El doctor Ricardo Allegri, médico neurólogo, Jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsiquiatría y Neuropsicología de FLENI e Investigador Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), acercó en una nueva edición de Stamboulian Talks algunas reflexiones sobre las secuelas neurológicas asociadas a la pandemia producida por el SARS-CoV-2.
“El nuevo coronavirus determina alteraciones a nivel neurológicas y actúa en muchos de los paciente a nivel directo sobre el sistema nervioso. Además, determina complicaciones clínicas que secundariamente pueden dar alteraciones neurológicas como puede ser un accidente cerebro vascular (ACV) o una neuropatía. Esto nos obliga a estar atentos y a entender que tenemos que observar qué es lo que sucede en los pacientes cuando termina el momento agudo de la infección. Es allí que debemos seguir observando a los pacientes y acompañándonos. Algunos de ellos, van a tener el impacto neurológico y cuanto antes lo diagnostiquemos y tratemos, mejor va a ser la evolución que tenga el paciente”, aseguró Allegri, quien es además presidente del Comité Científico de ALMA (Asociación de lucha contra el Mal de Alzheimer).
Si bien la enfermedad del COVID-19 demostró que afecta principalmente a los pulmones por ser una patología respiratoria, varios estudios que se llevaron a cabo, indicaron que las personas que porten el virus SARS-CoV-2 pueden llegar a tener daños en el cerebro y estos pueden ser duraderos.
Muchos pacientes que son hospitalizados por COVID-19 son dados de alta con síntomas como los asociados con una lesión cerebral. Sin embargo, el COVID-19 también parece producir muchos otros síntomas relacionados con el cerebro que van desde convulsiones hasta psicosis, según informan de la revista Alzheimer‘s & Dementia. Además, sostienen que el COVID-19 grave puede hasta incluso aumentar el riesgo de que una persona desarrolle la enfermedad de Alzheimer.
Los médicos no saben qué tan comunes son estos efectos neurológicos. Otro estudio publicado en julio pasado estimó su prevalencia utilizando datos de otros coronavirus. Los síntomas que afectan al sistema nervioso central se presentaron en al menos el 0,04% de las personas con SARS y en el 0,2% de las que tenían MERS. Dado que ahora hay 28,2 millones de casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo, esto podría implicar que entre 10.000 y 50.000 personas han experimentado complicaciones neurológicas.
“Los síntomas neurológicos son cada vez más aterradores”, dice Alysson Muotri, neurocientífica de la Universidad de California, San Diego, en La Jolla. La lista ahora incluye accidente cerebrovascular, hemorragia cerebral y pérdida de memoria. No es raro que enfermedades graves causen tales efectos, pero la escala de la pandemia de COVID-19 significa que miles o incluso decenas de miles de personas ya podrían tener estos síntomas y, como resultado, algunas podrían estar enfrentando problemas de por vida.
Aunque los virus pueden invadir e infectar el cerebro, no está claro si el SARS-CoV-2 lo hace de manera significativa. En cambio, los síntomas neurológicos podrían ser el resultado de una sobreestimulación del sistema inmunológico. Es crucial averiguarlo, porque estos dos escenarios requieren tratamientos completamente diferentes. “Por eso los mecanismos de la enfermedad son tan importantes”, advierte Benedict Michael, neurólogo de la Universidad de Liverpool, Reino Unido.
El objetivo de Stamboulian Talks es transmitir a través de exposiciones atractivas y sintéticas aspectos interesantes, importantes o novedosos en temas sanitarios. La meta es que cada presentación sirva de disparador para que la audiencia se sienta motivada a profundizar, indagar, crear conciencia o pasar a la acción en relación a los temas presentados.
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