La pandemia por COVID-19 ha reformulado abruptamente la rutina familiar, laboral y también las actividades vinculadas al cuidado de la salud. Muchas personas han postergado los controles médicos en 2020 y, en el caso de la diabetes, los servicios se han reducido de manera significativa tanto por la falta de profesionales que se encontraban abocados a apoyar la emergencia sanitaria, como por el llamado a respetar el aislamiento y evitar los contagios en esta población particularmente susceptible.
Es sabido que la diabetes es un factor que puede complicar los cuadros de COVID-19 y, ante ello, las personas tienen miedo de acudir a sus consultas, usar el transporte público, salir a realizar sus ejercicios o comprar sus alimentos y medicamentos.
En una encuesta online realizada en España, entre más de 600 personas con diabetes tipo 1 (DM1), dos tercios referían deterioro del control glucémico y cuatro de cada 10 aumentó de peso durante el confinamiento. También, entre las personas con DM1 que participaron en el ‘Taking Control of Your Diabetes’ en los Estados Unidos, el 46% refería que la pandemia le dificultaba el manejo de la diabetes y alrededor del 25% un aumento en la frecuencia de los niveles altos de glucemia y en la variabilidad de la misma. Por su parte, en Reino Unido se evidenció en una amplia cohorte de pacientes la alarmante reducción (77-84%) en la determinación de HbA1c y en la prescripción de metformina e insulina, particularmente en personas mayores con diabetes tipo 2 (DM2).
No obstante, para las personas con mayor motivación y que monitorean de manera continua la glucosa o flash de glucosa, durante la pandemia pudieron tener patrones de alimentación y monitoreo de la glucemia mucho más regulares con un efecto positivo en su control.
En la Argentina, 4 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen enfermedad cardiovascular. Un estudio internacional en más de 10.000 personas con diabetes tipo 2 (cerca de 900 de nuestro país) se vio que que además tenían enfermedad cardiovascular, aunque muchas veces no estaban recibiendo tratamiento específico para controlar el riesgo de desarrollar infarto o ACV.
En la investigación se indagó acerca de la prevalencia de la enfermedad y riesgo cardiovascular y su abordaje en personas con diabetes tipo 2. Entre las principales conclusiones, se destacó que 4 de cada 10 argentinos (41,5%) con diabetes tipo 2 presentan enfermedad cardiovascular establecida, una cifra superior a la media global.
“Contar con datos locales acerca del impacto de la enfermedad cardiovascular en personas con diabetes es muy valioso. Conocer la magnitud del problema nos ayudará a actuar en la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad cardiovascular para ayudar a que más pacientes tengan una mejor calidad de vida”, detalló Guillermo Dieuzeide, médico especialista en Diabetes, Endocrinología y Metabolismo, Jefe del Servicio de Endocrinología y Diabetes del Hospital Nuestra Señora del Carmen, de Chacabuco, y uno de los investigadores del estudio en la Argentina.
En todos los casos, resulta fundamental –aun para la detección temprana de la diabetes- retomar los controles generales de salud aunque la persona se sienta bien. En este tipo de consultas un profesional evalúa la salud general para prevenir una enfermedad futura o detectar factores de riesgo. Detectar y tratar a tiempo el estado de prediabetes puede tener resultados muy positivos. Además, se estima que un tercio de las personas con diabetes tipo 2 no están diagnosticadas y ya presentan complicaciones en el momento del diagnóstico. Estas complicaciones pueden ser cardiovasculares, oculares, renales y neurológicas; por eso, es tan importante hacer el chequeo de salud.
Según el doctor Sebastián Orsei, subgerente de Programas Especiales de Medifé, “cuanto mejor controlado esté el paciente y cuanto más estricta sea su adherencia al tratamiento, mayores serán las chances de prevenir las complicaciones”.
En este marco, y para la doctora Flor Ledesma, jefa del Programa de Telemedicina de esta misma organización, “las consultas de control por este formato son una valiosa oportunidad para retomar los controles de las enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial”. Asimismo, “son un espacio para exponer dudas, recibir información para prevenir complicaciones y consolidar una adecuada relación con un médico de cabecera”, enfatizó. La plataforma sumó un consultorio para el control de la diabetes que brinda prevención, diagnóstico, seguimiento y asesoramiento sobre la enfermedad a sus afiliados. Esto facilita y favorece que las personas, “incluyendo a embarazadas con diabetes gestacional, mantengan sus controles periódicos programados y que lo hagan de manera segura”.
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