la enfermedad sintomática, que es muy alta después de dos dosis”, dijo recientemente Michael Head, investigador senior en salud global en la Universidad de Southampton.
Algunas vacunas contra el COVID-19, incluidas las de AstraZeneca, instruyen a las células para que produzcan la proteína de pico del virus, el objetivo clave del sistema inmunológico para los coronavirus.
Tras la aprobación de los reguladores del Reino Unido, la Anmat autorizó el 30 de diciembre el uso de emergencia de la vacuna de Oxford AstraZeneca para su aplicación en la Argentina.
Las vacunas cubanas
Asimismo, la Argentina podría estar interesada en cerrar un acuerdo también con Cuba para la adquisición de inoculantes. De hecho, el país firmó un “convenio de confidencialidad” con la isla respecto de las vacunas producidas allí, “y esta información está intercambiándose entre el ente sanitario regulador de Cuba y la Anmat”, advirtió la titular de la cartera sanitaria.
La isla tiene una larga historia de vacunas, dado que comenzó a desarrollar sus propios remedios en la década de 1980 y hoy produce ocho de las 15 inoculantes que tiene en su calendario.
Actualmente, la isla tiene cinco vacunas candidatas contra el virus SARS-CoV-2: Soberana 1 (en Fase II), Soberana 2 (en Fase III) y Mambisa (en Fase I), Abdala (en Fase III) y Soberana Plus, una reformulación de Soberana 1, destinada a convalecientes de la enfermedad.
Tres de ellas se encuentran avanzadas en su Fase III, con más de 40.000 sujetos en cada uno de esos estudios. Estiman que en estas semanas van a tener el primer corte para hacer el análisis interino de los ensayos clínicos de Fase III: primero, la Abdala y luego la Soberana 2, que inició su estudio de Fase III a principios de marzo, y Soberana Plus, que están juntas en un ensayo clínico.
La Abdala tiene tres dosis y la Soberana 2 dos dosis con un refuerzo de la Soberana Plus, un punto que también plantea el interrogante acerca de si será factible en la Argentina seguir un esquema de vacunación con tres aplicaciones.
Además de los 40.000 sujetos que se enrolaron en cada uno de los ensayos clínicos, este mes se inició una intervención sanitaria con la que se está vacunando en la isla. Entre las dos formulaciones ya se vacunaron más de 1 millón de personas, a las que se les hace un seguimiento.
“Compartieron datos muy positivos sobre la seguridad de las vacunas. En Fases I y Fase II de inmunogenicidad y bioseguridad y también en esta intervención sanitaria los datos de seguridad son muy buenos”, agregó la funcionaria ayer durante la conferencia.
La Soberana 2 es una vacuna conjugada, ya que posee un antígeno que se fusiona con una molécula portadora para reforzar su estabilidad y eficacia.
En su desarrollo, se unió una toxina del tétano a la proteína con la que el virus se adhiere la célula. De esa manera, cuando el virus intenta entrar a ella usando esa proteína, se genera una reacción inmune contra la toxina que lleva la proteína, con lo cual se bloquea su entrada a la célula. Los expertos afirman que la tecnología de Soberana 2 ya ha sido utilizada con éxito en otras vacunas fabricadas en Cuba.
La Abdala y las Soberanas funcionan de una manera similar, ya que su acción se basa en un mismo tipo de antígeno que se utiliza en la espiga del virus, que es la llave con la que el patógeno ingresa a la célula. Otra coincidencia es que todas requieren entre 8 °C y 2 °C de refrigeración. La diferencia entre ellas radica en que cada una tiene distintas formulaciones: las dos vacunas Soberana utilizan un antígeno obtenido de células de mamíferos en varias formulaciones; mientras que Abdala usa un antígeno tomado de levadura, también en varias formulaciones.
Cuba es el único país de América Latina que cuenta con cinco candidatos vacunales concebidos y desarrollados por sí mismo.
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