Más de 2300 mujeres mueren por cáncer de cuello de útero al año en nuestro país

El 100% de los cánceres de cuello de útero está relacionado a la infección por el virus del papiloma humano. El doctor Silvio Tatti, jefe del servicio de ginecología del Hospital de Clínicas, explica en detalle qué es el VPH, cómo se transmite y las claves para prevenirlo

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El CCU es altamente capaz
El CCU es altamente capaz de ser prevenido si se detecta en su estadio precanceroso. De allí la importancia de las pruebas diagnósticas empleadas en el tamizaje (Shutterstock)

En todo el mundo, el cáncer de cuello uterino es el cuarto más frecuente en las mujeres. El 100% de los cánceres de este tipo está relacionado a la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y se estima que 270.000 mujeres mueren de cáncer de cuello uterino cada año. Con el objetivo de fomentar el debate y promover el intercambio de ideas, conocimientos y materiales de investigación, cada 4 de marzo se celebra el Día Internacional Anual de la Concientización del Virus de Papiloma Humano, organizado por la Sociedad Internacional del Papilomavirus (IPVS) y sus socios en todo el mundo.

Los virus del papiloma humano –VPH o HPV del inglés human papillomavirus son una de las causas más frecuentes de infecciones de transmisión sexual en el mundo. Existen más de 200 tipos diferentes, algunos de los cuales se sabe que causan ciertos cánceres, como el cáncer de cuello uterino, vagina vulva y anal, y otros tipos son responsables de las verrugas genitales.

¿Cómo se transmiten? Los VPH se transmiten por contacto sexual, tanto genital como oral, aunque no haya habido penetración. La mayoría de las personas que adquieren el virus lo eliminan sin desarrollar lesiones. En otras personas, la infección persistente puede producir verrugas genitales o ciertos cambios en el cuello uterino, pero sin verdadera relevancia –VPH de bajo riesgo–, o bien lesiones premalignas que a través de los años se pueden transformar en cáncer de cuello uterino –VPH de alto riesgo–.

“Más del 80% de las personas se contagiarán VPH en algún momento de sus vidas. O sea que prácticamente todos en algún momento de nuestra vida vamos a padecer la infección. Lo importante es que casi el 85% nos vamos a curar espontáneamente a través de nuestro sistema inmunitario. Lo que nos interesa es ese otro 15% en el que la infección por VPH queda persistente, ya que cuando queda persistente puede interactuar con las células del cuello del útero o de la vagina o vulva para crear cáncer de vagina, de cuello uterino y vulva”, explica el doctor Silvio Tatti, jefe del servicio de ginecología del Hospital de Clínicas.

Los VPH se transmiten por
Los VPH se transmiten por contacto sexual, tanto genital como oral, aunque no haya habido penetración. La mayoría de las personas que adquieren el virus lo eliminan sin desarrollar lesiones (Shutterstock)

¿Cómo prevenirlos? En Argentina, como en numerosos países, con el objetivo de disminuir la mortalidad ocasionada por los tumores asociados a la infección, se realiza un abordaje integral. La prevención primaria se realiza a través de la educación sexual y la vacunación.

Se establece un esquema de aplicación de dos dosis separadas por un intervalo de 6 meses. Sin embargo, el doctor Pablo Bonvehi, jefe de Infectología del CEMIC y presidente de la comisión de vacunas de la SADI advirtió en una entrevista con este medio: “La cobertura en mujeres de la primera dosis se encuentra entre el 80% y el 85%, pero la cobertura de la segunda vacuna es de aproximadamente el 50%”.

La vacuna previene los genotipos más frecuentes de alto riesgo y los más frecuentes de menor riesgo. Previene la infección por los tipos de VPH 16 y 18 de alto riesgo que causan el 80% de los cánceres de cuello de útero, ano, pene, boca o garganta y por los tipo 6 y 11 que causan el 90% de las verrugas genitales.

“Hay alrededor de 700.000 mujeres que deberían haber completado el esquema y todavía no lo hicieron. Todos las mujeres y varones deben iniciar el esquema y los que lo iniciaron y no lo completaron deben completarlo, sin importar el tiempo que haya pasado”, enunció la doctora Carla Vizzotti, médica infectóloga, especializada en el control de enfermedades inmunoprevenibles y flamante ministra de Salud.

