COVID-19: cuáles son las mascarillas más y menos recomendables

El Consejo Superior de Salud Pública que asesora al gobierno francés, ante el aumento de casos, dio nuevas recomendaciones acerca de los barbijos textiles

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(Shutterstock)
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Después de un año de pandemia de COVID-19, el mundo luce muy diferente. Se han documentado más de 95 millones de infecciones confirmadas de coronavirus en el mundo, las cuales han dejado millones de muertes e innumerables personas con síntomas persistentes, en medio de dificultades económicas, cierre de escuelas y negocios. Han surgido las nuevas variantes del virus, que llevan cambios genéticos que parecen mejorar su capacidad para propagarse de persona a persona.

Aunque en este momento varias vacunas han superado los obstáculos regulatorios, el despliegue de las inyecciones ha sido inconstante y lento. Además, todavía no hay evidencia definitiva que demuestre que las vacunas tendrán un efecto significativo en la velocidad de propagación del virus y quién podría transmitirlo.

Los argumentos a favor de la mascarilla abarcan varios campos de la ciencia, entre ellos la epidemiología y la física. Una serie de estudios observacionales ha sugerido que el uso generalizado de las mascarillas puede detener las infecciones y las muertes a una escala mayor, tanto en lugares pequeños como al nivel de países enteros.

Se recomienda menos el uso
Se recomienda menos el uso de ciertos tapabocas de tela

En Francia, ante la circulación de la variante británica del SARS-CoV-2, que es mas contagiosa, el Alto Consejo de Salud Pública (HCSP) recomienda evitar ciertas máscaras de tela menos filtrantes. Es por ello que sugieren no utilizar máscaras de tela de categoría 2, que filtran menos, y por lo tanto, son menos efectivas contra el COVID-19.

Con motivo de la penetración en Europa de ciertas variantes nuevas que son más transmisibles, mientras los modos de transmisión no han cambiado, surge la pregunta de la categoría de máscaras que se pueden ofrecer en la población en general “, dijo Didier Lepelletier, co-presidente del grupo de trabajo Alto Consejo de Salud Pública COVID-19 (HCSP). El médico de salud y salud pública calificó de “algo bueno en este período”, el hecho de que se use una máscara de tela reutilizable de categoría 1, en lugar de máscaras de categoría 2 que filtran un poco menos, o incluso máscaras hechas a mano donde no hay control sobre su desempeño, aseveró el especialista.

El requerimiento estándar para las
El requerimiento estándar para las mascarillas FFP2 establece que estas deben ser capaces de mantener fuera el 94% de los aerosoles de prueba, que son partículas líquidas muy finas

Mientras que en otros países como Alemania, en Baviera, el jefe de gobierno, Markus Söder, anunció la obligación de usar mascarillas de alta calidad en público en el estado bajo su mando. “En principio, creo que la idea es buena”, asegura el virólogo Jonas Schmidt-Chanasit. Sin embargo, esto tendría que estar vinculado a algunas ofertas por parte del gobierno. Por un lado, el libre acceso a tales macarillas médicas, y por por otro, las instrucciones sobre como usarlas correctamente. “Sin tales ofertas, lo veo de forma crítica”, agrega. Por su parte, el epidemiólogo alemán Alexander Kekulé añade que “por supuesto, una mascarilla FFP2 es mucho más segura que una común, que a menudo se lleva muy suelta. Especialmente en el transporte público, donde mucha gente se amontona en un espacio reducido”. Con una mascarilla FFP2, el riesgo de infección se reduciría significativamente, asegura el experto.

¿Y usar una doble mascarilla? No todo el mundo necesita dos mascarillas. Sin embargo, para la gente que usa protecciones delgadas o endebles, “si combinas varias capas, comienzas a tener una eficiencia bastante alta” para bloquear la salida de los virus y su entrada a las vías respiratorias, comentó Linsey Marr, experta en transmisión de virus del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (EE.UU). Claro está que hay una desventaja: en cierto punto, “corremos el riesgo de que la respiración se dificulte demasiado”, agregó la especialista. Aunque hay bastante espacio para respirar antes de que el uso de la mascarilla se acerque a ese extremo.

Las mejores mascarillas siguen siendo
Las mejores mascarillas siguen siendo las N95, por estar diseñadas con una eficiencia de filtración ultra-alta. Sin embargo, siguen escaseando para los profesionales de la salud, quienes las necesitan para tratar a los pacientes de manera segura

A lo largo de todos estos cambios, los investigadores se han mantenido firmes sobre el uso de los cubrebocas. “Los estadounidenses no tendrán que usar para siempre las mascarillas”, dijo Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California (campus San Francisco). Sin embargo aclaró que deben permanecer puestas, ya que protegen al portador de la mascarilla y a la gente a su alrededor.

De acuerdo con los estándares desarrollados por AFNOR (organización nacional francesa para la estandarización), las máscaras de categoría 1 filtran el 90% de las partículas, mientras que las máscaras de categoría 2 bloquean solo el 70%. “Las máscaras de tela de categoría 1, suministradas por los fabricantes, validadas por la Dirección General de las Fuerzas Armadas, en términos de rendimiento, son tan efectivas como las máscaras quirúrgicas “, aseguró el profesor Didier Lepelletier, médico higienista. Por otra parte, juzga que el uso de mascarillas FFP2, que filtran al menos el 94% de los aerosoles, en la población general, " no es necesariamente algo bueno, porque no podremos controlar que estén bien gastadas y adaptadas a la morfología del rostro.

El grupo de trabajo del Alto Consejo de Salud Pública (HCSP), también insiste en sus recomendaciones para garantizar una distancia de seguridad de 2 metros y no de 1 metro entre cada persona. “La penetración de nuevas variantes, es quizás la oportunidad de formalizar estos 2 metros “, enfatizaron desde el órgano asesor. El Ministerio de Salud puede optar por seguir o no los consejos del HCSP. " Se trata de opiniones científicas que pretenden informar la toma de decisiones sobre políticas sanitarias “, subrayó el profesor Lepelletier.

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