En la Argentina, ya hubo más de 76.100 muertos por el COVID-19. Ya van catorce días consecutivos de récord en la cantidad de camas de terapia intensiva ocupadas en Argentina por pacientes COVID: una ocupación que implicó un 32% de aumento en el último mes. En medio de la segunda ola de la pandemia y con demoras en el plan de vacunación, el ANLIS/Instituto Malbrán, el organismo público que se ocupa de la vigilancia de virus emergentes como el coronavirus y otras amenazas de salud pública, dejará de tener a la doctora en medicina Claudia Perandones como directora científico-técnica.
Aunque las razones del cambio no se han informado oficialmente, habría diferencias entre la doctora con la actual gestión del Ministerio de Salud de la Nación. La doctora Perandones había sido interventora de la misma institución, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, durante el gobierno de Mauricio Macri. Con el cambio de gobierno, con Alberto Fernández como presidente, Perandones pasó a desempeñar el rol de directora científico-técnica en 2020, y se nombró a Pascual Fidelio como director, quien había estado a cargo del Laboratorio de Hemoderivados de Córdoba.
Según informaron voceros del ANLIS/Instituto Malbrán, la doctora Perandones “seguirá trabajando con salario en la misma institución en un área nueva que se creará dedicada a docencia y capacitación. Hasta ahora no se ha designado a otro profesional que la reemplace como directora científica”.
En el verano de 2020, el organismo público fue el que recibió el alerta de la emergencia del coronavirus. En un documental que se hizo para Canal Encuentro, Perandones contó: “Recibimos una alerta más formal porque está tomando más cuerpo. Miré en el celular y me sorprendió que ya existiera una app para mapear el número de casos que estaban por fuera de Wuhan y dije ‘ya está, esto tiene otra connotación’”.
Un mes antes, el Instituto estaba atendiendo un brote de sarampión y estudiaba la evolución del dengue y del hantavirus. El Malbrán era el único laboratorio nacional capacitado para evaluar los casos sospechosos. Cuando comenzó la cuarentena, en el país había 158 casos confirmados y tres muertes por COVID-19. Empezaba una batalla contra reloj ante un potencial crecimiento de los contagios. En marzo de 2020 se inició el proceso de descentralización para detectar el virus con la capacitación online de las instituciones de las 24 jurisdicciones del país y la distribución de los 57 mil kits de diagnóstico.
“Si alguien me hubiera dicho todo lo que tenía que pasar, yo hubiera dicho ‘no sería capaz de hacerlo’”, afirmó la doctora Claudia Perandones, directora científico-técnica, en el documental.
El Malbrán es un actor fundamental en el combate de la enfermedad. La agenda pública estaba atenta a sus tareas, tal vez como nunca antes. Hace más de 100 años que está realizando el mismo trabajo de vigilancia epidemiológica. Incluye un grupo de científicos, técnicos y trabajadores de la salud pública atentos a cada cosa nueva que surge, ya sea un patógeno nuevo, hantavirus, dengue, cólera”.
A principios de este mes, el trabajo de vigilancia del Malbrán se hizo notar con la detección de variantes. El Ministerio de Salud de Nación, a través del Instituto ANLIS MALBRAN, confirmó el diagnóstico de SARS-CoV-2 con secuenciación de variantes prioritarias en tres viajeros; en dos casos se trata de las variantes B.1.617.2 y B.1.617.1 (originariamente aislada en India) y en un tercero de la variante B.1.351 (originariamente aislada en Sudáfrica).
“Desde que iniciamos la vigilancia de secuenciación genómica en viajeros, hemos identificado variantes denominadas prioritarias en casi el 50% de los casos positivos, pero esta es la primera vez que encontramos las variantes B.1.617.2 y B.1.617.1 (originariamente aislada en India) y B.1.351 (originariamente aislada en Sudáfrica)”, indicó Analía Rearte, directora nacional de Epidemiologia e Información Estratégica del Ministerio de Salud de la Nación, en base al estudio que se hace en el ANLIS/Instituto Malbrán.
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