El Estado provee la vacuna en forma gratuita a niñas de 11 años que nacieron a partir del año 2000 y niños de 11 años que nacieron a partir del año 2006. A su vez, a personas que conviven con VIH y trasplantadas entre 11 y 26 años con un esquema de tres dosis. Según Bonvehi, la recomendación es su aplicación antes del inicio de las relaciones sexuales, cuando la vacuna es más efectiva. Sin embargo no quiere decir que después no lo sea.

El cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino es una enfermedad evitable y también se puede curar si se detecta pronto y recibe el tratamiento adecuado (Shutterstock)

Tatti sostiene que “en este año se ha disminuido la cobertura vacunal porque ha prevalecido la infección del COVID-19, pero nosotros queremos refrescar en este día tan particular de la prevención del cáncer de cuello de útero, que tenemos que volver a la normalidad de la aplicación no sólo de la vacuna de VPH sino de todas las vacunas para prevenir difteria, tétanos, varicela, sarampión, etc”.

El especialista del Hospital de Clínicas subraya que una manera de prevenir el VPH es mediante el uso de preservativo. “Si bien no previene completamente la infección, lo hace en un 60% de los casos. ¿Por qué no la previene en su totalidad? Porque es un virus que afecta toda la mucosa del tracto genital, la vulva, la vagina y el cuello del útero y por lo tanto el preservativo no puede evitar el contacto con el área genital masculina”, advierte.

¿Cómo se detecta el VPH? “El virus se detecta a través de varios métodos. Uno es a través de la realización del papanicolaou (PAP) anual. Pero actualmente hay test de VPH que se utiliza en el programa nacional, como es el de captura híbrida, o la PCR para como test de genotipificación (esto significa saber qué número o tipo padece el paciente)”, indica el experto.

Y asegura: “Por año, en Argentina se detectan cinco mil nuevos casos de cáncer de cuello de útero que son perfectamente evitables y hay unas 2300 muertes por cáncer de cuello de útero que también se pueden evitar. En relación a otros países estamos en un rango intermedio, no estamos entre los países de mayor incidencia, como puede ser Ecuador o Bolivia, ni en los países de menor incidencia como los del hemisferio norte: Noruega, Finlandia o Suecia. En relación a la frecuencia, debemos disminuirla a través de los test de VPH y la otra es la prevención primaria a través de la vacunación”.

La etapa (estadio) en que
La etapa (estadio) en que se encuentra el cáncer cervical es el factor más importante al elegir un tratamiento (Shutterstock)

¿Cómo se trata el cáncer de cuello uterino? El cáncer de cuello uterino es una enfermedad evitable y también se puede curar si se detecta pronto y recibe el tratamiento adecuado. La etapa (estadio) en que se encuentra el cáncer cervical es el factor más importante al elegir un tratamiento. Sin embargo, otros factores también pueden afectar las opciones de tratamiento, incluyendo la localización exacta del cáncer en el cuello uterino, el tipo de cáncer (de células escamosas o adenocarcinoma), la edad del paciente, el estado de salud general, y si este desea o no tener hijos.

“Siempre depende del estadio en el que se diagnostique. Si alguien tiene una lesión premaligna se puede hacer una extirpación electroquirúrgica con asa (LEEP), que es una escisión de la superficie del cuello de útero que no trae problemas de fertilidad a futuro y se puede hacer de una manera ambulatoria. Si tiene un carcinoma de cuello de útero en un estadio operable, se hace una operación radical que es la anexohisterectomía total con linfadenectomía, o sea que se extirpa el útero los ovarios y los ganglios de la pelvis; habitualmente, y eventualmente ante un estadio avanzado se puede hacer quimio y radiación concurrente”, detalla Tatti.

Y concluye: “Siempre hay un tratamiento, pero cuando se detecta muy temprano, la curación es del 100%. Cuando ya hay un estadio en que deba haber intervención quirúrgica, la curación es del 70%. Y cuando debemos recurrir a la quimioterapia y a la radiación, la curación baja a un 40/30%. Por lo tanto para concluir, es un cáncer absolutamente evitable teniendo la vacuna como prevención primaria en forma gratuita a partir de los 11 años para niños y niñas, y en adultos mayores realizando un control ginecológico habitual“.

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