A dos meses y 12 días de iniciada la campaña de vacunación contra el COVID-19 en la Argentina, sólo el 0,8% de la población recibió el esquema completo de dos dosis. Y 3,14% recibió hasta ahora la primera aplicación de alguna de las vacunas autorizadas en el país.
Las cifras indican que lo que el gobierno nacional dio en llamar “la campaña de vacunación más grande de la historia” está -al día de hoy- muy lejos de serlo.
Del otro lado de la cordillera, en tanto, Chile inmunizó con una dosis al 21,85% de su población y con dos al 4,04%.
Y si bien podría pensarse que la densidad de población en el país trasandino es la que le permite alcanzar mayores porcentajes de personas vacunadas en relación al total de habitantes, lo cierto es que en dos meses y 17 días (Chile comenzó a vacunar el 24 de diciembre y la Argentina el 29) aplicaron 4.948.483 de dosis, versus 1.774.438 que se dieron a nivel nacional.
En cuanto a cantidad de dosis aplicadas por día, una cifra que resulta fundamental teniendo en cuenta que el tiempo para inmunizar a los grupos de riesgo apremia y la temporada de otoño/invierno está a la vuelta de la esquina, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, la Argentina ayer aplicó 125.481 dosis en total, (123.197 primeras dosis más 2.284 segundas dosis). Frente a eso, Chile aplicó en el mismo día 345.698, según las estadísticas oficiales de ese país. De ese total, Chile aplicó ayer 127.443 primeras dosis, lo que deja en evidencia que mientras la mayoría de las aplicaciones en la Argentina corresponden a primeras dosis, en Chile predominan las segundas debido a que ése país ya tiene más población con el esquema iniciado.
La clave pareciera estar no solamente en que Chile dispone de más vacunas -firmó contrato con los laboratorios Pfizer/BioNTech y Sinovac-, sino que tiene una logística más acelerada que la Argentina, que cuenta por su parte con las formulaciones Sputnik V, Covishield (la producida por AstraZeneca junto con la Universidad de Oxford elaborada en India), Sinopharm y las provistas por el Covax, mecanismo multilateral impulsado por la OMS para buscar una distribución equitativa de las vacunas en el mundo.
Si se observan otras variables, como por ejemplo la cantidad de personas inmunizadas por 100 habitantes, el vecino país celebró ayer haber superado a Israel en el ranking mundial, con 1,08 frente a 1,03 del país mediterráneo, según datos de la base especializada Our World In Data.
Según ese parámetro, la Argentina lleva vacunadas 0,17 personas cada 100 habitantes.
Y si bien es cierto que Chile vacunó ayer más que Israel, el dato a destacar es que eso ocurre -entre otras cosas- porque Israel ya lleva vacunada más de la mitad de la población (57,71%) con la primera dosis y casi la cuarta parte de la población con las dos dosis. Es decir, ambos países están en tiempos distintos: mientras Israel ya completó su objetivo de tener más del 50% con una dosis (todos los grupos de riesgo ya están cubiertos) Chile está a medio camino de eso.
En lo concreto, mientras Israel tiene cerca del 58% de su población con al menos una dosis, Chile tiene casi 22%, y ése es el indicador que miran los epidemiólogos.
Cuántas vacunas llegaron al país
Hasta ahora, llegaron al país un total de 4.050.540 dosis, una cifra muy inferior de las prometidas por el Gobierno en función de los compromisos asumidos. En su afán por dar vuelta la página de una cuarentena de casi nueve meses y alejar la posibilidad de un rebrote con la llegada del frío, el Ejecutivo anunció en un exceso de optimismo que llegarían al país 51.431.000 dosis. De ese número, 20 millones serían de la vacuna rusa; 22.431.000 de la de AstraZeneca; y 9 millones de la producida china.
Pero las que llegaron efectivamente hasta ahora, representan el 8% de las que el Gobierno había anunciado.
De los 4 millones que arribaron al país o están disponibles hoy, 2.470.540 son las Sputnik V que llegaron en distintos envíos desde Moscú, entre diciembre del año pasado y este mes. De este total, 1.660.540 corresponden al primer componente y 810.000 al segundo, que es distinto.
Otras 580.000 son las Covishield, arribadas a mediados de febrero pasado desde India, donde se está fabricando la fórmula de AstraZeneca y la Universidad de Oxford. A estas se suman un millón de dosis de la vacuna Sinopharm desarrollada en China, cuya aplicación no está recomendada para los mayores de 60.
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