En los últimos días, la Argentina superó el piso de los 20 mil casos diarios confirmados de COVID-19. Fueron cuatro días consecutivos con récords de contagiados. Este sábado se registraron 19.419 nuevos infectados y 297 muertes. El total asciende a 2.517.300 y las víctimas fatales son 57.647.
Según se detalló en el último parte diario, durante las últimas 24 horas fueron realizados 75.713 testeos y desde el inicio del brote se llevaron a cabo 9.527.467 pruebas diagnósticas para esta enfermedad. A la fecha, se registran 241.870 casos positivos activos en todo el país y 2.217.783 recuperados.
En este contexto, este medio contactó a especialistas que siguen el día a día de la situación epidemiológica en la Argentina en relación a las cifras observadas durante esta ya declarada segunda ola y si se mantiene esta tendencia, ¿qué nos espera?
Consultado por Infobae, el investigador en bioinformática del CONICET y la Universidad Nacional de Córdoba, doctor Rodrigo Quiroga, manifestó: “Es muy difícil predecir lo que va a suceder porque está más que claro que aún con todo lo transcurrido ya cómo evolucione el número de casos depende del comportamiento social y en ese sentido será clave cuánto acatamiento tendrán las flamantes medidas y cuánto se vuelva a cuidar la población más allá de las restricciones, en las reuniones sociales, familiares, con amigos, etc.”.
“Queda claro que de la manera en la que nos estamos comportando hoy con el número, frecuencia, cuidados y tamaño de reuniones sociales, los casos están explotando. Tenemos que mejorar la prevención, y estas variables o la verdad es que vamos a ir sin dudas a una situación muy difícil, aunque ya con los números que venimos teniendo estos días ya hay muchísimas personas internadas, las terapias intensivas de los grandes hospitales del AMBA están todos arriba del 90% de ocupación y si los números de los casos siguen aumentando todo esto será aún peor”, añadió.
De acuerdo a Quiroga, “no sabemos si las medidas que se tomaron van a alcanzar para frenar el aumento desenfrenado de casos o su acatamiento, pero lo que sí sabíamos es que si no hacíamos nada esto se iba a poner cada vez peor, y llegaríamos a la realidad de nuestros países vecinos que saturaron sus sistemas de salud de una manera que nadie hubiera podido creer posible hace tres o cuatro meses”.
La explicación de este fenómeno según el especialista se debe sobretodo a las variantes del SARS-CoV-2. Hay datos preliminares que indican que la mitad de los nuevos casos al menos en Olavarría serían producto de la variante de Reino Unido y 3 de cada 20, es decir un 15% serían provenientes de la de Manaos.
Con este contexto, hay una combinación de tres factores que nos juegan en contra para Quiroga. Una de ellas es la estacionalidad, que empezaron los primeros fríos y muchas de las actividades que hacíamos en espacios al aire libre comenzamos a trasladarlas puertas adentro; la otra son las variantes que sabemos que son más contagiosas y el tercer factor es el comportamiento social. Estamos viendo que los casos se duplican aproximadamente cada 12 días, por lo cual entre una a dos semanas esperaremos más de 30 mil casos a nivel nacional. “Sabemos que esto va a ser muy difícil y va a generar un gran estrés sobre el sistema de salud”, advirtió el doctor en bioinformática.
“Se tomaron medidas lo antes posible para intentar frenar este aumento y evitar una situación de colapso ya que los países que no las tomaron se vieron desbordadas e igualmente tuvieron que tomar medidas muy fuertes que a su vez tienen repercusiones muy fuertes y negativas en la economía, la sociedad y la política”, analizó y adelantó: “Será fundamental el nivel de acatamiento para que podamos frenar el aumento de casos pero quizás sea insuficiente y debamos ir a un esquema de medidas más duras. Mientras mayor sea el acatamiento, menor probabilidad habrá de que hagan falta medidas más duras”.
Hay datos preliminares que indican que la mitad de los nuevos casos al menos en Olavarría serían producto de la variante de Reino Unido y 3 de cada 20, es decir un 15% serían provenientes de la de Manaos
Según el experto, “igual no hay que descartar ningún tipo de medidas, ya que hay que evitar a toda costa la saturación del sistema de salud y mientras antes actuemos esas medidas serán necesarias quizás por menos tiempo, además de que esto ya es una carrera entre los contagios y la vacunación y necesitamos frenar los nuevos positivos y vacunar lo más rápido posible, para que no nos pase como a Chile que a pesar de tener vacunada a casi toda su población de 60 años saturaron las terapias intensivas de todas maneras. Nos podría pasar algo similar, por eso es importante frenar cuanto antes la velocidad de los contagios”.
