En las últimas 24 horas se registraron 12.936 nuevos contagios por COVID-19 en la Argentina, el número más alto para una jornada en más de dos meses. A su vez, fueron informados por el Ministerio de Salud 143 nuevas muertes. El total de infectados desde que comenzó la pandemia asciende a 2.291.051 y las víctimas fatales son 55.235.
Según indica el parte epidemiológico, de momento, en Argentina hay 3.508 personas con coronavirus internadas en terapia intensiva. El porcentaje de ocupación de camas a nivel nacional es del 55,1% y en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 58,6%.
Con estas cifras, cada vez se confirma más el hecho que la segunda ola del coronavirus llegó al país. La proximidad cada vez más inminente del invierno hace que el cuadro sea más preocupante para las autoridades sanitarias, que en las últimas horas informaron a través del Consejo Federal de Salud (COFESA) que se diferirán las segundas dosis de las vacunas para inocular a la mayor cantidad posible de personas y aminorar el impacto de la segunda ola de coronavirus, lo cual volvió a abrir el debate científico aún latente alrededor de la estrategia de espaciar la segunda dosis de las vacunas contra el COVID-19.
Los casos diarios aumentaron en el último mes, en la ciudad de Buenos Aires, se dispararon un 48% en sólo 19 días. También hay positivos reportados en las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Entre Ríos, Corrientes, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, y Tierra del Fuego.
Según comentó a Infobae el investigador en bioinformática del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba, el doctor Rodrigo Quiroga, que analiza los datos de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación, “son casi cuatro semanas de crecimiento de casos confirmados en 10 jurisdicciones. La curva va aumentando lentamente y de manera consistente”.
En este contexto, este medio consultó a infectólogos para pedirles su valoración en relación a cómo analizan la situación epidemiológica actual y de qué manera está parado el sistema sanitario argentino para hacerle frente al virus SARS-CoV-2 a un poco más de un año de la irrupción de la enfermedad pandémica y ante la ya instalada segunda ola.
De acuerdo al doctor Mariano Sasiain, médico infectólogo del Hospital Militar Central Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich, “Argentina está ante un incremento de casos constante. Esto se puede ver en las últimas semanas, en donde no hace muchos días atrás estábamos manejando entre 4 a 5 mil casos, la semana pasada un promedio de 8 mil y ahora tuvimos hoy un registro de casi 13 mil casos. Es evidente y esperable este incremento, acorde a lo que ha pasado en otros países y regiones del mundo en los meses previos, por lo cual sabíamos que esto podía ocurrir”.
“Teniendo en cuenta que se ha flexibilizado mucho la conducta social en relación a las medidas de cuidado ya que hoy hay muchas reuniones, mucha gente en la calle, en comercios, muchas veces sin utilizar mascarilla, esta relajación justifica en parte este incremento de casos y representa una preocupación grande porque uno puede esperar que si no se toman medidas a tiempo el ascenso sea aún mayor”, reflexionó el profesional.
Para Sasiain, “hoy por hoy tenemos un nivel de ocupación de camas ya sea de salas de internación general como de terapia intensiva tanto en el sector público como en el privado bastante alto y sin dudas este aumento puede verse reflejado en las próximas semanas y el riesgo es el colapso sanitario”.
“Por otro lado, la vacunación lamentablemente en nuestro país todavía viene siendo lenta, como para alcanzar niveles de protección adecuados, cosa de que se permita reducir la circulación del virus. Tendremos que volver a hablar y a reforzar como el año pasado la importancia de las medidas de cuidado, de aislamiento social y de lavado de manos porque va a ser la única medida para contener al coronavirus este año, en la medida que la vacunación no avance a los niveles que deseamos”, opinó Sasiain a Infobae.
Pablo Bonvehí, médico infectólogo jefe de la Sección Infectología y Control de Infecciones del CEMIC alertó: “Argentina está efectivamente en un ascenso en el número de casos que ya podemos considerar que es una segunda ola de COVID-19, por la forma que está ascendiendo en las últimas semanas y particularmente hoy”.
“El sistema sanitario indudablemente está mejor preparado que el año pasado, con mucho más entrenamiento, más conocimiento del manejo de los pacientes, aunque aún por ahora prácticamente sin ningún tratamiento efectivo salvo el uso de corticoides, pero también se sabe cómo proceder desde el punto de vista respiratorio en los pacientes más graves, lo cual no quiere decir que la situación no se pueda desbordar”, evaluó a Infobae.
