A la carrera por la aprobación de una vacuna segura y eficaz para prevenir el COVID-19 le siguieron luego los esfuerzos por inmunizar a la mayor cantidad de población posible antes de que la segunda ola de la enfermedad haga lo suyo.
Al otro lado de la Cordillera de los Andes, en Chile, se observa un fenómeno que los analistas no logran comprender: con 5.326.342 de personas que recibieron la primera dosis de alguna vacuna contra el COVID-19, algunas regiones del país anunciaron un fuerte estrés hospitalario y el colapso de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
El Ministerio de Salud chileno informó el miércoles que 3.088 camas de cuidados críticos se encuentran ocupadas debido al COVID-19, lo que supone la mayor cifra de toda la pandemia.
Las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Biobío, que fueron las más afectadas durante el mes de marzo por la pandemia, llegaron esta semana a la mayor cantidad de internados por coronavirus. Además, registran sus cifras más altas de contagios diarios como también de casos activos según el informe epidemiológico. El país informó ayer 4.395 casos nuevos, en tanto el total de casos hasta el momento alcanza 905.212.
En una entrevista televisiva, la vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), Cecilia Luengo, advirtió que en el país quedan 178 camas libres, de 3.276 disponibles, en una situación que supera el peor momento de la primera ola de la pandemia.
En la Argentina, en tanto, según el parte de situación sanitaria difundido hoy, se informaron 8.328 nuevos contagiados y 144 muertos. Ayer miércoles, los casos confirmados fueron 8.304 y el total asciende a 2.226.753, mientras que las víctimas fatales son 54.386. Según indica el parte epidemiológico, de momento, en Argentina hay 3.522 personas con coronavirus internadas en terapia intensiva. El porcentaje de ocupación de camas a nivel nacional es del 55,9% y en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 61,5%.
Y si bien según el sitio estadístico Worldometers, la Argentina es el séptimo país del mundo con más personas cursando un cuadro severo de coronavirus mientras que Chile ocupa el puesto número 13, con 2.133 pacientes graves, la densidad de población (el país vecino posee menos de la mitad de habitantes que la Argentina) podría explicar algunas de las causas que lo tienen al borde del colapso.
Cabe recordar que de este lado de la cordillera, la campaña de vacunación lleva un ritmo mucho menor que el chileno, con 2.289.249 personas que recibieron al menos una dosis de alguna de las vacunas aprobadas.
Según se desglosa en el rastreador británico Our World In Data, de cada 100 personas, en Chile se vacunaron 40.7, mientras que en la Argentina, 5.9. En el país vecino se administraron al 17 de marzo 7.78 dosis de vacuna, mientras que en el caso local, 2.67 millones. En Chile, un 27,6% de la población recibió al menos una dosis, mientras que en Argentina el 4,8%. Un 1.1% de los argentinos, 498 mil personas, están vacunadas de forma completa (dos dosis) contra el COVID-19 mientras que en el caso chileno la cifra corresponde a 13.1%, 2.5 millones, de acuerdo a los datos comparativos.
Consultado por Infobae, el infectólogo Eduardo López, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica, explicó: “Chile estuvo con un aumento muy importante en el número de casos, lo que implica que el virus está circulando en la comunidad. La introducción de la vacuna demuestra claramente que en plena pandemia y con semejante aumento de número de contagiados diarios, la eficacia de la vacuna no es inmediata, esto es una norma general”.
“Las vacunas necesitan tiempo para poder actuar y producir inmunidad. En el caso de la que se aplica en Chile, de virus inactivados, necesita por lo menos un tiempo prolongado para generar títulos protectores, estimación que va más allá de los 14 días, con lo cual esto va a seguir en aumento, seguirán teniendo un número de casos importante”, precisó.
El especialista además advirtió: “La vacuna CoronaVac es muy útil para bajar las hospitalizaciones, es decir para los casos graves, pero tiene mucho menos eficacia para cualquier tipo de enfermedad por COVID-19, ya que tiene un 52% de eficacia, por lo que los casos leves van a seguir produciendo y el riesgo de contagio permanece allí”.
“Además, no se sabe con una dosis cuan eficaz es esta vacuna. Probablemente, la primera dosis no tenga impacto de eficacia muy alta. En conclusión, lo que estamos viendo en Chile es la circulación amplia del SARS-CoV-2, que los anticuerpos no se generan rápidamente y que pareciera que la vacuna CoronaVac no tiene con la primera dosis un gran impacto de eficacia y más teniendo en cuenta que requiere 30 días para aplicar la segunda inyección”, reflexionó a Infobae López.
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