La Argentina atraviesa la segunda ola de COVID-19 y, a pesar de las restricciones en la circulación, las cifras de casos positivos son alarmantes. El Ministerio de Salud de la Nación informó este martes que, en las últimas 24 horas, se registraron 745 muertes y 35.543 nuevos contagios de coronavirus, récord para una jornada. Con estas cifras, el total de infectados asciende a 3.371.508 y las víctimas fatales son 71.771.
Por otra parte, en las últimas 24 horas fueron realizados 111.757 testeos, con un 31,8% de positividad. Desde el inicio del brote, se llevaron a cabo 12.490.822 pruebas diagnósticas para esta enfermedad. A la fecha, se registran 307.412 casos positivos activos en todo el país y 2.973.267 recuperados.
De acuerdo al parte epidemiológico, de momento en Argentina hay 5.813 personas con coronavirus internadas en terapia intensiva. El porcentaje de ocupación de camas a nivel nacional es del 72,2% y en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 76,2%.
“Lo que estamos viendo es que los fríos nos han llevado hacia adentro y nos cuesta mucho sostener la decisión y necesidad de seguir sin vincularnos con alguien que no convivimos”, dijo esta mañana el ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós. “Las próximas dos semanas van a ser semanas muy bisagra en la campaña de vacunación y en la curva de la pandemia en la Ciudad de Buenos Aires”, remarcó el funcionario y señaló que en los próximos días estarán ingresando un importante número de dosis para vacunar a la enorme mayoría de las personas de riesgo. “Somos capaces de aplicar una enorme cantidad de vacunas en pocos días; en 10 días podemos aplicar 300.000″, enfatizó.
El 17,77% de la población recibió una dosis de la vacuna
Hasta el momento, Argentina, con 45,8 millones de habitantes, ha recibido más de 12,6 millones de vacunas para inmunizar a su población, de las que hasta este martes ya habían sido distribuidas para su aplicación en todo el territorio 11.763.270 dosis.
Según el Monitor Público de Vacunación, ya se han aplicado 10.344.111, de las que 8.141.608 corresponden a primeras dosis -el 17,77 % de la población- y 2.051.760 a las segundas -el 4,47 %-. La mayoría en personas de 60 o más años y personal sanitario.
La campaña se ha llevado adelante hasta ahora principalmente con la rusa Sputnik-V, pero también con la china Sinopharm, la Covishield de India con la tecnología de AstraZeneca/Universidad de Oxford y las dosis de esta última farmacéutica que llegaron por el mecanismo Covax de la ONU.
Todas ellas, al igual que las 4 millones de vacunas de AstraZeneca que se prevé lleguen este mes, requieren de la aplicación de dos dosis, aunque en la Sputnik V son dos componentes diferentes: del primero llegaron hasta ahora alrededor de 5,97 millones de dosis y del segundo 1,06 millones.
Es así que, más allá de la estrategia de diferir la aplicación de la segunda para vacunar al mayor número de personas con la primera, se torna crucial recibir segundos componentes de la vacuna rusa para que no se supere el intervalo máximo de 3 meses que se recomienda pase entre ambas.
En este contexto, en diálogo con Infobae, el infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, aseguró: “Es muy difícil no decir que es una situación dramática. Estamos vacunando prácticamente nada. Capital Federal, el distrito de mayor tasa de vacunación, está en el 32% aun considerando como vacunados aquellos con una sola dosis. Es inevitable que vengan más restricciones. Tenemos que hacer algo porque la situación es realmente grave”.
En la misma línea, Jorge Geffner, profesor titular de Inmunología de la Universidad de Buenos Aires, sostuvo: “La población que está vacunada, salvo excepciones contadas, no fallece. Los datos son que la población vacunada está muy protegida. Por eso el promedio de edad en terapia intensiva es de cincuenta y pico y no setenta y pico con la primera ola. El asunto es que tenemos un nivel de contagio enorme. Son 35 mil casos que seguramente sean más. Es inaceptable desde cualquier punto de vista. Las vacunas funcionan. Tendremos que acelerar muchísimo más la vacunación, hacer una campaña en cuanto a las medidas de prevención más clara y dejar de hacer cosas como un partido de fútbol o un programa de televisión. Tener dos semanas de cierre es la única solución para frenar esta plaga que es esta cantidad de muertos impensable”.
Sin embargo, consultado sobre las alarmantes nuevas cifras de contagios en la Argentina, Rodrigo Quiroga, investigador en bioinformática del Conicet y de la Universidad Nacional de Córdoba, indicó: “Con esta cantidad de contagios no hay vacunación que sirva. Necesitamos frenar los casos y la única forma que hay de hacer eso es una cuarentena estricta”.
Este viernes culminará la -hasta el momento- última tanda de restricciones anunciada por el Gobierno de Alberto Fernández para frenar el virus mientras se ultiman las medidas que regirán desde ese día. “Nos tiene que doler cada vez que vemos el número de 500 muertes en un día, y nos tiene que llamar a la reflexión”, expresó hoy el presidente Alberto Fernández en una entrevista radiofónica en la que, aunque descartó volver a un confinamiento duro, sí pidió a las autoridades de cada jurisdicción que controlen más el cumplimiento de las restricciones existentes.
Con información de EFE
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