Para el infectólogo, “el elemento que ayuda indudablemente es que gran parte del personal de salud está vacunado. Eso va a permitir que haya menos casos en este sector, y que las bajas que teníamos por esta problemática sean considerablemente menos. De todas formas, si sigue aumentando el número de casos y personas internadas podría generarse un desborde por la necesidad de camas de internación. Por eso es muy importante tratar de vacunar lo antes posible a las personas de riesgo: adultos mayores y aquellos con factores de riesgo”.
En diálogo con este medio, Gabriela Piovano, médica infectóloga del hospital Muñiz, aseveró: “a partir de las Fiestas, de lo que fueron todos los preparativos en Navidad y Año Nuevo comenzamos a gestar la segunda ola, recordemos que tuvimos un pico que se produjo en agosto de 2020 y a partir de allí comenzaron a bajar los números pero nunca desterramos la circulación comunitaria del virus, con lo cual cuando empezamos a romper las burbujas o los corrales, sistemas que sectorizaban la circulación de las personas, obviamente comenzaron a subir los casos”.
“También explica este fenómeno el hecho de que las personas que se infectan en estos momentos son los más jóvenes, con menos proporción de riesgos en estos grupos, los lugares de internación que se venían desagotando empezaron a estabilizarse los números y a aumentar lentamente la ocupación en hospitales, pero a mucho menor ritmo que el aumento de los contagios, por eso estamos con un 50-60% de ocupación y están volviendo a abrir espacios que se habían cerrado para COVID-19, y se están comenzando a ocupar para el inminente brote. El sistema no está saturado, pero progresivamente con mayor o menor velocidad, los sistemas tienden a saturarse, es la experiencia que ya incorporamos”, precisó a Infobae.
Según Piovano, “en un primer momento, el virus ingresó a los geriátricos, lugares en donde había más gente mayor, adultos mayores, mientras que ahora circula entre los más jóvenes”.
Consultado por Infobae, Omar Sued, infectólogo presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), advirtió: “acá lo importante es reconocer que los casos vienen aumentando hace ya hace un par de semanas, primero en la ciudad de Buenos Aires, ahora en todo el país en la mayoría de los distritos. El número de hoy es mucho más alto que los anteriores, pero también se hicieron muchos más testeos diarios, pero sigue siendo una cifra muy alta, en toda la semana han sido elevados los números”.
“Por este motivo la gente se tiene que seguir cuidando, hay que seguir apelando a las medidas individuales de control, pero también teniendo en mente medidas desde el punto de vista de la salud pública, evitar aglomeraciones, evitar salir a lugares cerrados, evitar comer dentro de lugares cerrados, evitar reuniones con más de 10 o 20 personas”, recomendó el infectólogo.
Para el experto, “esta situación se va a sostener y mantener porque hay un aumento de transmisión de variantes, que tienen mayor riesgo de contagio, se transmiten mucho más fácilmente, eso está sucediendo en otros países, que a pesar de los esfuerzos de vacunación hay muchos casos y no bajan todavía. Podemos lograr bajar la mortalidad en algunos pacientes grandes, aumentando mucho más la vacunación, pero no vamos a evitar la circulación y por eso es tan importante la última medida del Gobierno de retardar la segunda dosis de la inoculación a los tres meses, para que este próximo tiempo nos enfoquemos en vacunar a la gran mayoría de personas que más lo necesitan”.
Por su parte, el infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) opinó: “Daría la impresión que estamos ante la segunda ola, aunque lo confirmaremos con el correr de los días. La diferencia con el primer golpe que recibimos el año pasado por el virus es que la tasa de ocupación de terapia intensiva no es tan elevada todavía. Una explicación de ello puede ser que ha bajado el promedio de edad de los infectados, que son más jóvenes. Esto sugiere que hay menos requerimientos de terapia en estos casos”.
“El sistema de salud está bien, está sólido, se ha incrementado mucho en sus capacidades el año pasado con el tiempo de aplanamiento de la curva, los primeros meses. Se han fortalecido los hospitales en cuanto al número de respiradores, de personal de médicos o enfermería. No espero una explosión tan tremenda, incluso considero que podría ser menor a la vivida en 2020, sumado al hecho de que se va a ir vacunando gente y las medidas que se anunciaron que pueda mejorarse el ritmo de vacunación”, vaticinó de Vedia.
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