Los tres factores que determinan el aumento a semejante velocidad de los casos son la estacionalidad, las nuevas variantes y el comportamiento social de las personas.
En diálogo con Infobae, el doctor Adolfo Rubinstein, sanitarista y ex ministro de Salud remarcó: “La situación es extramadamente preocupante, por todo lo que ha sido la disparada de casos que se viene dando en las últimas semanas y se viene acelerando en los últimos días. Todavía falta que se consolide bien la tendencia de manera de poder aseverar si se trata de una pendiente que está aumentando de manera geométrica o si es aritmética de alguna forma más suave como la que se vivió en la primera ola”.
“Pareciera que se han estabilizado los casos en una meseta muy muy alta, pero no se ve una expansión geométrica, hay que ver que sucede en los próximos días para sacar conclusiones. Por otro lado, se han duplicado los testeos a lo que veníamos viendo y sobretodo comparado con el pico de la primera ola, con lo cual puede que este fenómeno tenga que ver con esta búsqueda activa”, aseveró Rubinstein.
De acuerdo al ex ministro, “si se mantiene esta tendencia, la enorme preocupación es la saturación de los servicios de salud, que permiten atender y responder a este aumento de demanda, que está directamente relacionada no solamente al número de camas de terapia intensiva, respiradores y/o insumos, sino sobretodo de profesionales, quienes están absolutamente agotados y desgastados después de sostener más de un año la pandemia. El desgaste emocional es enorme y se trata de otro cuello de botella”.
“Para enfrentar esta segunda ola en este escenario de escasez de vacunas, falta de un horizonte de previsibilidad para saber cómo se puede encarar una campaña de esta índole cuando no hay certidumbre de cuándo llegarán los inoculantes, sobre todo para inmunizar a la población de riesgo antes de que impacte de lleno la segunda ola, las medidas necesarias son la conscientización, con campañas comunicacionales mucho más efectivas de las que se han implementado hasta ahora por el Gobierno; tienen que llegar a los más jóvenes. También hay que acelerar la vacunación, más vacunas, mejor vacunación y más rápida. Finalmente hay que ampliar los testeos, estamos corriendo de atrás. Ahora además hay que aumentar la vigilancia genómica, con una secuenciación que permita constatar la circulación de las nuevas variantes”, recomendó.
En conversación con Infobae, Jorge Aliaga, físico, investigador del CONICET y uno de los asesores de la cartera sanitaria de la provincia de Buenos Aires, analizó: “Los datos que surgen del parte oficial de hoy que son muy altos para un sábado lo que se ve es un crecimiento de los contagios en 23 provincias de las 24. En particular, en la Ciudad de Buenos Aires están aumentando un 100% en los últimos 15 días y tiene una incidencia de casi 900 casos, cada 100 mil habitantes en los últimos 14 días. El valor de referencia es 150 para tomar medidas, es decir cuatro veces más. Con lo cual nos encontramos ante muchos casos creciendo muy rápido”.
“Esto no se explica de ninguna manera porque haya más testeos, a pesar de que se estén detectando en proporción más que en agosto de 2020, no es esa la discusión. La velocidad de crecimiento de ahora es más rápida, y sucede al mismo tiempo en todo el país, a diferencia del año pasado. Esto significa que no va a haber posibilidades de trasladar a las personas graves porque todas las jurisdicciones estarán saturadas, al máximo estrés”, precisó Aliaga, diferenciándose de Rubinstein.
De acuerdo al físico, “estamos con un nivel de actividad y circulación por parte de las personas normal, con mucho nivel de demanda de atención médica, se trata de una situación complicadísima”.
“Además, la suba de casos enorme que tuvieron en Europa en su invierno, ocurrió cuando habían pasado un verano casi sin casos. Nosotros en enero, y hasta mediados de febrero, nunca bajamos de 5 mil casos por día, cifra muchísimo mayor, y con lo cual arrancamos con un piso altísimo. Lo único que nos beneficia es que el porcentaje de mayores de 70 a 80 años vacunado es relativamente importante”, reflexionó.
Para el físico, “la velocidad de duplicación se aceleró a 12 días, es muy violenta y preocupante. Las medidas que se han tomado pueden mitigar un poco, pero de ninguna manera bajar el número de casos, ya que se trata de restricciones muy suaves”, analizó.
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