En el día de hoy, el laboratorio mAbxience del empresario y médico argentino Hugo Sigman exportará a Estados Unidos el principio activo de la vacuna de Oxford-AstraZeneca para que se formulen y envasen 6,4 millones de vacunas contra el COVID-19.
Una vez ya envasadas estas vacunas, retornarán a Latinoamérica. Con estas cantidades, sumadas a las que partieron a México, habría un total de 12,4 millones de vacunas creadas a partir del principio activo formulado en la Argentina.
Días atrás, había partido el primer embarque del principio activo para fabricar 6 millones de vacunas de Oxford-AstraZeneca con destino a México. Esto ocurrió tras la aprobación de los reguladores del Reino Unido –tal como había adelantado Infobae– y la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) bajo el uso de emergencia de esta fórmula para su aplicación en la Argentina.
mAbxience es una compañía biotecnológica internacional especializada en la investigación, desarrollo y fabricación de anticuerpos monoclonales, parte del grupo farmacéutico Insud Pharma. Y será el encargado de la producción local, que se complementará en México y abastecerá a buena parte de América Latina.
“mAbxience se encargará de fabricar el principio activo (la materia prima) de la vacuna de Oxford AstraZeneca. Una vez concluido, el producto será entregado a AstraZeneca, que lo enviará a México, donde el laboratorio Liomont se ocupará de fraccionarlo y envasarlo”, explicó el propio Sigman sobre el procedimiento que el mundo entero sigue paso a paso.
“AstraZeneca distribuirá la vacuna de manera equitativa en América Latina, con excepción de Brasil, que llegó a un acuerdo por separado”, detalló el empresario Sigman.
Y tras informar que “el precio comprometido es de 4 dólares, sustancialmente menor al de las vacunas de otras compañías”, aclaró que “será AstraZeneca quien venda la vacuna. Ni mAbxience ni Liomont pueden vender la vacuna, ni a gobiernos ni a privados”.
En ese sentido, Sigman adelantó que el laboratorio londinense “le ha encargado a mAbxience un mínimo de 150 millones de dosis y un máximo de 250 millones de dosis, ad referéndum de que los estudios clínicos den resultados positivos y la vacuna sea aprobada por las agencias regulatorias correspondientes, incluida la ANMAT”.
Como había detallado Infobae en oportunidad de que se anunciara el convenio entre AstraZeneca y la Fundación Slim, fue muy importante que en el país existiera un laboratorio con estándar GMP (good manufacturing practices) en la industria farmacéutica, es decir, con las autorizaciones más exigentes para moverse con elementos biológicos.
De acuerdo a Esteban Corley, director general de mAbxience de Argentina, la posibilidad de fabricar la vacuna de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca es un orgullo: “Sentimos mucha satisfacción ya que nos han depositado un voto de confianza por haber sido elegidos por una empresa del prestigio y de la trayectoria de AstraZeneca así como por poder ayudar a luchar contra la pandemia”.
Cómo es la vacuna de Oxford-AstraZeneca
La vacuna AZD1222 fue desarrollada conjuntamente por la Universidad de Oxford y su empresa derivada, Vaccitech. Utiliza una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus) que causa infecciones en chimpancés y contiene el material genético de la proteína espiga del SARS-CoV-2.
Después de la vacunación, se produce la proteína de pico de superficie, preparando al sistema inmunitario para atacar el virus SARS-CoV-2 si luego infecta el cuerpo. El adenovirus recombinante (ChAdOx1) se eligió para generar una fuerte respuesta inmune, a partir de una dosis única y no se replica, por lo que no puede causar una infección en el individuo vacunado.
Lo que demostró la Fase I y II de la vacuna Oxford- AstraZeneca es una actividad neutralizante contra el virus SARS-CoV-2, en el 91% de los participantes un mes después de la vacunación; y en el 100% de los participantes, que recibieron una segunda dosis. Los niveles de anticuerpos neutralizantes observados en los participantes que recibieron una o dos dosis estuvieron en un rango similar a los observados en pacientes convalecientes con COVID-19.
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