Desde las carteras sanitarias nacional, provincial y porteña lo vienen advirtiendo. El número de casos de COVID-19 en la zona del AMBA dejó de descender. Quienes analizan los datos oficialmente no se animan a hablar de curva en ascenso. Son más cautos y prefieren referirse por el momento a que la curva se amesetó en una base más alta.
Sin embargo esta mañana, en declaraciones a Radio Continental, el jefe del Gabinete de Asesores del Ministerio de Salud bonaerense, Enio García, aseguró que “los casos suben muy rápido y bajan muy despacio”. Y no dudó en vaticinar: “Puede ser que estemos en el inicio de la segunda ola”.
Ayer Infobae había analizado la ocupación de camas en el sistema de salud, un indicador que aprendimos a observar a modo de termómetro de la pandemia en el país. Y tanto desde el Ministerio de Salud que dirige Carla Vizzotti como el de la Provincia de Buenos Aires y el de la Ciudad aseguraron que “la ocupación de camas de unidad de terapia intensiva (UTI) sigue en una situación relativamente estable, entre pacientes COVID y no COVID”.
En su parte semanal, el ministro porteño Fernán Quirós dijo esta mañana que el país tiene por delante “un escenario de una segunda ola, que al día de hoy está muy cerca”. Y si bien aseguró que no puede anticiparse cuándo será, insistió en el hecho de que “se está viendo un aumento leve pero paulatino de casos”.
Ante este escenario, Infobae consultó al médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253), para quien “hay cuatro factores, que son las nuevas variantes, el relajamiento de las medidas por parte de la población, las reinfecciones en Brasil y la falta de vacunación en la Argentina, que junto con el amesetamiento en el descenso de casos que se observa van a producir que posiblemente en las próximas semanas se esté viviendo la segunda ola de transmisión de coronavirus en el país”.
“Creo que el derrame viral de Brasil ya se produjo y ahora nos enfrentamos a un país sin vacunas, que las que tenía para menores de 60 años las usó en docentes y no en personas con enfermedades de base, y al no tener probabilidades de vacunar masivamente a los 7,4 millones de adultos mayores en los próximos dos meses estimo que nos enfrentamos a una segunda ola que a mi entender puede ser muy dificultosa para la Argentina”, analizó el vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica.
A su turno, el médico infectólogo Lautaro de Vedia (MN 70640) reconoció que “luego de una baja sostenida, los casos siguen preocupantemente altos”. “No puedo afirmar que estemos entrando a la segunda ola; espero que sea algo pasajero y se sigan estabilizando tal vez en una base más alta, pero hay que estar preparados”, consideró.
“Otra variable que vemos es que la ocupación de camas de terapia no se modificó mucho pese a este aumento de casos, lo que sugiere que hay muchos casos pero tal vez no tantos graves –evaluó el experto del Hospital Muñiz y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi)–. Por el momento el sistema de salud está con margen pero no es una buena señal que el número de casos esté en alza”.
Para el médico pediatra Carlos Kambourian (MN 105494), el país no está sobre la segunda ola, aunque destacó que “definitivamente va a llegar”. “No tengo dudas de que este aumento en el número de contagios va a ser entre fin de abril y principios de mayo y va ser considerable, en una Argentina sin plan de contención, sin vacunas”, opinó.
“Estamos en la mejor situación para que el virus pueda avanzar de la forma que quiera sobre nosotros –observó–. Para evitarlo, hay que testear mucha cantidad de personas para poder hacer aislamientos selectivos, hay que centrarse en estrategias de contención más terrenales al día de hoy y salir tanto de la expectativa de las vacunas”.
Y tras resaltar que el país está al acecho de cepas nuevas, consideró que es “difícil que la población acate alguna indicación de confinamiento”. “Si se pensara en cerrar todo de nuevo, el argentino no lo va a acatar, pero las autoridades van a tener que considerar alguna medida de restricción”.
Y remató: “Hoy no hay plan y no hay vacunas, y creo que hay que pensar ya mismo, porque, si no, va a ser muy tarde de nuevo”.
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