En plena segunda ola de la pandemia por COVID-19 en el país, al debate sobre el colapso del sistema sanitario se sumó en el día de hoy la posibilidad de que falten medicamentos e insumos clave para atender a las personas que se encuentran internadas a causa de complicaciones por esta enfermedad.
Para algunas fuentes consultadas por Infobae “lamentablemente hay falta de insumos, y eso depende de la entrega de las farmacéuticas”. “Según se había informado, se habían vuelto a centralizar las compras pero aparentemente los proveedores tampoco dan abasto y habría que estudiar también si hay falta de pago o algún factor, más el aumento inusitado de los costos en plena pandemia -señalaron-. Pero sí, tenemos noticias de que hay lugares en donde faltó anticoagulante, por ejemplo, y la falta es más grave en el sector privado”.
Y dado que desde el Ministerio de Salud de la Nación informaron que “los insumos de los hospitales dependen de las jurisdicciones”, Infobae consultó a referentes de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, porque, se sabe, la zona más golpeada por la segunda ola en este momento es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Desde el gobierno bonaerense reconocieron que “la situación es complicada”, aunque aseguraron que “no hay faltantes de medicamentos ni insumos”.
“Cuando hablamos de la saturación del sistema no es solamente las camas, hablamos de todo esto también que complica la gestión de la pandemia -explicaron-. En los hospitales de la Provincia de Buenos Aires, al tener un sistema de salud que hace compras de manera centralizada, además de las que hace cada hospital, eso permite compensar lo que falta en un centro de salud o en otro”.
Y tras asegurar que “por el momento” no se quedaron sin medicación, señalaron que “sí hay una merma en la distribución y entrega de insumos”.
En una nota con este medio a fines de marzo, el médico de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) Arnaldo Dubin había adelantado: “Por momentos faltan medicamentos que son esenciales para la ventilación mecánica; ahora por ejemplo falta enoxaparina y la causa es que el principal proveedor de la Argentina no está entregando y extraoficialmente se ha dicho que derivó su producción a otros mercados. Eso es un ejemplo de la desprotección en la que nos encontramos y puede extrapolarse a lo que pasa con la poca disponibilidad de vacunas”.
Una encuesta de la SATI dada a conocer el pasado viernes, en la que participaron en forma voluntaria especialistas de unidades de terapia intensiva públicas y privadas de todo el país, sobre la disponibilidad de fármacos o insumos reflejó: “El 58% refirió déficit de algún insumo o droga, siendo los más frecuentes los sedantes en el 41,7% (especialmente midazolam y propofol), anticogulantes en el 17,7% (principalmente heparina de bajo peso molecular) y antibióticos en el 9,2%. El 42% no refirió déficit de drogas o insumos”.
Allegados al sector privado confirmaron a Infobae que “desde el área de compras de las diferentes clínicas y sanatorios ratifican la falta de algunos insumos”. “No sabemos si los laboratorios los derivan a otros mercados, pero informalmente eso es lo que alguna droguería dice -sostuvieron-. Lo cierto es que los laboratorios no están entregando como debieran, porque no tienen los medicamentos o porque los venden a otro mercado”.
Desde febrero de 2020 a abril de 2021, atracurio, que es un relajante del sistema nervioso central, incrementó su precio en un 900%; el anestésico y analgésico fentanilo, 1200%; midazolam, que se usa para inducir la sedación, cuesta hoy 1300% más que hace un año, y el anestésico propofol, 600% más, según informaron referentes del sector privado.
“El año pasado este tipo de medicamentos aumentaron mucho de precio y hubo un momento en que hubo falta de stock”, había asegurado días pasados en declaraciones radiales el director general del Cemic, Hugo Magonza, quien resaltó que “los pacientes que son internados a causa del COVID-19 son pacientes que permanecen mucho tiempo en los centros de salud y necesitan esos medicamentos”.
“Este año, el Estado, a través de la Superintendencia de Salud, ya está alertado del tema y entendemos que tomará algún tipo de medida para volver a mantener el flujo normal de este tipo de fármacos, que son imprescindibles para pacientes que están tanto tiempo internados con asistencia respiratoria”, completó.
Gabriel Levy Hara es el jefe de Infectología del Hospital Durand y ante la consulta de este medio puntualizó que “la droga propofol para mantener sedados a los pacientes faltó solo durante algunas horas del día de ayer porque se demoró unas horas el envío, pero no está faltando”. “No es que no haya otros bloqueantes o sedantes -aclaró-. Faltó ese durante algunas horas pero por ahora no está faltando”.
Finalmente, el médico neurólogo Conrado Estol intentó llevar algo de calma a la situación. “La Argentina no está en la situación de Brasil, de la India, la situación en la salud es muy distinta, aunque sí más difícil que en el peor momento que el año pasado en octubre, noviembre”. “En octubre estábamos en aislamiento y la gente había dejado de ir al médico y de hacerse los controles. Hay gente que en todo 2020 no se hizo un análisis de sangre o una mamografía. Por eso, el sistema de salud no estaba tan apremiado -argumentó-. Y el sistema de salud sacaba comunicados de que había que hacer la consulta y que había que ir al médico”.
Este año, para él, “la gente volvió a ir al médico y se junta el que consulta por los problemas usuales con el hecho de que los casos de COVID-19 repuntaron en las últimas semanas, después de Semana Santa”. “Cuando alguien necesita una cama, hay cama”, acotó.
Y sostuvo: “Acá hay que vacunar, testear más y no descuidar las medidas de prevención sabidas desde siempre para controlar esto y no vamos a llegar a un sistema de salud saturado. Estamos en una situación difícil, controlable, y tenemos que evitar saturar el sistema de salud para evitar ver las situaciones que vimos en otros países”.
Esta mañana, en conferencia de prensa, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, advirtió sobre “un aumento exponencial de casos que pone en riesgo el sistema de salud”.
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