El segundo embarque del principio activo para fabricar 6 millones de vacunas de Oxford-AstraZeneca partirá esta noche desde Ezeiza con destino a México. Se espera que el avión de Aeroméxico –preparado para trasladar hasta 25 toneladas– despegue a las 22. El primero había llegado a México el 20 de enero.
La iniciativa ocurre tras la aprobación de los reguladores del Reino Unido –tal como había adelantado Infobae– y la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) bajo el uso de emergencia de esta fórmula para su aplicación en la Argentina.
El proceso de producción de la vacuna de Oxford-AztraZeneca comienza en la Argentina a través del hub biotecnológico mAbxience (Grupo Insud), mientras que en México, el laboratorio Liomont se encargará de completar el proceso de estabilización, fabricación y envasado del medicamento.
En este sentido, se podría decir que de a poco se avanza hacia la etapa final del suministro de 22,4 millones de dosis de vacunas para Argentina y de 150 millones de dosis para la región.
“Hoy la vacuna contra el COVID-19 es una realidad para Argentina y para la región que integra. Desde el segundo trimestre de 2020, hemos trabajado incansablemente para entender cuál era la mejor alternativa de suministro y poder traer la vacuna de inmediato a nuestro país. Hoy estamos avanzando hacia los pasos finales del proceso de fabricación y suministro, y permitiendo que nuestro país y América Latina tengan una vacuna efectiva, segura, fácil de almacenar (2-8 grados) y tremendamente accesible sin fines de lucro mientras dure la pandemia. El plan de producción está en curso y la vacuna estará disponible durante el primer semestre del año”, aseguró en exclusiva a Infobae Agustín Lamas, presidente de AstraZeneca para el Cono Sur.
“Para nosotros es un privilegio producir esta vacuna. Porque la vacuna de AstraZeneca va a ser un hito en la historia de la medicina mundial”, dijo el médico y empresario Hugo Sigman, cofundador junto a su esposa Silvia Gold y CEO del Grupo Insud, durante un encuentro realizado por la Fundación de Estudios para la Salud y Seguridad Social (FESS) en su 9º Jornada anual sobre Responsabilidad Social en Salud y Medio Ambiente.
“La vacuna de AstraZeneca por una decisión conjunta con la Universidad de Oxford se va a vender no profit, es decir, sin ganancia alguna. Va a valer entre 3 y 4 dólares, depende del país y los costos internos. Yo tuve la oportunidad de escuchar a la doctora Sarah Gilbert, que lleva adelante el proyecto y posible candidata al premio Nobel, que dijo que el objetivo era hacer un acuerdo con una compañía privada para que la vacuna pudiera producirse masivamente en todo el mundo, pero que tuviera 3 condiciones: que durante la pandemia se vendiera no profit para que sea accesible, que se produzca a riesgo antes de ser aprobada, y que sea distribuida en todo el mundo”, explicó Sigman.
Fundada en 2009, mAbxience, el laboratorio argentino elegido por su par británico para la elaboración del principio activo de su vacuna, es la compañía del Grupo Insud dedicada a la biotecnología, con foco en la investigación, desarrollo y fabricación de medicamentos para enfermedades oncológicas y autoinmunes. Posee tres plantas de producción: una en España y otras dos en la Argentina, ubicadas en las localidades de Munro y Garín. Esta última fue inaugurada en febrero pasado.
¿Cómo funciona la vacuna? El virus SARS-CoV-2 está repleto de proteínas que utiliza para ingresar a las células humanas. Estas proteínas, denominadas proteínas de pico, son un objetivo tentador para posibles vacunas y tratamientos. La vacuna Oxford-AstraZeneca se basa en las instrucciones genéticas del virus para construir la proteína de pico. Pero a diferencia de las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna, que almacenan las instrucciones en ARN monocatenario, la vacuna Oxford utiliza ADN bicatenario.
Los investigadores agregaron el gen de la proteína de pico de coronavirus a otro virus llamado adenovirus. Los adenovirus son virus comunes que generalmente causan resfriados o síntomas similares a los de la gripe. El equipo de Oxford-AstraZeneca utilizó una versión modificada de un adenovirus de chimpancé, conocido como ChAdOx1, que puede ingresar a las células, pero no puede replicarse dentro de ellas.
AZD1222 surgió de décadas de investigación sobre vacunas basadas en adenovirus. En julio, se aprobó la primera para uso general: una vacuna contra el ébola, fabricada por Johnson & Johnson. Y se continúa –en los huecos que deja la jerarquía que ocupó la investigación sobre el COVID-19– con la realización de los ensayos clínicos avanzados para otras enfermedades, como el VIH y el Zika.
Los datos publicados a principios de diciembre en la revista médica The Lancet indicaron que la vacuna es efectiva en un 62% cuando se suministran dos dosis completas de la vacuna, pero que la efectividad asciende al 90% cuando se suministra la mitad de la primera dosis seguida de una completa en la segunda.
Fue el director ejecutivo de la farmacéutica AstraZeneca, Pascal Soriot, quien llegado el final de diciembre de 2020 aseguró que el laboratorio había encontrado la “fórmula ganadora” para hacer que su vacuna contra el COVID-19 tenga una efectividad a la altura de las de Pfizer/BioNTech, del 95%, y Moderna, del 94%. “Creemos que hemos hallado la fórmula ganadora para alcanzar una efectividad que, tras dos dosis, sea tan alta como todas las demás”, explicó Soriot al dominical Sunday Times sobre el preparado que su compañía desarrolla junto a la universidad de Oxford.
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